4. Calor

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Bendito era quien había curado su pierna y maldecía que ahora se hallaba en cama con una fiebre que lo quemaba, no podía culpar a Kardia, la fiebre no se contagia o si? bueno su maestro y Degel dijeron que no, no obstante era mejor no creerles, seguro lo decían para que no molestara a Kardia y que el peso de la culpa recayera en sus hombros, pero ya iban dos semanas en las cuales no podía ver a Albafica por que su maldita fiebre no bajaba 

-como fue que te enfermaste - pregunto Kardia que estuvo toda la semana a su lado, y con manzana en mano seguía soportándolo

- si lo supiera ya no estaría en cama

- no es normal que tu te enfermes - dando una mascada a la manzana 

- bueno soy humano después de todo 

- no recuerdas que hiciste antes de tu fiebre 

- acompañe a Albafica por agua para el jardín de piscis, el estuvo en el rio, le pase mi polera para que no tuviera frio y... bueno eso - evito contar lo del beso, eso no era necesario

- te pudo haber entrado un aire cuando le pasaste tu ropa a Alba 

- si, eso pudo haber sido,  a todo esto, por que me acompañas - pregunto

- bueno tu me cuidas cuando estoy enfermo, es mi turno - dijo aun comiendo - y Albafica me lo pidió, me pago con comida para hacerme cargo de ti mientras su maestro no lo dejara bajar 

- ese maldito, no le da libertad a Albafica 

- tu crees, a mi me agrada, es una muy buena persona siempre me trata con cariño

- por que a ti si te adora y los demás no ?

- puede ser por que compartimos un veneno en nuestro cuerpo 

- veneno ? 

- no lo sabes, el caballero de piscis posee un veneno muy potente que puede matar si lo tocas 

- espera Albafica pasa todos los días con el - se asusto al oír aquello

- Alba también lo posee - volvio a morder la fruta

- como eso? - pregunto dudoso

- se supone que se transmite a su sucesor

- y tu que?! -grito 

- bueno el mío es diferente, el mío es controlable y es solo mío, pero los de piscis no 

- sabes que síntomas deja ese veneno?

- bueno si estas en contacto con el, creo que es fiebre, tal vez vomito y lo otro es la muerte 

- Kardia - dijo - sabes lo importante que eres para mi 

- no te pongas romántico conmigo que yo no le voy a eso 

- imbécil - rio - necesito un favor...

la oscuridad rodeaba el santuario si no fuera por un la brillante luna que clara y redonda se exhibía en lo alto del cielo nocturno, bajo lo escalones en silencio de no ser atrapado y que su maestro no lo notara pues era la única noche que tendría la oportunidad dio una ultima mirada hacia atrás, agradecía que Kardia en cierta forma tuviera su misma compleción  y siguió bajando hasta llegar al cuarto de Manigoldo

- dime que era lo tan importante que debías decirme - ninguna palabra salió, no obstante este se le abalanzo en un abrazo y beso su mejilla repetidas veces - que pasa

- te extrañe - sin soltar al mas joven 

- yo también, pero no ha pasado tanto tiempo para que te vuelvas loco

Demasiado Jovenes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora