Hace años atrás empece a practicar boxeo con mi padre, nos pasábamos horas y horas todos los días sin falta. Este era su sueño desde pequeño pero por su enfermedad nunca pudo lograrlo.
Estudiaba mientras cuidaba a mi padre ya que mi madre me abandonó desde pequeño. Nunca supe ni siquiera su nombre o ver una foto de ella.
El motivo por el cual salía de la casa a superarme todos los días era mi padre. Siempre me gusto desde pequeño el boxeo, ese deporte en el cual todo se define en un cuadrado cercado por unas cuerdas.
Mi corazón se aceleraba de emocion al ver las peleas era como si fuera yo el que estuviera peleando.
Al cumplir los 18 comenze a estudiar en la universidad por las mañana y por las tardes visitaba a mi padre. Todo fue así por 3 años hasta que su corazón dejo de latir, un cáncer terminal que atacaba a sus órganos poco a poco, esto me dejo destrozado por varios meses ya que era mi única familia o por lo menos la que conocia.
Después de estos 4 meses volvi a entrar a la universidad donde conocí a una chica, todos los días me quedaba viéndola bajar las escaleras.
Su cabello era oscuro igual que sus ropas, no hablaba con nadie ni tenía amigos o amigas. Sólo ella y sus audífonos el día entero. Frecuentaba mucho las clases de música y se quedaba horas y horas con su guitarra, mentiría si dijera que no me quedaba atontado viéndola por la ventana de cristal.
Un día me acerqué un poco más a ella, estaba tocando sola en el salón de música. Esa canción que tanto me gustaba escucharla de ella.
Al entrar al salón nuestras miradas se cruzaron, ella no me conocía de nada pero yo sentía como si la conocía toda la vida. Nos quedamos hablando toda la tarde de sus gustos y los míos, me empezó a enseñar como tocar y una que otras canciones hechas por ellas. No me gustaba ir a la escuela pero por ella me levantaba hasta temprano.
Nos fuimos conociendo un poco más profundo, ya no pasábamos tiempo sólo en la universidad, sino también en mi casa o la de ella, íbamos a fiestas, bares. no sabíamos que éramos en realidad pero nos gustaba estar así.
Todo era super hasta que empezó a faltar a la universidad, había semanas que ni la veía si quiera. Sus notas empezaron a bajar muy rápido y ya me estaba empezando a preocupar mucho, hasta que decidí entonces ir a su casa.
La puerta estaba completamente destrozada, todo está destruido dentro de la casa y al final del pasillo estaba ella acostada en el piso, su cara era irreconocible le habían dado una paliza, no soy de expresar sentimientos pero mis lágrimas no tardaban en salir al verla tirada en el suelo sin poder moverse llorando.
La levante y la acosté en la cama, mientras que llamaba a una ambulancia, Seriamente estaba en un estado crítico.
Su tratamiento se demoró semanas y necesitaba dinero cosa que ella no tenía ni yo tampoco, si algo me recuerda a mi padre era que un hombre nunca se rinde, comenze a hacer lo que siempre practique, pelear...
Empecé en peleas callejeras las cuales no daban mucho pero algo es mejor que nada. No tuve mala suerte y ganaba bastantes peleas, al ser nuevo la audiencia era más grande por lo que había más dinero en el aire, el entorno era un asco, traficantes de drogas, mafiosos, delincuentes, borrachos, pero me daba lo mismo con tal de pagar el tratamiento de Lisa.
Una noche de camino a la casa después de haber terminado las peleas me encontré un hombre de edad avanzada en un auto lujoso.
-Te he visto pelear chico, tienes talento. -Sacando por la ventanilla un fajo de dinero
-Ven a verme si quieres ganar más, este callejón se ha quedado muy pequeño para ti. -El hombre se retiró en su auto y yo seguí mi camino hasta mi apartamento.
