Capitulo 2: Una segunda oportunidad...

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Habla Joana

Mis pasos se vuelven débiles e indecisos mientras paso las puertas para ir a su habitación. No encuentro mi respiración por ningún sitio, me ha abandonado. Agarro el picaporte de la puerta y siento como el ambiente se vuelve tenso, el doctor ha dicho que ella está bien, pero mi corazón no se tranquilizará hasta que lo vea él mismo. Me armo de valor y entro en la habitación. La poca luz y el sonido de las máquinas provocan tantas sensaciones en mi que me echo a llorar.

C- Si me abrazas puede que olvide el cabreo que tengo contigo por haber intentado salvarme poniéndote en peligro tú...

Las lágrimas dejan de salir de mis ojos al escucharle. Una sonrisa aparece en mis labios, le miro con mi corazón dando saltos de la felicidad y ahí le veo... más guapa que nunca, la luna de mis noches y el sol de mis mañanas... mi vida, mi amor, mi esperanza... mi todo.

J- Lo haría una y mil veces...- mi voz se quiebra un poco- perdonáme.
C- ¿Me abrazas?- le siento drogada por la anestesia, habla con voz muy débil y sus ojos llenos de lágrimas.

Abre los brazos y yo me pienso en ir, pero no pienso en si abrazarle o no, pienso en si ella recién salida de un quirófano... será capaz de resistir los deseos enormes que tienen mis brazos de rodearle y tenerle entre ellos después de que estuviese días y días llorando porque ella no estaba conmigo, que sintiera odio por verle sufrir mientras yo me despedía, y después de que le disparasen y yo hubiese rozado la muerte con mis propias manos. Sea como sea... necesito hacerlo.
Me acerco a ella con pasos ansiosos y deseosos de tenerle cerca de mi. Le miro a los ojos y me pierdo tras ellos, mis ojos favoritos desde que le vi por primera vez, cuando le besé y supe que le quería para siempre conmigo. Le acaricio la mejilla con ternura mientras las lágrimas de felicidad por volver a tocar su suave piel, amenzan con salir.
De una vez por todas decido cumplir su petición y le abrazo intentando no hacerlo muy fuerte para no hacerle daño, la fuerza del abrazo no es la misma por las dos partes, ella lo hace más fuerte que yo a ella porque no quiero dañarle, pero no deja de ser igual de intenso... no quiero hacerle daño, al menos no más del que le hice ya. Rompo a llorar en sus brazos y le siento a ella hacer lo mismo, su calor, su olor, su ser... era algo que estaba segura de que no podría soportar perder, y ahora lo tengo otra vez... una segunda oportunidad del destino...  esta vez lo juro por lo más grande... nada ni nadie le podrá separar de mi. No me resisto y le beso porque moría por hacerlo, demasiado tiempo de angustia y sin tenerle, nuestras lágrimas vuelven el beso salado, pero para mi es el más dulce que le he dado jamás. Las manos de Cris suben a mis mejillas muy torpes para atraerme hacia ella.

J- Perdonáme Cris por haberte metido en esto...- susurro en un sollozo apoyando mi frente en la suya.
C- No fue tu culpa...- susurra en un sollozo y me obliga a mirarle a los ojos, esos ojazos que me encantan y que en estos momentos luego de tanta anestesia, a ella le cuesta mantener abiertos.
J- Casi te pierdo y yo no...- mi voz de quiebra del todo- yo no puedo soportar si te pierdo Cris.
C- No pasará amor...- sorbe por la nariz y ríe- te queda mucha Cristina Soto aún.

Me saca una sonrisa, me siento en una esquina del colchón y le acaricio la mejilla con mi pulgar. Que linda es Dios, es la perfeccion personificada. Incluso recién operada y completamente drogada, es perfecta.

C- Aún nos quedan muchas cosas por vivir juntas amor... y las quiero si o si.
J- Eso te puedo asegurar que si...- tomo su mano y dejo un tierno beso en ella- ¿cómo te sentís?
C- Cabreada contigo anímicamente y ya fisicamente...- inclina la cabeza hacia los lados- como si hubiese aspirado dos kilos de cocaína, no podría estar más drogada...- ríe- tengo el efecto de la anestesia, así que creo que mañana estaré peor y con mucho dolor...
J- Descansá cariño...
C- Quiero quedarme contigo...
J- Estaré con vos todo el tiempo... solo que necesitás descansar...
C- Tengo miedo de que al abrir los ojos ya no estés...

Sonrío y rozo su nariz con la mía con un gesto tierno.

J- Eso no sucederá sapito...- beso su frente- a vos también te queda aún mucha Joana Bianchi...

Esboza una hermosa sonrisa y sus ojos comienzan a perder fuerza para mantenerse abiertos.

J- Descansá que ya todo lo malo ha pasado...- le beso en la frente.
C- Te amo...
J- Y yo a vos...- susurro- más que a nada.

Cris se queda dormida del todo y disfruto de verla así, sé que está herida y que no se siente bien... pero le tengo conmigo, en estos momentos es un sueño egoista. Yo le voy a cuidar hasta que esté del todo recuperada... pero antes, debo hacer una cosa.

Mi más bonito error III (Skam España) (Croana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora