Traición, amor y peligro acechan los recuerdos y la vida de la ex prometida del Capo di tutti capi más poderoso de la cuidad: Bill Skarsgård. ¿Podrá superar su pasado con el jefe de la mafia?
Me desperté de repente sintiendo mi respiración agitada. Había tenido una pesadilla. Sangre y balas por todos lados. Pero no, no fue del todo un mal sueño, fue real. Otra vez, una vez más viviendo aquello, viendo morir gente frente a mis ojos.
Miré la habitación sintiéndome perdida, había una luz tenue, la claridad daba una pista de la hora, entrando por las largas cortinas blancas, colandose en el cristal de la ventana, con los rayos tocando la alfombra. Me removí en las sábanas, con aquella imagen en mis pensamientos, el hombre que fue disparado en el cráneo. Dándome la vuelta para encontrar a Bill de pie al lado de la cama, usando sólo unos pantalones oscuros. Observandome. Al principio me asusté, queriendo alejarme al no reconocerlo, pataleando y gritando.
"Hey, hey" me sostuvo de las muñecas "Soy yo, tranquila, shh" susurró despacio
Miré sus ojos, escuchando como se relajaba mi respiración agitada. Él esperaba atento, subiendo una de sus manos a mi mejilla. Me perdí en su mirada, admirando el color verde, y luego en sus labios rosa. Pero no podía dejar de pensar en la sangre. Aparté la vista hacia la ventana, sintiendo calor en mi rostro, lágrimas que amenazaban con rodar sobre mis mejillas.
Bill se sentó en la cama, agachandose un poco más, cavando en mi mente sin decir nada aún, solo acariciandome, como si estudiara cada hueco de mi rostro.
"Creo que maté a alguien" mi voz salió quebrada "El cuchillo le atravesó la garganta" dije sin poder soportarlo más, estaba llorando
"Siempre te dije dónde apuntar" limpiaba mis lágrimas con cuidado "Era tu vida o la de él, ¿no te lo he dicho?"
"No pensé hacerlo de nuevo" su dedo pulgar acarició mi labio inferior "No puedo quedarme aquí"
"No puedes irte" negó con la cabeza, juntando su frente con la mía "Y no sólo porque yo lo quiera, no es seguro"
"Bill..." miré sus labios "Lo que ocurrió anoche, no... No debió pasar"
"¿Y por qué no?" me besó despacio, tentandome, separando sus labios muy cerca de los míos para que tomara yo la iniciativa. Le besé de la misma forma, odiandome por ser tan débil.
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"Porque terminamos"
"No recuerdo haberlo hecho" gruñó entre besos
"Lo hicimos" me separé "Fue de verdad"
"Entonces, ¿por qué dejaste que ocurriera?, ¿por qué tiemblas cuando te toco?" su mano pasó tentativamente por mí cuello haciéndome estremecer "Me perteneces, tanto como yo a ti... ¿Por qué tienes que alejarte de nuevo?"
Me quedé en silencio, pensando en aquello. Ya no estaba segura de nada. Sabía que volver a verlo no iba a ser conveniente. Y sin embargo anoche no puse resistencia alguna. Había estado extrañando cada parte de su cuerpo, su voz, sus miradas y la forma en la que me amaba.
