Capitulo 2

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- La explosión del rayo de plasma se hizo presente y el mago, Balthazar, se detuvo de golpe. Su vista se quedó por un breve instante quieta hasta que al fin tuvo el valor de mirar hacia la zona donde aun permanecían los suaves destellos de aquel rayo de plasma.-

-Se hallaba desviado pero aun así se podía saber de la zona de la cual se lanzó y simplemente ante aquel hecho pudo decir una cosa:- ¡¡Verónica!!

-el hechicero salió corriendo para de este modo alcanzar la zona donde aquella, su amada, se hallaba. Tiempo, necesitaba tiempo para llegar pero, ¿Cuanto sería capaz de obtener Verónica? Sabía que era buena, era extraordinaria, pero Horvath portaba los dos anillos junto con aquel collar que provocaba que su magia u energía se viese fortificada.-

-Dave a su vez se hallaba de igual forma corriendo hacia el castillo lo más rápido que sus piernas le permitían. Un tanto, por supuesto, más torpe pero no con menos coraje o ímpetu. Ambos querían salvarla a ella a aquella que una vez se perdió en los confines del tiempo y la oscuridad y que ahora estaba de vuelta en los brazos del mago.-

-Rápidos pasos que les iban acercando hasta que al fin llegaron a la zona del camino donde se separaron. Pocos eran los metros que quedaban pero las explosiones seguían adornando su correr y aumentando la preocupación de aquel de media cabellera hasta que al fin logro ver a Verónica abatiendo, como ya podía, los ataques. Y uno más hubiese podido lanzar el malvado hechicero de no ser porque otro, en comparación un tanto más débil, llegó por su lateral para desviar el mismo.-

¡Balthazar! -exclamó el varón con fiereza.- bien, reunida la pareja feliz. Así será más fácil destruiros -sus palabras, inicialmente, sonaban en un claro tono irónico pero poco duró este pues fue el odio quien le sustituyo.-

No, Horvath. No lo harás -Balthazar se atrevió a negar eso pues a pesar de que esa pudiera ser su muerte no iba a consentir tal atropello a su persona. Podía dañarle a él innumerables veces pero no a ella o a su /actual/ discípulo.-

-El viento alrededor de aquel que durante tiempos esperó se alzó a su alrededor mientras en sus manos concentraba el mayor poder posible a lo que Horvath respondió con otras de sus tácticas retiradas. No por cobardía, al contrario, porque aun eso no debía finalizar. Debía destruir a su más ferviente enemigo desde dentro, desde lo más profundo de su ser... desde Verónica.-

-Blake frunció el ceño y al ver que su idea era una retirada lanzó la bola de plasma mas, y para su desgracia, la misma solo alcanzó a destruir lo poco que quedaba de tan conocido palacio el cual ya solo era las ruinas de lo que una vez fue. El recuerdo de miles de historias, traiciones y desdichas.-

-suspiró y relajó tanto su mandíbula como sus hombros antes de avanzar y agacharse junto a Verónica para, con suavidad y calidez, abrazarla para hacerle sentir que estaba allí y que nada fue lo que paso.-

Estas bien, Verónica. Se marcho... no logró hacerte nada. -La mujer en ese preciso momento había sufrido por un momento, por si le hacía algo Horvath a su prometido al que amaba con todo su ser ya mucho antes lo había perdido por culpa de Morgana y no quería que la historia se volviera a repetir, no ahora que los dos iban a ser completamente felices, la hechicera no tardo en abrazarlo también a el cuando el peligro ceso, con la cara aún asustada en su rostro respondió- si...estoy bien - Verónica acaricio la cara de Balthazar para terminar apoyando su frente a la de el y después suspirar- me ha atacado porque le he dicho que tu y yo vamos a casarnos.....-y que es lo que iban hacer ahora ellos con Horvath aún suelto por ahí ? Y a saber que clase de cosa tendría planeada? No, no lo sabían pero lo que la mujer de cabellos negros azabaches si sabía es que esa situación se había convertido como si fuera una advertencia por parte del malvado hechicero. Pocos minutos más tarde llego Dave el joven aprendiz, que alcanzo a ver a Verónica y a Balthazar - y Horvath? Que es lo que he pasado? -pregunto Dave con una confusión y algo de preocupación en su semblante después de mirar a los alrededores y notar que no había presencia ninguna del otro brujo. Mientras tanto en una ciudad llamada Oslo donde la nieve caía sin cesar en esa época del invierno, Horvath se le ocurrió una idea con respecto como sería el próximo ataque y puesto que sabía que el primer merliniano era muy poderoso recurrió a la ayuda de una mujer a la que había oído, una mujer que no era normal, llamada Ingrid, la reina de las nieves, todo el mundo que había oído hablar de ella creían que era una leyenda y los que afirmaban haberla conocido decían que era un ''monstruo'' , dicha reina poseía un poder el cual era poderoso si, podía controlar la nieve...crear ráfagas heladas de viento, teletransportarse por medio de nieve....también sabía hacer hechizos pero no como algún brujo, no, estos hechizos eran congelados, Horvath sabía a la perfección que ella no era más fuerte que Dave pero si el malvado hechicero lo pillaba desprevenido y con esta gran colaboración sería un plan perfecto, al menos eso pensó el hombre del bastón con los tres objetos en el. Llego donde se hallaba una cueva alejada de la ciudad y muy elevada, sitio donde nadie nunca pasaba, las montañas estaban cubiertas de nieve y los árboles de escarcha, el mago noto magia entre medio de la cueva y él. Horvath supuso que se trataba de algún hechizo de camuflaje, seguramente lo lanzo la reina de las nieves. El hombre extendió la mano pronunciando unas palabras que hizo anular el hechizo anterior y así él poder entrar en el interior . Maxim pudo admirar cada paso que daba dentro de la cueva que yacían estalactitas de hielo sobresalían por su bóveda, hacia frío pero el brujo claramente iba bien abrigado, sin vacilar sus pasos prosiguió adelante cada vez más aproximando se al lugar donde quería hacer un trato con ella- alto! se puede saber como has entrado aquí? Y como has podido romper el hechizo?...quien eres? -palabras con cierto desdén que al mago al instante tuvo que detener el paso porque no se esperaba que la mujer se encontrará detrás suya, pero no se sobresalto, y con un ligero movimiento en sentido contrario donde la reina se encontraba el hombre pudo ver su apariencia, con cabellos rubios platinos recogidos en un moño y ojos azulados, relativamente hermosa pero lo único que fallaba en ella era su mirada fría y esas ganas de odiar a todos, Horvath ahora hablo después de quitarse el sombrero como era habitual en el algunas veces- mi nombre es Maxim Horvath , soy un brujo y he venido a proponerte un trato.....Ingrid- la mujer alzo una ceja un tanto incrédula al oír esa propuesta del hechicero pero cuando el dijo su nombre ella se sorprendió pero no por ello Ingrid dejo que se notará al contrario- trato? Que clase de trato? - repuso con indiferencia la reina mientras caminaba con un gesto despreocupado- y como sabes mi nombre?....pocos los conocen- el hombre con un gesto en la cara como si le restará importancia respondió- he oído hablar de ti, y de tus grandiosos poderes de hielo- y al terminar lo dicho el esbozo una leve sonrisa y la mujer se sintió por un momento halagada por ello- vaya.....veo que las leyendas que se cuentan de mi no pasan de largo, pero tampoco la historia que me contaron de Merlin y sus tres aprendices- ahora Horvath si se sorprendió cuando ella menciono ese detalle - la conoces ? -Ingrid dejo escapar una risa algo irónica- muchos contaban historias sobre eso, Merlin esto Morgana lo otro....pero dime,que clase de trato me tendría que proponer alguien como tu aquí en mi cueva?- Ingrid señalo el lugar con ambos brazos, alzando el mentón que denotaba altanería- se que tus anhelas tener el poder absoluto sobre todo el mundo ,lo quieres? Yo también, ayúdame en mi propósito y te garantizare un reinado que jamás has tenido, tu y yo, dominaremos la humanidad- cuando empezó hablar el hombre la mujer empezó a sentirse atraída por aquella idea, claro tantos años habían sido los que ella estaba encerrada en la cueva amargada desde que la reina de las nieves lanzo el hechizo del espejo roto del pueblo Arendal congelando a todos los presentes, Ingrid lo recordaba muy bien, ese día se había dejado llevar por su egoísmo- accedo -concluyo la mujer rubia con una sonrisa que denotaba crueldad en su rostro , y fue ahí cuando Horvath comenzó a contarle todo el plan que tenían con tal de atacar a sus enemigos y vengarse de Verónica y Balthazar, eso a la reina le pareció perfecto con tal de obtener también su recompensa, que todos y cada uno de todas las personas se arrodillarán ante ella y le sirvieran como esclavos- -Paralelo a la alianza que se estaba creando y siendo ajenos a la misma los tres hechiceros se retiraron de las ruinas del pasado y volvieron a New York de la misma forma en la que llegaron. Montados en el ave metálica que ya era su modo de transporte más usado y que desde luego parecía no volver nunca a la torre donde debía estar como firme guardiana o vigilante del mismo.-

-durante todo el trayecto Blake se mantuvo cercano a Verónica. Con un brazo situado en sus hombros queriendo que de este modo se sintiese segura y protegida. Tratando por todos los medios de disculparse por no haber podido llegar antes por casi volver a perderla por arriesgarla tanto.-

No debí haberte dejado ir sola -inició a decir el británico una vez se encontraban en el lugar donde enseñaban a Dave a controlar y manejar el potencial que tenía.- Os arriesgue demasiado. -así era Balthazar. Si algo malo sucedía siempre terminaba por echarse las culpas. Sus ojos se cerraron y sus dedos fueron situados en el puente de su nariz mientras un pesado suspiro salía de él.-

Yo arreglaré esto. -sin permitir tiempo alguno para que Verónica o Dave, quien se hallaba confuso, respondiesen se marchó y emprendió camino por las deshabitadas calles de la ciudad para tratar de rastrear a aquel que en el pasado considero amigo pero que ahora no era más que un enemigo pues trato de herir a aquella mujer que sin duda era el amor de su vida y su razón de ser.-

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-Dave y Verónica-

-el Merliniano tragó saliva con suavidad y alternó la vista entre Verónica la cual abatida parecía estar y la puerta por la cual Balthazar acababa de salir. Con su dedo índice, temblando el mismo con suavidad, señaló la puerta.- ¿Crees que deberíamos seguirle?

-simple era la respuesta: No. Era mejor darle tiempo al hombre para que ordenase sus ideas y calmase sus pensamientos de aquella situación que hacía escasas horas acababa de desarrollarse . El Merliniano avanzó y de rodillas se situó frente a Verónica.-

¡Estará bien! Ya sabes es un tipo fuerte, no pasará nada sino se encuentra con un morganiano -guardo silencio... hasta que pensó en lo dicho.- ¡¡Qué no lo hará!! Horvath sabe que no es nada contra él.. bueno... esto será mejor que vaya a por algo de cenar -se puso en pie de veloz manera para iniciar el paso no sin antes dejar una mirada de soslayo en la morena pues de igual forma el se encontraba un tanto preocupado por Blake. A fin de cuentas era su maestro.- -''Balthazar nadie sabía que iba a pasar esto''- eso fue lo último y único que dijo la bruja a su futuro cónyuge para que no se sintiera culpable antes de observar como se marchaba el hombre sin vuelta atrás. La mujer no dejaba de pensar en lo sucedido anteriormente , sabía que Balthazar siempre le protegía, entendía como se sentía su amado, pero de igual forma la hechicera sabía defenderse , Verónica permanecía callada todo el tiempo ni siquiera contesto a la pregunta que le hizo Dave , el joven sabía que con la mirada de ella ya lo había dicho todo, que mejor dejar al mago hacer lo que tuviera que hacer, y aunque la morena no podía esconder la preocupación por su prometido, bien sabía ella que era mejor dejar a Blake a solas ya que lo conocía a la perfección. Minutos más tarde ella se hallaba sola en ese lugar donde ambos varones habían dejado el sitio , Verónica estaba cruzada de brazos pensativa, frunció el ceño incorporando se de su posición y fue a buscar algo en el libro 'el encantus' a ver si ahí encontraba cualquier cosa para detener todo esto. Sabía que teniendo a Dave 'el primer merliniano' no hacia falta mucho pero cualquier precaución era importante. Pasaba las páginas en busca de aquello, de lo que parecía un enigma, algo se le escapaba, lo presentía en su interior. Buscaba y buscaba pero no, no encontró nada. Pasada una hora Dave regreso ''con comida para llevar''- sándwiches....patatas fritas, pepinillos, refresco, y algo de postre-al tiempo que lo decía dejaba todo encima de la mesa, sus movimientos de las manos siempre algo más torpe de lo habitual, Dave se fijo en que Verónica ojeaba el libro sin levantar la vista, parecía algo concentrada . El joven no pudo retener la pregunta que se le pasaba por la cabeza- Crees de verdad que yo podría derrotar a Horvath como hice con Morgana? -la hechicera elevo el rostro hacia el merliniano- de eso sin duda......-

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