ᴀʀᴄᴀᴅᴇ | ꜰᴀᴛᴇ: ᴛʜᴇ ᴡɪɴx ꜱᴀɢᴀ, ʀɪᴠᴜꜱᴀ

03.

Riven.

—¿Quién encontró el cuerpo del pastor? Quizás fuera mayor, los viejos mueren, todos lo haremos.

Estábamos en la fiesta de bienvenida de Alfea, el rumor de que se había encontrado un cuerpo en extrañas condiciones fuera de la Barrera circulaban.

Sky aún no había venido así que decidí esperarle apoyado en una columna del edificio mientras bebía algo, pero se me hizo inevitable escuchar a Terra hacer aquella pregunta a la tal Musa y a una chica que no conocía de nada.

—Claro y lo de la decapitación puede ocurrir de repente— dijo elocuentemente Musa, disimulando muy bien que ella misma había presenciado el cuerpo. Entonces noté cómo elevó su mirada y me vio, mirándole y escuchando la conversación. Así que me hice el loco y aparté la mirada poniéndola en la bebida.

—Le pasó a mi abuela en medio de un bingo, la cabeza hizo plof, plof, plof... debajo de la mesa— añadió la otra chica, vaya humor tenían ambas. Terra las miraba confundida y Musa se rio ante su comentario, a mi aunque me hizo gracia tuve que aguantarme para que no pareciera un psicótico espiando conversaciones.

La conversación de ambas cambió el rumbo así que dejé de prestar atención pero noté que Terra se sentía algo incómoda cuando la otra chica se marchó. Ella y Musa mantuvieron una conversación pero se notaba que no era agradable porque Terra se dirigió a su padre y la chica de los auriculares se quedó sola y confundida, ese era el momento perfecto para acercarme.

—¿Una conversación difícil?— pregunté acercándome lentamente. Ella que estaba apunto de ponerse los auriculares, se los retiró y me miró bastante mal.

—No sé, dímelo tú. Estabas oyendo la conversación igual que yo.

Hice una mueca y resoplé ante su respuesta tan seria y directa. No me gustaba lo serio.

—Tampoco es tan así como lo pintas, solo quería asegurarme de que— hice una pausa mirando a los lados para dar dramatismo y me acerqué más a ella, susurrando continué la frase— no le contabas a nadie donde estuvimos hace unas horas...

Ella se sintió ofendida ante mi respuesta, lo pude notar en su cara sin ser un hada de la mente como ella.

—¿Crees que quiero exponerme así? Si se enteran que nosotros estuvimos allí, no quiero ni saber las consecuencias que nos acarrearían. Además, no quiero dramas— respondió irónica al principio con la pregunta, pero su noto cambió de nuevo a uno serio. Yo solo sonreí asintiéndole y la miré entrecerrando los ojos, cosa que también parece ser que le molestó.

—¿Por qué sonríes así? ¿Y por qué me miras?

—Eres un hada de la mente, solo léeme la mente y lo sabrás.

—Siento emociones, no leo pensamientos.

Me estaba empezando a gustar el molestarla, verla fruncir el ceño y que sus ojos se tornaran violetas. Era divertido, solo la conocía de apenas unas horas pero ya sabía perfectamente como irritarla.

—¿Encima encuentras divertida la situación?— preguntó incrédula y se puso sus auriculares para luego retirarse, sin tan si quiera dejarme responder.