prólogo

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Llevaba ya cuatro minutos sentada en el baño, la paciencia se me estaba agotando, y me empiezo a dar cuenta que debería habérselo contado a Oliver, son tantas las veces que hemos estado los dos aquí, sentados, poniendo todas las esperanzas en que el test marcase esas dos rayas que significarían que finalmente vamos a tener un bebé, no quería decepcionarlo una vez más.
Llevamos ya 8 meses intentando tener un bebé, Oliver no ha querido tocar el tema nunca, no se si teme decepcionarme o teme que yo le decepcione a él, pero siempre que digo algo del ginecólogo evade la conversación o me dice que es demasiado pronto, yo creo que deberíamos ir.
Cuando me quiero dar cuenta el test ya había marcado el resultado, cierro los ojos y respiro profundamente, no se si con intención de pedir un deseo, de tranquilizarme o de ambas, pero lo hago, y segundos después los abro y miro el resultado, negativo, una vez más no ha habido suerte.

Abrazas bonito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora