Eres un ..... OMEGA? (Kiribaku)

Cap.34 Dejen de putas llamar!!

Narra Kirishima.

El señor Bakugou está sentado en la cama junto a mí mientras su hijo camina en círculos por toda la habitación, parece que Bakugou está pensando mucho ya lleva un rato así y no sé qué decirle. Pero debo detenerlo no quiero que llegue a conclusiones erróneas ni que se preocupe innecesariamente.

- Entonces...- me atreví a pronunciar para ser interrumpido por un grito de Bakugou-

- no estoy preocupado!!- dijo de golpe, está estresado su olor está cambiando mucho se amarga y se endulza de un segundo a otro-

- yo no dije que lo estuvieras- agregue con nervios, el llevo ambas manos a su rostro para tallarlo con fuerza, después se dio la vuelta caminando hacia nosotros se sentó en la cama soltando un suspiro pesado-

- maldita sea- se quejó recostándose en el hombro de su padre, por un segundo pensé que se recargaría en mí, que envidia, quiero decir que me hubiera gustado que lo hiciera ya que sabe que tiene mi apoyo no es como si tuviera celos del padre de Bakugou.... Maldición - ahora todos sabrán lo que pasó, eso quiere decir que tratarán de hablarme dándome una clase de pésame que sirve de una mierda y eso no es lo peor, me verán débil pensando que X me superó en fuerza o en habilidad, lo que simplemente no es real- frunció su expresión parece molesto pero no estoy seguro, notó cambios de ánimo bastantes repentinos, está frustrado y probablemente se siente impotente pero para éste punto no podemos detener nada no se puede callar a la gente y menos al mundo sobre una noticia ya difundida, su mirada entristeció ligeramente - no quiero que me tengan lastima, maldita sea- dijo por lo bajo, su aroma cambio de nuevo siento que también me está alterando, sentí un escalofrío en mi cuello y parte de mi pecho, me siento raro, preocupado. No quiero ver a Bakugou así-

- trata de calmar tu respiración- dijo el señor Bakugou poniendo una mano sobre la cabeza de mi rubio acomodando su cabello hacia atrás, Bakugou soltó un suspiro pesado-

- lo sé, lo sé joder- dijo con la mirada baja e irritación en su tono de voz - hace un tiempo que no me daba un ataque así- agrego manteniendo la expresión, e septo que ahora comenzó a morder ligeramente su labio inferior dejando ver un berrinche infantil-

- no te lastimaste, ¿verdad? - cuestioné, el me miró rápido mordiendo más su labio, creó que lo avergoncé un poco-

- .... No- contesto por lo bajo, acurrucándose en su papá, pasaron unos minutos en los que las quejas y opiniones de Bakugou no pararon, pronto dejo de hablar se escuchaba cansado, muy cansado y lo entiendo esté día ha sido demasiado para él, sus emociones han cambiado demasiado hoy y el ataque de pánico debió agotarlo-

- no quieres dormir Katsuki? Te vez cansado- cuestionó su papá, Bakugou estaba recostado en el con los ojos cerrados, los abrió ligeramente al escuchar la pregunta y se incorporó-

- no quiero- dijo con bastante esfuerzo, ¿cómo puede ser tan terco? Lo sujeté ligeramente y no fue difícil lograr que se recostara en mí, esto me gusta. Finalmente, Bakugou se quedó dormido lo recosté en la cama y lo tapé con una cobija, espero que pueda dormir bien, miré al señor Bakugou quien mantenía un gesto preocupado viendo continuamente a su hijo... Mmmm-

- El estará bien, Bakugou es muy fuerte- mencioné obligándolo a mirarme, cambio su expresión y me sonrió ligeramente-

- lo sé, siempre lo ha sido- agrego, los minutos comenzaron a pasar muy rápido tanto que se volvieron un par de horas, no puedo dormir el padre de Bakugou se fue y me dijo que me avisará si algo le sucedía, por suerte parece que está durmiendo cómodamente lo abracé por detrás ya que está dándome la espalda, huele tan bien-

Buenas noches, Bakugou.

Narrador. Sero y Kaminari. Dos días después de la noticia.

Ambos chicos estaban sentados sobre la cama del azabache recargando sus espaldas contra la pared, el omega analizaba las palabras que utilizaría para hablar con Bakugou y así brindarle su apoyo, no quería cagarla y empeorar el estado de ánimo de Bakugou la situación no era una broma, pero no quería sonar como si no fuera él. Lo pensaba y lo pensaba, hasta que finalmente aceptó que su cabeza no daba para más.