La Otra.

Prólogo.

Debía de asentar cabeza. Es lo que le habían dicho sus padres en su cumpleaños numero veintisiete. Madurar y formar una familia, al lado de un buen hombre. Todos sus amigos y compañeros ya estaban casados o gozaban de la paternidad.

Pero tal parecía que ella era la única que se negaba a un compromiso formal.

Y no era por que quisiera ser la "solterona" de su generación. Era por que su corazón no podía encontrar otro amor, o dejar de amar a aquel hombre que la hacía suspirar.

Un hombre especial, carismático, romántico... y casado, desde luego. Un matrimonio popular en la aldea, Naruto y Hinata eran la pareja favorita de toda la nación del fuego, y de entre sus amigos, con excepciones.

Había renunciado a su trabajo como ninja para dedicarse tiempo completo a la florería familiar. Cuándo demostrase a su padre que estaba preparada y lista para asumir el cargo, se volvería líder de su clan. El clan Yamanaka. Claro que para eso, tendría que soportar escuchar a sus padres renegar sobre su "poca" madurez, y sus caprichos "infantiles" exigiéndole un casamiento.

Y pese a que Sai quería algo serio a su lado, le fue imposible aceptarlo. No podía casarse con alguien por quien no sentía más qué cariño. Vaya que ese fue el detonador para las críticas de su familia, ¿cómo había tenido corazón para rechazar a un joven tan amble y responsable? Qué tonta era. Una niña caprichosa y estúpida. Sólo el cielo sabía cuan arta estaba de esos reproches. El tiempo no funcionaba, pues no parecían olvidar el asunto, más aún ahora que la gran noticia sobre que Sai estaba saliendo con Karín caía como un balde de agua fría sobre su casa.

«Era más qué claro que no iba a esperarte toda la vida». Le había reclamado su madre esa mañana. «Un hombre tan bondadoso y apuesto como él, es peleado. Pero tú, insensata, lo dejaste ir».

El mayor de sus consuelos y posiblemente único, era saber que no estaba sola en ese sentir. Kiba tampoco se había casado, guardando de alguna manera fidelidad al profundo amor que sentía desde infancia hacia Hinata.

«Sí ella es feliz, yo soy feliz». Le confesó un día, ninguno imaginó que esa boda los volvería grandes amigos. Cómplices. Confidentes. Desde aquel día donde nadie más notó que lloraban por amargura y no por alegría.

Era la frase más tonta que había escuchado, uno no podía ser feliz, no si te destrozaba el alma ver a quién amas en los brazos de otra. Besar a otra. Estar con otra. Y esa otra, no ser tú.

Todas las noches, antes de dormir, le gustaba fantasear con Naruto. Imaginando uno y mil escenarios donde ambos desafiasen el destino y terminarán juntos. Algunos románticos y otros con toques trágicos.
Estrujaba con fuerza las sábanas y sonreía con los ojos cerrados, pero al abrirlos la magia se esfumaba regresando a esa realidad. Una realidad no muy buena. No para ella. Una realidad donde jamás tuvo el valor para confesarle sus sentimientos a Naruto, donde dejo ganar a Hinata sin luchar primero, donde lo perdió para siempre.

Pero...

Los sortilegios y jugarretas del destino son impredecibles. Es más qué conocido el decir "El destino es caprichoso", y en su mayoría la historia cambia según su gusto.

✴✴✴

Hola!!!

Sip, un proyecto no tan nuevo, pero sí uno en el que he trabajado mucho. Y debido a que envié a Secrets of the heart a borradores, decidí publicar esto.

Miren, sé que tengo varias historias sin actualizar, pero ya estoy en eso. Mande algunas a borrar pues no tenía la idea bien concreta, para seguir con una historia necesito tener el final en mi cabeza, y sí no lo tengo, la historia pierde sentido.

El final de esta y de papá soltero es magistral (para mí XD) aceptable para ustedes jeje.

Esperó y le den una oportunidad a esta historia, quizá tenga leves semejanzas a Papá soltero, pues la narración será melancólica, dulce y con algunos toques levemente, muy levemente de pasión.

Gracias por leer❤