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[Calle de Sokogai/ Puerto de Yokohama]
7:40 PM

Nunca pensé que un acto impulsado por el amor,
fuera lo que me llevó a la perdición. ❞


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Mi nombre es Nakazato Tsuneko. Tengo diecinueve años y estudio en la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Toyo Eiwa, Yokohama.

Tengo una familia, pero Actualmente vivo en compañía de mi mejor amiga, Kanna, en una residencial cercana a la calle comercial "Yokohama Motomachi".

Nuestro departamento está situado en una pocision convenientemente cercana a la estación de tren, lo cual es de mucha ayuda para llegar temprano a nuestras casas de estudio.

Aunque realmente nunca fui una persona demasiado puntual, ya que uno de mis mayores defectos, es que nunca tuve los pies sobre la tierra.

Más de una vez, alguien dijo que era una soñadora. No sólo por mis constantes descuidos o torpezas, también fue por mostrar demasiado mi lado "Idealista" en un mundo cruel y egoísta como este.

Y es que, aunque estuve consciente de la realidad, siempre creí que todas las personas tenían dentro suyo al menos un solo atisbo de bondad, quizas algún tipo de pureza que los movió para hacer lo correcto y actuar de manera altruista en algún momento. Tanto los villanos más crueles como las personas más solidarias.

Incluso los cobardes como yo, podíamos llegar a esforzarnos por el bien de alguien más. Sobretodo, si ese alguien era alguien amado.

— ¡Tsuneko, corre! — Escuché la voz temblorosa de mi mejor amiga, gritandome

Lo que había empezado como una simple y divertida salida nocturna se había convertido en un intento de secuestro cuando entramos en una calle desolada y un auto se estacionó repentinamente junto a nosotras. De este, salió un hombre un poco más alto que yo, vistiendo una capucha negra y una máscara del mismo color.

Aquel hombre no reparó en ir directamente por Kanna para forcejear con ella para tratar de meterla a la fuerza en el vehículo.

Agradecía tener el número de la Policía local en el marcado rápido del teléfono, pero a pesar de haber llamado, las palabras no salieron de mi boca en los siguientes dos segundos. Sabía que la policía tardaría en venir, pero de todas formas, no me retiré.

Kanna había cuidado muchas veces de mi. Incluso pensó por sobre si misma en ese momento tan desesperante. Cuando cualquier otra persona hubiera rogado que la ayudase; ella pidió que me fuera.

Fue un acto impulsado por el gran cariño que le tenía el cual detuvo el temblor de mis piernas y me armó de valor. Valor que necesitaba para tomar la chaqueta que traía en la mano y acercarmé a él por la espalda, cubriendo su vista y ahorcandolo con todas mis fuerzas al mismo tiempo.

La calle estaba vacía y la estación de policía más cercana estaba al menos a ocho minutos a pie. Si la dejaba ahí, el tipo hubiera aprovechado el corto tiempo para llevársela.

No podía correr y la mejor opción era poner el teléfono en altavoz mientras gritaba nuestra ubicación y pedía ayuda, a la vez que trataba de bloquear al agresor para que mi amiga pudiera escapar.

Si él había ido directamente por ella, ¿Porqué se molestaría en tomarme a mí? Era obvio que buscaba algo, quizas había sido enviado por alguno de sus ex-novios, o tal vez formaba parte de una banda criminal que planeaba extorsionar a su familia.

Cuando ella pudo finalmente liberarse y escapar, jalé de las mangas de mi chaqueta con todas mis fuerzas, haciendo que el secuestrador cayera de espaldas al suelo. Sentí un alivio momentáneo al ver que ella ya estaba lo suficientemente lejos, por lo que me dispuse a escapar yo también, aprovechando los pocos segundos de aturdimiento que le había producido a aquel tipo.

Pero apenas había logrado correr algunos metros, cuando sentí el frío tacto de una mano desconocida tomándome del cuello y un pañuelo blanco me cubrió la boca, impidiendome gritar e incluso respirar durante el forcejeo.

Lo siguiente que supe fue que mi cuerpo había caído al suelo.

Sé que en algún momento dije que toda persona tenía dentro suyo algún atisbo de bondad. Pero, así como todos teníamos algún tipo de pureza, dentro de nosotros, también había oscuridad. Todos la teniamos, incluso aquellos que se guían tan solo por la pureza de sus intenciones.

Alguna vez mi madre me dijo que si alguien trataba de secuestrarme, era preferible pelear (o morir en el intento) a dejar que me llevarán consigo, ya que en ese caso me esperaba una suerte mucho más horrible.

Lastimosamente, ella tenía razón, y lo confirmé gracias al destino que me esperó aquella noche.

Nunca pensé que un acto impulsado por amor, fuera lo que me hiciera encontrar dicho destino...


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⏰ Última actualización: Jun 12, 2021 ⏰

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❝Good for me❞ ━━ Dazai OsamuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora