Tarta de Mora Azul

28 3 0
                                    

Han terminado las clases, el cielo aún es azul pero pronto comenzará a atardecer.

Voy de camino saliendo del edificio de la U.A para ir a casa a descansar.

-La lección de hoy del entrenamiento ha sido la más pesada .- suelta un suspiro largo Nyoko mientras caminaba a mi lado. Su larga cabellera castaño ocre se movía al ritmo de su paso.

-Si fue demasido agotadora, no nos tienen piedad por ser de primero, al menos la clase de arte nos relajo un poco- le respondí.

-En cuanto nos acostumbramos, estoy será como bajar de la resbaladilla - dice mientras extiende sus brazos recreando lo último que dijo.

Yo le sonrio.

-Realmente lo hace más fácil para mí que estemos en la misma clase.

Ella me devuelve la sonrisa.

Seguimos caminando un poco en silencio cuando de repente recuerdo algo y me paro en seco.

-Ah, casi se me olvida, tengo que pasar a una pastelería. ¿Quieres acompañarme?

-Lo siento, mi mamá me pidió que llegara a casa en cuanto antes, si no, claro que te acompañaba.

-No te preocupes, yo te compro algo, te veo mañana.- le digo mientras me despido con la mano y nos alejamos.

Camino sin prisa hacía la pastelería que estaba a unas cuadras después de bajar la colina, mi papá me había encargado comprar un pastel, yo había leído buenas reseñas de ese lugar así que debía probar el de ahí.

Reconozco fácilmente el lugar gracias a la fachada adornada con colores mentas, el lugar era pequeño así que al entrar me inundan varios olores, no pude evitar imaginar esos sabores en mi boca, mi abdomen se volvió un agujero negro en ese instante.

Mi mirada paseó entre todo el local buscando entre el postre adecuado, aparto el mechón de cabello morado para ver mejor, y pongo mi mano sobre mi barbilla y boca para concentrarme.

-¿Cuál estaría bueno llevar?.- pienso en voz alta para mi misma.

-Si, y una tarta de mora azul, por favor.

Me asusta un poco esa voz serena y profunda pensando que me había respondido a mi, volteó hacia un lado, mi vista choca contra una figura humana, también llevaba el uniforme de la U.A, estaba frente al mostrador, estaba haciendo pedido de lo que iba a comprar.

Volteó hacia mi, era un chico con una mirada muy seria, me pareció bastante lindo, sentí mucha pena por estar mirándolo tanto tiempo, entonces intenté fingir estar viendo los demás estantes, mi corazón se había acelerado, ¿cuánto tiempo habré estado viéndolo fijamente?

La empleada estaba empaquetado las cosas del chico, intenté verlo y una vez más para aprender su rostro, volvimos a chocar miradas pero esta vez el escondió su cara rápido.

Me sentía algo mal, seguramente ya lo estaba incomodando.

En cuanto le dieron sus cosas, agradeció y salió del local sin despegar la mirada del suelo.

Intenté recuperar la respiración, estaba muy agitada.

Me acerqué al mostrador, pedí un pastel red velvet y una rebanada de pastel de chocolate.
Antes de pagar terminé pidiendo y también la tarta de mora azul, me dio curiosidad por probar ese sabor, además el color de las moras me recordaba al cabello de ese chico.

Salí un poco más relajada y me dirigí a casa. De camino en el tren, no podía dejar de pensar en el chico, tenía la mínima esperanza de encontrarmelo nuevamente.
Tenía claro que iba en la misma preparatoria que yo, pero no podía ser de primer ingreso, lo habría visto en el exámen o en la bienvenida, tenía que ser de otro grado. Rayos, me siento algo acosadora pero me pareció alguien lindo e interesante, sentí la necesidad de conocerlo.

-Ya estoy en casa.

Avisaba mientras entraba y cambiaba mis zapatos, coloqué lo que había comprado en la cocina.

-Bienvenida Kiyoko - me recibe mi madre.

-Kiyo-chan ¿qué compraste? ¿es para mí?.- dice mi hermano menor mientras husmeaba en lo que había traído.

-Tranquilo, tenemos que esperar a papá para poder comer.- le respondo intentando calmarlo.

-¿Qué tal tu día, hija?

-Bien, algo cansado pero todo bien.

-Me alegra, se que es algo difícil pero es el comienzo del camino.- trata de animarme mientras sonríe, se ve muy orgullosa.

Solo asiento y tambien le doy una sonrisa.

Me pongo cómoda para andar en casa, servimos la cena, comimos del pastel, traté de dejar espacio para el otro postre.

Estando en mi habitación, antes de dormir decido probar la tarta, era realmente deliciosa.

Le cuento por mensaje a Nyoko sobre lo que me pasó en la tarde.

▪︎¿No te basta con las tareas
como para tener un crush?

No es que tenga un crush,
solo me llamó la atención ▪︎

▪︎¿Piensas tenerlo solo como
un gusto pasajero?

Lo más seguro es que lo reconozca
por los pasillos, no se que hacer ▪︎

▪︎No pierdes nada presentandote,
además podemos
ganar a alguien que nos oriente

¿Sería buena idea hacerlo
cuando lo vuelva a ver? ▪︎

▪︎ Claro, puedes de usar de
pretexto los pasteles jajaja

Bien, bien
Ahhh, me siento muy nerviosa ▪︎

▪︎ ¡Vamos, tu puedes Kiyo!

No soy muy buena si tengo que ser yo la primera en interactuar con desconocidos, sin embargo ese chico no salía de mi mente desde que lo vi.

Sol de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora