Capitulo 1

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Sebastián toma sus maletas y las arrastra con el al mostrador del aeropuerto.

—Hola.— Saluda amablemente ganándose una sonrisa de la joven que se encuentra ahí.— Necesito un vuelo a Londres.
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Tony se encuentra en la cocina mirando como Adam y Helene cocinan juntos mirándose con cariño.

—El es demasiado egoísta como para pensar en como te sientes.— Le dijo Lily sentada en uno de los bancos de la cocina.

—Lo se.— Admitió Tony mirando una vez más en dirección a Adam.— Pero no importa. Ya casi es tu cumpleaños, el año anterior lo pasamos aquí en el restaurante. Adam hizo un pastel de cumpleaños para ti aquella vez.

—Lo recuerdo.— La niña había comenzado a jugar con los cubiertos cerca de ella.— La verdad estaba algo dulce para mí.

Tony soltó una leve risa.

—¿Que tal va la búsqueda de nuevos cocineros?— Pregunto Lily pasando el dedo por la curva de la cuchara.— He escuchado que nadie ha quedado aún.

—Aun faltan varios.— Le explicó Tony a Lily.

—Espero que el cocinero que elijan sea mejor persona que Adam.— Pidió volteandolo a ver.

—Ojala que nunca te escuché decir eso.— Le dijo comenzando a reír.

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—Hola, ¿Conoce el Langham?— Sebastián se encontraba ya en Londres, había viajado hasta allá para probar en un restaurante que hace poco había conseguido su tercera estrella Michelin.

Después de haber recibido varias indicaciones y no tener idea de nada decidió que era mejor tomar un taxi y pedir que lo llevarán ahí.

—Gracias.— Agradeció el chico tomando su mochila y saliendo del auto.

Camino a la entrada y abrió las puertas, una niña jugaba en una de las mesas con la servilleta cuando se interrumpió para mirarlo y sonreír amablemente. El chico la saludo con la mano desde lejos y regalándole una sonrisa que hizo que la pequeña se sonrojara levemente.

—Hey, ¿Sabes en dónde está Tony Balerdi?— Pregunto el chico acercándose a la mesa de la niña.

—¿Para que lo quieres?

—He venido para la prueba de cocineros.— La niña sonrió con entusiasmo.

—En la cocina.— Le dijo señalando una puerta blanca.

—Gracias linda.— Agradeció el chico caminando a la puerta.

Se paro frente a estas y las abrió atrayendo las miradas de las personas dentro de la cocina.

—¿Tony Balerdi?— Pregunto esperando tener una respuesta.

—Disculpa, ¿Tu quien eres?— Un hombre alto, con barba y un uniforme blanco lo miraba de lejos.

—¿Quién eres tú?— Se defendió.

—Soy Adam Jones, chef de este restaurante.

Sebastián cerro los ojos dándose cuenta del error que acababa de cometer.

—Lo siento chef.— Se disculpo acercándose.— Soy Sebastián, vine para la prueba de cocineros.

Las puertas detrás de él se volvieron a abrir, un chico con un traje azul marino entraba mirando unos papeles distraído.

—Lily me ha dicho que un lindo chico vino para las pruebas, seguro que no debe tardar en...— Tony levanto la mirada cruzandose con la de Sebastián.— Eres tu.

—Soy Sebastián, debes ser Tony Balerdi.

—Si bueno, el chico es un irrespetuoso, no lo quiero en mi cocina.— Replicó Adam mientras decoraba un plato.

—Con todo respeto, no vine aquí a agradarle, vine a cocinar.— Adam alzó la mirada con molestia.

—Si logras sorprenderme, estás dentro.— Aseguro haciéndole un gesto indicando que comenzara a cocinar.

Sebastián miró a Tony, el chico lo miro y le hizo un movimiento con la cabeza.

—Hecho.— Se descolgó la mochila de los hombros y saco una cinta color blanco que se colocó en la frente, sintió las miradas sobre el.— No me gusta cocinar sin la cinta.

Tony sonrió con ternura pero desvaneció su sonrisa al instante.

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—Es bueno Adam.— Dijo Helene.

—Es muy bueno.— Afirmó Tony.

Adam estaba sentado en una de las mesas del restaurante, mirando el plato frente a el.—Tiene talento y le gusta la perfección.

—Si tu no lo contratas buscará otros lugares.— Dijo Tony mirando a Adam.— Tiene el talento necesario como para igualarte.

—Esta dentro.— Adam miraba al chico sentado en la misma mesa de Lily jugando con su celular.y aún con la cinta y la filipina azul aún puesta.

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—¿Cómo supiste de Tony?— Pregunto Lily a Sebastián que estaba centrando su atención en su celular.

—Bueno, es el chico que soporta a Adam Jones, había escuchado de él pero no le tome importancia.— Apagó su celular y se acercó más a la niña.— Es demasiado gruñón.

—Todo el tiempo.— Río Lily.

—Escuche a tu madre hablar con Tony sobre tu cumpleaños.— Sebastián miraba a la niña con amabilidad.—¿Cuando es?

—Dentro de 8 días.

—Si me lo permites, quiero probar mis habilidades en repostería, se que estoy dentro por qué lo han pensado bastante, si mi plato fuera horrible ya no estaría aqui.— Le dijo a la niña que sonrió por qué sabía que quería decir.— Así que, ¿Puedo hacer tu pastel de cumpleaños?

Lily asintió con felicidad y miró en dirección a los tres adultos que se dirigían a ellos.

—Estas dentro.— Dijo la voz de Adam.— Pero está es mi cocina, mis reglas.

—De hecho es de Tony ¿O no?— Las mejillas de Adam se encendieron de vergüenza.— El paga todo aquí, estás aquí por el. Así que se más agradecido.

—Tiene actitud.— Dijo Helene a Tony riendo suavemente.— Me agrada.

—Comienzas mañana.— Tony le tendía una nueva filipina blanca.

—Gracias.— Sebastián la tomo y se levantó de la mesa, miró a Lily e hizo una reverencia.— Señorita.

La niña sonrió e igualó el color de las mejillas de Adam.

—Tony, Chef, señorita.— Los nombrados se giraron para ver a Sebastián haciendo una reverencia frente a ellos.— Nos vemos mañana.

El chico salió del restaurante con una sonrisa para dirigirse a su hotel.

L'amour en cuisineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora