un mundo impecable, una utopía, pequeño pero a su vez enorme, los chicos amaban vivir allí.
un reino magnífico para trece muchachos donde la comida era ideal, los paisajes extraordinarios
¿qué mas necesitaban? ¿qué les faltaba? su hogar era perfecto...
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el orden, el orden lo era todo, por suerte los chicos seguían ese orden. jeonghan le gustaba llevar todo de manera correcta, sin errores, no quería repetir ningún error del pasado
—uno a uno tomen una servilleta y llévense un pedazo de ponqué
sin el orden, todo seria desastre y caos, gracias al cielo estaba él, bueno, no tanto al cielo
—hyung, ¿qué hay para beber?
—jugo de mora o naranja, el que quieran, pero sírvanse con cuidado, no hagan daños
los últimos días jeonghan estuvo algo decaído, por suerte sus muchachos no se habían dado cuenta, siempre están en las nubes, solo piensan en jugar, comer y divertirse
a veces olvidaba sus tristezas por los chicos, la mayoría del tiempo ellos lo juntaban para que hicieran cosas juntos
—dino, ¿quieres mas? me llene
—si mingyu hyung —tomo el ponqué de las manos de su hyung-
—¿quien quiere mas jugo de mora?
—yo junnie
—yo igual —jun acerco la jarra a los dos chicos que les apeteció mas—
ese día para algunos era extraño, el sol no brillaba como siempre, las nubes eran oscuras, no mucho, pero no eran blancas puras como lo son normalmente
—ay no
—todos adentro —jeonghan ordeno, las gotas empezaron a ser mas grandes— corran
en definitiva algo andaba mal
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