Sobre Sus Piernas [Terminada]

'Parte 3'

Pasados quince minutos, nadie había dicho una sola palabra. Tuve que empezar yo.
- ¿Cómo te sientes?
- Bastante cómodo, no pesas nada. – Dijo Camilo.
- ¿Y tú, amor, tienes suficiente espacio para conducir? – Le pregunté a mi marido tratando de verle por encima del televisor.
- Para conducir no tendré problemas, pero para verles las caras sí. Parecen estar bastante apretador allá atrás. – Dijo entre risas.

Encendió la radio, puso uno de esos CDs de Queen que tanto le gustan y el coche y él se hicieron uno; suele perderse cuando están presentes sus dos pasiones: La música y los viajes.

Mientras Mercury cantaba, empecé a sentir algo duro en mi trasero, creí que se trataba del teléfono celular de Camilo, quizá lo tenía en algún bolsillo, pero lo hubiera notado desde el primer momento. Mi hijastro no decía una sola palabra, estaba bastante tensionado, entonces supe que era lo que estaba sintiendo. “Dios mío”, pensé, mientras lo sentía cada vez más grande.

Mi vestido se había levantado un poco más y las manos de Camilo estaban en mis caderas. No sabía si él podía notar lo alto que estaba mi traje, pero no me disgustaba la idea que siguiera subiendo. Apenas teníamos media hora en carretera, aún faltaban cuatro horas de viaje, no sabía qué pensar, pero lo que estaba ocurriendo comenzaba a calentarme. Sabía que mi marido no podía ver lo que pasaba atrás, el televisor bloqueaba su mirada, sin mencionar que estaba concentrado en el volante, y en su música. Mi hijastro acomodó su cuerpo, cuando lo hizo, su pene se ubicó en la división de mi cul0.
- ¿Estás cómodo? – Le pregunté.
- Sí, Valeria. Me siento muy bien aquí. ¿Tú cómo vas?
- Me gusta cómo me siento. ¿Se están cansando tus brazos?
- Un poco.

Tomé sus manos y las puse palmas abajo sobre mis muslos.
- ¿Mejor?
-  Mejor.

Sus pulgares descansaban en la parte interior de mis piernas. Deseaba que él los moviera me y tocara, pero sabía que no haría eso. Así que tuve que actuar.

Continuará...