𝑻𝒉𝒊𝒓𝒅 𝑪𝒉𝒂𝒏𝒄𝒆 ˚₊·

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La tercera vez que se cruzaron, Johnny tenía que coger un vuelo importantísimo a Corea y se estaba impacientando. No pasaba un taxi y faltaban pocos minutos para llegar al aeropuerto antes de que despegara su avión.

El retrasarse no estaba en sus planes, pero no contó con que su madre se pasaría toda la tarde llorando por su partida y con que su padre le pidiera sacarse fotos con él en todos los lugares a los que habían ido juntos en Chicago.

Olivia ya había cumplido su mayoría de edad. Y había sido aceptada en la carrera de Protocolo y Organización de Eventos en la Universidad de Nueva York, con una Beca bastante generosa, además.

Sin embargo, la beca solo cubría el coste de la universidad, como la matrícula o material necesario para estudiar, pero no los gastos personales o la estancia, y al ser una ciudad bastante turística, el dinero que había ahorrado desde la infancia se le estaba acabando. Así que iba caminando a casa tras una importante entrevista de trabajo con un nudo en la garganta pensando como pagaría el alquiler de su piso cuando no le quedara ni un centavo, si no la cogían en aquella cafetería.

Cuando vio que un taxi se acercaba, alzó la mano para que se detuviera a su lado, Johnny, que casualmente estaba frente a ella, hizo lo mismo, más ella ni siquiera se percató. Estaba absorta mirando su cartera y pensó que debería ahorrar en exceso ante la situación en la que se encontraba, por mucho que quisiera llegar rápido a su casa y tirarse en la cama a llorar. 

Johnny miró hacia atrás y vio a Olivia inmersa en su cartera.

—Disculpa, ¿vas a tomar el taxi? —preguntó agitado. Quizá tuviera prisa, pero Johnny era ante todo educado.

—No, todo tuyo. 

Y comenzó a caminar de nuevo, con la cabeza gacha. Tenía la certeza de que, si levantaba la mirada, lloraría, y no lo haría frente a un extraño.

Johnny agradeció, metiendo su maleta en el maletero y adentrándose en el taxi. Olivia levantó su mano restándole importancia mientras miraba como sus zapatos golpeaban algunas piedras sobre la acera, desganada.

Poco sabía ella, que ese taxi que cedió, hizo que Johnny llegara a tiempo para tomar su vuelo a Corea y comenzar la gran y exitosa nueva vida que le esperaba. Quedó bien ante su jefe al haber llegado a tiempo y además le aseguró un puesto en uno de los grupos que se estaba formando en aquel entonces. Su sueldo aumentó, y también lo hizo su popularidad y reputación.

Ella le había ayudado sin siquiera saberlo.

𝟲 𝗖𝗛𝗔𝗡𝗖𝗘𝗦 ੈ✩‧₊˚ | 𝑗𝑜ℎ𝑛𝑛𝑦 𝑠𝑢ℎDonde viven las historias. Descúbrelo ahora