Mi diario: cristales rotos

cristal.

Me quedo unos minutos más fuera del agua,  después decido salir.

Ya que el lleva unos minutos sentado en la toalla mirando al horizonte,  nunca mejor dicho.

Mi ropa esta empapada.

Por suerte hoy no me e puesto ropa interior de encaje, sino uno liso de color granate.

Me dispongo a quitarme la camiseta, me lo pienso unos minutos y hay algo que me lo impidel.

Pero recapacito, a ver no soy una chica delgada más bien estoy gorda, pero no voy a permitir que mis inseguridades o mis defectos me impidan proseguir con mi vida o no poder pasármelo bien, este es mi cuerpo y forma parte de mi, y aunque aún no la haya conseguido tengo que aceptar que mi cuerpo es como es, lo tengo que amar así,  y si lo quiero cambiar que sea por mi, no por que me preocupe lo que piensen los demás.

Me quito la camiseta y el gira la cabeza para fijar la mirada en mi.

-Qué fácil te desnudes ante un tío.

-Primero no estoy desnuda, segundo si no me hubieses tirado al agua no estaría el ropa interior, así que callate.

-Quien sabe si te abrías desnudado o no? - dice guiñandome un ojo.

-Yo lo se- dijo devolviendole el gesto.

En cuanto me voy a quitar los pantalones surge un pequeño percance y es que los pantalones de cuero se han a gustado a mi cuerpo y para empeorar las cosas la cremallera que esta situada en mi trasero se a quedado encallada, forcejeo un poco con ellos pero no sirve de nada.

Veo que Damián se levanta y se acerca a mi.

-Date la vuelta.

-Y porque iva a acerté caso si me acabas de tirar al agua con la ropa puesta?

-callate y girate.

Me giro de manera que quedo de espaldas a el, pone sus manos sobre mi cintura, no son rasposas más bien suaves, desliza sus manos hasta mis caderas y con ese gesto un escalofrío recorre toda mi espalda y se me ponen los pelos de punta,con suavidad baja la cremallera de mi pantalón. Baja la mano hasta mis muslos y tira de la parte de abajo de los shorts, estos caen al suelo.

-Cuando haces las cosas despacio y sin estresarse son más fáciles de conseguir.

Dice aun sin quitar las manos de encima mio.

-No me extreso yo, es que tu me provocas estrés.

-y por lo que parece también provocó otras cosas.

-Sí ponerme de los nervios, quítate de encima y vamos al agua.

-No pienso ir al agua.

-Porque?

-Porque no me gusta.

-Vale aburrido, pues voy yo sola.

-Haz lo que quieras.

Me voy a al agua y el vuelve hacia la toalla a allí veo que se quita la camiseta,  y dios por poco se me salen los ojos,  su dorso estaba perfectamente esculpido, sus tatuajes eran más grande de lo que imaginaba, y esos pectorales son demasiado.

Se gira y cuando pienso que no puedo ver nada mejor me encuentro con un enorme tatuaje de un angel caído, pensaba que lose le parecían interesantes estoy alucinando, es el mejor tatuaje que e visto incluso mejor que el mio, lo único que me preocupa es que parece ocultar dos cicatrices en la zona de los omóplatos.

El se tumba y se a acabado la diversión, me pongo a nada un poco, y cuando vuelvo la mirada para la toalla, el ya no está en ella, me giro y para mi sorpresa esta detrás mio, me sobresalto y le grito.