Baby don't like it: All for love - Johnten [Adaptación]

Capítulo 13

Johnny cerró la puerta y se acercó a la cama. Ten abrió los ojos, lo miró y sonrió. Se inclinó y apartó el pelo rojo de la cara de su compañero.

—Me puedo mover un poco, —dijo Ten mientras apretaba y aflojaba el puño.

—La magia dañó permanentemente tu sistema nervioso. Por eso no puedes moverte.

Ten sonrió.

—Lo sé. Esa siempre fue una posibilidad. ¿Ahora qué? No me puedo ir. ¿Me enviarás lejos? —La voz de su compañero se quebró.

Johnny negó con la cabeza.

—Yo estaba enojado. Enviarte fuera fue un error. Traté de imaginar mi vida sin ti, pero no pude. Quiero terminar el apareamiento.

Ten le dedicó una sonrisa triste.

—Mentí. —Sacudió la cabeza. —No iba a plantar el archivo, pero deshacerme de él era demasiado permanente. Me habría matado.

—Está bien. Hablaremos de eso más tarde. —Johnny frotó la mejilla de Ten. —Quiero que te quedes conmigo para siempre. ¿Serás mi compañero?

Los ojos de Ten se abrieron.

—¿Cómo nos apareamos por completo?

—Necesitamos abrir nuestras mentes mientras conectamos nuestros cuerpos. Entonces nuestras almas se unirán. Después, no hay vuelta atrás.

—Hemos hecho eso.

—El sexo ayuda. Forma una conexión débil, pero ese vínculo puede romperse. Un apareamiento completo, con un demonio, une nuestras almas. Debe hacerse a nivel emocional y físico. Los dos nos hemos estado conteniendo.

—No puedo tocarte. Apenas puedo moverme.

—No importa. Solo tienes que abrirte, compañero.

—Johnny, deja de fingir—. Una lágrima se deslizó por la mejilla de Ten. —Lo entiendo. Estoy más dañado que antes. No hay vuelta atrás. No me puedo mover. No necesitas eso en tu vida. Quiero que seas libre.

—¿Por qué no crees que somos compañeros? Te dije la primera noche que el destino nos unió. Eres mío.

—Porque intentas hacerme sentir mejor. No soy alguien con derecho a un compañero. Johnny, he hecho cosas horribles. Espiaba al Consejo e informaba a mi padre como un buen perrito. Traje evidencia incriminatoria a este territorio. —Ten cerró los ojos. — Sé que no me creerás, pero nunca planeé plantar la información. Tenía miedo de deshacerme de eso. Luego pensé en usarlo contra mi padre, pero el Anciano Taeil no quería ser parte de eso.

—Suficiente, —ordenó Johnny. El otro hombre podía suplicar y cambiar todo para hacerse parecer el villano. Johnny tardaría un tiempo en demostrarle a Ten que era más una víctima. Podía llevar décadas, pero no se rendiría. Se inclinó y plantó suaves y tiernos besos a lo largo del cuello de Ten. —Sé que no puedes moverte bien, pero puedes sentir—. Frotó el pecho de su compañero. — ¿Puedes sentir mis dedos?

Ten asintió con la cabeza.

—¿Qué estás haciendo?

—Voy a plantarme dentro de ti y terminar el apareamiento. Eres mío. Ni siquiera tú puedes negar eso.

—No, no puedo. No soy... —Ten se mordió el labio para evitar que las palabras salieran.

—¿No eres qué? Mi compañero. —Johnny usó sus uñas y deslizó las puntas afiladas por la camisa de Ten, dividiendo la tela en dos. —Al final, podrás negar el vínculo, pero por ahora solo siente lo que te estoy haciendo.