[🔥] O2

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Al llegar a su hogar, entró sin hacer tanto ruido y así dejar sus llaves en el sillón y su saco en el perchero al lado de la puerta

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Al llegar a su hogar, entró sin hacer tanto ruido y así dejar sus llaves en el sillón y su saco en el perchero al lado de la puerta. Pero cuando la luz se prendió sobresaltándolo y quedarse en su lugar cerrando los ojos y maldiciendo porque fue descubierto.

— ¿Sabes la hora que es? —preguntó la voz de su prometido, solo volteó a mirarlo con una sonrisa.

— Hola mi amor —se fue acercando a aquel albino, quien lo miraba con el ceño fruncido— se que es la hora en la que podemos dormir y en la que puedo abrazarte, es la hora en la cual me encantaría estar todo el día —dijo y así tomó su manos.

— Rubén, te estoy hablando enserio —se soltó del agarre mientras se cruzaba de brazos— se que el trabajo es importante, pero joder chaval, trabajar hasta estas horas no es sano y lo sabes —si supiera que amaba sus extras horas de trabajo y las cumplía tan entusiasmado, oyó el suspiro del contrario— me preocupo por tí, por algo no acepté este... —miró ambas manos del castaño, notando que no tenía su anillo de compromiso puesto— anillo. ¿Dónde está tu anillo, Rubius? —conectaron sus miradas verdes, el más alto abrió los ojos sorprendido por la pregunta, mirando ambas manos y maldiciendo internamente, por segunda vez, a que se olvidara el anillo en la casa del azabache— ¿Vas a responder o te quedarás como un bobo ahí parado?

Suspiró— Creo que lo dejé en la oficina al ir a lavarme las manos, no quería que se mojara —realmente odiaba aquel anillo y solo era un recuerdo de lo que más había detestado en su vida. El matrimonio.

— Ya, no soy idiota —desvió su mirada, el castaño solo rodó los ojos, para acercarse y envolver al albino en un abrazo.

— Willy, cariño, sabes que te amo y lo que sea que se te haya pasado por la cabeza, descártala —obviamente no se equivocaba al pensar en lo que hacía su futuro esposo, pero el castaño necesitaba que confíe ciegamente en él aún— sabes que eres y siempre serás el primer chico al que amo, no importa que —tomó su rostro, para que ambos orbes esmeralda se conecten— solo tú, ¿vale?

El contrario asintió con una sonrisa, para luego lanzarse a probar los labios de su novio. Este correspondió, aunque no le gustara la cercanía o el contacto con aquel albino, solo trató de evitar alejarlo y la imágen de su jefe pasó por su cabeza, como si lo estuviera besando a él y fuera aquel azabache quien en esos momentos lo abraze por el cuello y empieze a soltar jadeos por las caricias que proporcionaba en su cuerpo. Realmente lo extrañaba y necesitaba, tanto que hasta debe imaginarlo y sentir que enserio está justo con él. Estaba jodido, jodidamente mal.

Miraba aquel pequeño aro de oro, suspiró mientras miraba el nombre que estaba tallado en la superficie y eso solo le hizo pensar en todo lo que hacía con aquel castaño desde aquella vez en su oficina

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Miraba aquel pequeño aro de oro, suspiró mientras miraba el nombre que estaba tallado en la superficie y eso solo le hizo pensar en todo lo que hacía con aquel castaño desde aquella vez en su oficina. ¿Cómo dejó que todo se saliera de control? Tan fuera de sus manos, lo volvía loco, pero le encantaba que aquel chico de orbes esmeralda lo hiciera volverse loco y que logre convencerlo siempre en todo.

¿Estaba mal lo que hacían? Claramente, pero él ni sentía nada por su prometida, estaba claro. Ambos eran buenos amigos, lo seguían siendo, pero por sus padres y el bien de las empresas, deben casarse y así ser una de las familias con tanto poder.

— ¿Qué tal te fue con el tontito? —preguntó una voz femenina, miró hacia la puerta de la habitación y sonrió al verla con una sonrisa y apoyada en el marco de la puerta.

— Sabes la respuesta a eso, Akira —asintió, para acercarse y sentarse al lado de él en la cama, él fijó nuevamente su mirada en el anillo.

— ¿Es de él? —asintió lentamente, la rubia hizo una mueca con sus labios— Sabes a lo que te orillabas Samuel, esto no era un jueguito de adolescentes, él está comprometido y por más que duela... —asintió, dándole la razón, para ponerse el anillo en su dedo anular y mirar a la contrario.

— ¿Nieves dijo que no? —ella solo hizo un puchero, cruzándose de brazos, el azabache dejó salir una carcajada.

— Me ha ignorado las llamadas y mensajes, realmente no le gusto que le dijera aquello —suspiró, pero luego se unió a las risas de su amigo— Ya joder, basta de burlarte de mi desgracia.

— Es que realmente no me imagino como Nieves puso su cara cuando le dijiste sobre que estabas embarazada, te dije que era mala idea probar la bromita —la contraria rodó los ojos.

A pesar de estar amarrados el uno al otro, sabían que nunca habría amor entre ambos, solo un gran cariño de hermanos desde que se conocieron. Pero debían aparentar ser la pareja que sus padres querían, frente a todas las personas y periodistas. Debían seguirle a la fachada de pareja perfecta.

Solo ellos sabían el secreto del otro y ambos entendían, que sus corazones tenían dueño.

Solo ellos sabían el secreto del otro y ambos entendían, que sus corazones tenían dueño

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855 palabras—

Se os quiere <3

Se os quiere <3

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Natssu🌠

Solo satisfacción || Rubegetta ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora