𝑤𝑜𝑟𝑑𝑠 𝑖𝑛 𝑎𝑛 𝑢𝑛𝑑𝑒𝑙𝑖𝑣𝑒𝑟𝑒𝑑 𝑙𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟.

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Se volvió de madrugada aquí, mientras intentaba con todas mis fuerzas encontrar la frase o palabra exacta para poder comenzar a escribirte

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Se volvió de madrugada aquí, mientras intentaba con todas mis fuerzas encontrar la frase o palabra exacta para poder comenzar a escribirte. Pensaba que al menos podría lograr eso, un simple conjunto de letras que me ayudasen a entonar un triste verso que reflejara lo que pasa por mi mente en este momento, pero no pude hacerlo. Las palabras que solía utilizar para referirme al amor que sentía por ti ya no existen en mi cabeza, dejaron de tener significado hace mucho tiempo, cuando decidiste marcharte sin el más mínimo sentido ni explicación que me auxiliara mientras intentaba comprender tus razones.

Ya ningún método me ayuda a dormir como antes. Las pastillas recetadas por mi psiquiatra no me sirven de mucho, cada madrugada despierto con la respiración agitada, el pulso a cien y empapado en sudor, siempre por las mismas imágenes instauradas por mi subconsciente. Sólo te veo a ti, sonriendo parado frente a mí, con tus brazos estirados esperando a ser correspondido en un abrazo que podría no terminar jamás, pero que, de hecho, nunca empezó.

Recuerdo con exactitud el momento en el que nos conocimos. Recuerdo esa plaza, con esa enorme fuente de agua instalada en su centro, y decenas de parejas caminando agarradas de la mano mientras escuchaban el cantar de los pájaros que denotaban su poder sobre el cielo. Recuerdo la forma en la que sonreíste disimuladamente cuando tropecé con un cascote en el suelo y terminé totalmente ruborizado por la vergüenza.
Y también recuerdo, como si fuera la parte más importante del comienzo de nuestra historia, que me extendiste tu cálida y suave mano cuando los demás a nuestro alrededor solo ofrecían risotadas y murmullos ahogados sin justificación.

Recuerdo eso y mucho más, mi querido Taehyung. Siempre lo hago.

Pienso en esos años, por supuesto que sí. Me hubiese encantado poder haber compartido más tiempo contigo durante esa época. Durante esas décadas antiguas, en las que solíamos recitarnos y escribirnos pequeños poemas de amor en trozos arrugados de papel. Llegan vagamente a mi cabeza imágenes de ti tocando el piano ubicado en el medio de nuestra sala, entonando pequeños acordes de esa música clásica que tanto te apasionaba, mientras siento cómo mis ojos se nublan por las pequeñas lágrimas perladas que comenzaban a surcar sin decencia.
Lo recuerdo, porque intento atesorar cada detalle que me permita mantenerte conmigo hasta el final de mis días, mi bonito Taehyung. Aún sigo buscando una manera de explicarme la razón por la que te fuiste de mi lado sin siquiera despedirte.

¿Tú de verdad querías partir, mi tierno y dulce amor? Me pregunto esto todos los días. Lastimosamente, jamás obtengo respuesta.

Aún llevo conmigo ese frasco lleno de frases de amor que me regalaste para mi cumpleaños. Cuando me recuesto sobre nuestra cama y comienzo a leerlas, intento imaginar que estás a mi lado observándome con tu brillante y bonita sonrisa cuadrada, emocionado y avergonzado al mismo tiempo por conocer mi reacción. Y créeme, mi bonito Taehyung, que nunca nada me había emocionado más en mi vida que ese regalo.

Sin embargo, mentiría si dijera que no he intentado dejarlo abandonado en cualquier punto de la ciudad al que voy, especialmente en esa plaza en la que nos conocimos.

𝖫𝖾𝗍𝗍𝖾𝗋 𝗍𝗈 𝖳𝖺𝖾𝗁𝗒𝗎𝗇𝗀 ; os.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora