Cuando MinGi entró a la cocina, se puso a buscar todos aquellos utensilios que le servirían.
En cuanto encontró el arroz, tomo un recipiente de aluminio para vertirle agua y posteriormente colocar una pizca de canela y una cantidad suficiente de arroz.
O al menos eso era lo que veía que le ponía su mamá cada vez que hacía esa agua.
Encendió la estufa y colocó dicho recipiente. En lo que hervía, decidió matar el tiempo buscando los demás ingredientes, que serían la leche, la esencia de vainilla, la azúcar, el agua, el hielo y lo más importante, la jarra en dónde lo colocaría.
Pasados unos 15 o 20 minutos, aquella mezcla comenzaba a hervir, así que decidió esperar un poquito más para apagarle y posteriormente esperar a que se enfriara, pues si algo le había dicho su mamá, era que debía de dejar enfriar aquel hervor para que su agua quedara diez de diez.
Su cabecita hizo click cuando se dió cuenta de que hacía falta algo, la licuadora, pues no echaría el arroz entero porque si no sus compañeros lo colgarían.
Buscando aquí y buscando allá, por fin encontró la dichosa licuadora. Para esto ya había pasado un buen de tiempo. Sí, se tomó media hora buscando la dichosa licuadora, pues gracias a SeongHwa y su obsesión por la limpieza no la encontraba ya que el mayor la había escondido muy bien para evitar accidentes.
Con cuidado, colocó lo que se encontraba en el recipiente para después licuarlo y posteriormente colarlo en la jarra en dónde haría el agua.
Una vez que hizo eso, colocó el hielo, el agua, la leche y la azúcar, para después comenzar a mezclar aquellos ingredientes.
Pero oh sorpresa. Faltaba un ingrediente. Sí, la esencia de la vainilla.
El chico, estiró su brazo hasta dónde se encontraba dicha botella.
Una vez que la abrió, un dulce aroma se filtró por sus fosas nasales, sus ganas por probarla incrementaba cada vez más, pues desde pequeño siempre había querido hacer eso, sólo que su mamá nunca se lo permitía porque según ella, a pesar de oler muy bien tenía un sabor muy amargo.
Es por eso, que a sus 21 años, MinGi aún sigue con las ganas de probar aquella esencia, porque dentro de su mente, se imaginaba un sabor dulce que le encantaría, algo así como el agua de raíz.
Cabe mencionar que la lógica del alto era que si algo olía bien, por lógica debía de saber bien. Pero pobre MinGi, no sabía lo que le esperaba.
Al principio se negó a probarla, pero conforme avanzaban los minutos, sus ganas aumentaban.
¿Qué podría salir mal? Se dijo a sí mismo mientras se dirigía al cajón de las cucharas para tomar una y en ella, vertir una poca de esa esencia. Porque sí, Song MinGi probaría aquello aunque su madre se lo haya prohibido desde el inicio.
En lo que se servía, ese olor se volvía más y más sabroso, hasta que en una de tantas ya no aguantó más y bebió aquel líquido.
Mala idea. Mala opción.
Una sensación desagradable se hizo presente. Siempre pensó que la vainilla sería tan dulce como su olor pero al parecer no fue así.
Claramente sentía como su garganta se quemaba, así que optó por salir corriendo de la cocina para dirigirse al baño y posteriormente enjuagar su boca para quitar aquel sabor y sensación.
En cuanto los chicos lo vieron salir corriendo, se miraron entre sí preocupados. San fue a la cocina y no vio nada raro. Pensó que tal vez sería algún dolor estomacal o algo por el estilo.
Hasta que una cuchara junto a una mancha café sobre la mesa lo hizo retractarse de sus palabras.
Tomó aquella cuchara y en cuanto lo hizo, el olor de la esencia de la vainilla se hizo presente.
Díganme qué no es cierto. Pensó San en aquel instante.
Salió de la cocina para después ir al baño a ver cómo estaba MinGi, los menores le habían dicho que el alto les había asegurado que todo estaba bien y ellos le creyeron. Sin embargo, San sabía que eso no era así.
Tocó dos veces la puerta hasta que un MinGi salió del baño con una expresión de asco en el rostro. Expresión que cambió en cuanto San habló.
- Por favor dime qué no te tomaste una cucharada de vainilla Song MinGi -
Para este punto, el alto tenía que inventar una buena excusa.
- Claro que no hyung, no es como si hubiera tomado una cucharada de vainilla para probarla y después sentir como me quemaba y...oh rayos, ¿La regué cierto ? - Cuestionó una vez que se dió cuenta de las palabras que había dicho.
San asintió.
- Prométame que no dirá nada hyung, por favor - Suplicó mientras juntaba sus manos y hacia un puchero intentando convencer a su mayor.
- Yo no diré nada si prometes no volver a hacerlo y... -
- Se lo prometo por San Jisoo, hyung, no lo volveré a hacer -
- Yo no diré nada, seré una tumba. Mientras, reza porque SeongHwa hyung no se dé cuenta de que le bajaste casi un cuarto a la botella porque si se da cuenta, serás poste muerto -
- Oh shit -
- Vamos Gigi, tienes que terminar esa agua a como de lugar porque Yunnie y Sanggie ya vienen en camino.
Ambos chicos bajaron. El mayor regresó a su posición inicial y el menor se dirigió a la cocina, regañándose mentalmente y prometiéndose no volver a dejarse llevar por ingredientes con olor dulce pero sabor horrible.
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⇻ Agua de Horchata ♡ Ateez
Humor☆ Escrita por: Sori Moon ☆ 。 。 Los calores en Seúl han estado en su máximo esplendor, en uno de aquellos días, MinGi decide hacer agua de horchata para refrescarse al menos un rato. ¿Qué podría salir mal? 。 。 。 。 。 。 。 。 ☆ Situación random, histor...