3. Ven Aquí.

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La noche fría del día anterior se había convertido en un fuego ardiente durante su encuentro, eran las cinco de la mañana y viste al pelinegro durmiendo. Estaba tan tranquilo que te daban ganas de brincar sobre él y hacerlo enfadar, pero ya no eras esa niña ilusa de diecisiete años.

Recogiste tus ropas y te vestiste apresurada, el mayor te había tomado con fugor pero eso no te salvaría de un sermón sobre la moral de parte suya. Cuando terminaste de vestirte le escribiste una nota de despedida y tomaste tus zapatos entre tus brazos para no hacer ruido al salir.

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Habían pasado una horas para que Shota despertara lentamente buscando con su brazo el celular aún con los ojos cerrados para ver la hora; pero lo único que encontró fue un vacío muy grande al lado suyo. Eso fue raro para él, su cama no era tan grande así que abrió los ojos encontrando la recamara del motel al que había ido.

Había olvidado por completo que estaba aquí, pero todo le llegó de golpe recordando la apacionada noche con su ex-alumna.

Busco por todos lados una señal de ti pero no encontró nada.

Cuando tomó su celular sintió papel, era una nota de color rosado; la abrió y vio tu perfecta caligrafía. La nota decía algo que le sacó una sonrisa y a la vez un escalofrío.

siento tener que irme Shota, tengo muchas cosas que hacer y realmente no quiero escuchar sus regaños como en los viejos tiempos; si quieres hacerlo de nuevo no dudes en llamarme, por mi parte es seguro que querré tenerte tan profundo de mí. ”

Atte: la chica de la app; Besos.

Aizawa tomó su cabeza y suspiro, no estaba seguro de sí te estabas bien con todo lo que pasó pero realmente él no quería problemas.

Tomo una ducha en el baño del hotel y se vistió para salir.

Caminando por las calles miro su celular, eran las ocho de la mañana y tú ya habías subido algo a tu perfil.

Una fotografía tuya desayunando en un lugar costoso, realmente te estabas dando la buena vida. Habían pasado minutos desde esa actualización así que camino por las calles para encontrar el lugar; lo conocía ya que alguna vez Toshinori Yagi los invito al lugar a él y a los estudiantes.

Se acercó a las paredes de cristal del restaurante y te vio sentada cómodamente mientras tomabas un café,  tenías las piernas cruzadas y una mirada suave que derretiria a cualquiera. Ciertamente ya no parecías la misma niña mimada e imprudente que eras antes, ahora le dabas la impresión de ser una mujer de clase alta con mucha seguridad.

Los meseros se acercaban a tu mesa con sonrojos en el rostro y sonrisas que delataban sus intenciones.

Aizawa se sintió un poco frustrado, pero calmo a su mente pensando que era porque le preocupaba su antigua estudiante.

Aizawa: No debería estar aquí, lo que hice está mal y no debe repetirse.

Eso es lo que decía mientras aparentaba los puños con molestia mientras miraba como le sonreías a los chicos con esos labios que le encantaban, con esos labios que ya había probado que ahora quería más negaba que fueran solo de él.

Aizawa: Esto es absurdo...

Dijo para darse la vuelta e irse.

¡Ya no soy su estudiante! {Aizawa X Tú} +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora