"Esa sensación de escape al leer un libro no tiene precio... la sensación de paz, se seguridad y de tranquilidad. Como si la realidad no pudiera perturbarte mientras te sumerges en la preciosa fantasía... leer y disfrutarlo es para los verdaderos soñadores y los soñadores siempre triunfarán en el mundo."—Ange 🌹✨🔥
...
—"Si; la vanidad es una debilidad, desde luego. Pero el orgullo... Cuando hay una verdadera superioridad de espíritu, el orgullo siempre estará sujeto a un buen régimen." Elizabeth se volvió para disimular una sonrisa. "Supongo que ya abra concluido usted su examen del señor Darcy. Dijo la señorita Bingley. Dígame, se lo ruego: ¿cual es el resultado?"—narraba la pelirroja apasionadamente.
Ya llevaba más de una hora junto al señor Blythe leyendo aquella obra de arte hecha por Jane Austen, había preparado unas tacitas de té ya que creía que a John—como el le había pedido explícitamente que lo llamara—le sentaría bastante bien.
Iba por la página setenta y cinco, y la verdad el mayor de los Blythe estaba encantado con la forma de narrar que tenía Anne... le recordaba a cierta joven de cabellos castaños cuando leía sus poemas.
Por otro lado cierto joven de rizos negros iba en dirección a su hogar con los brazos llenos de leña, había ido a cortarla para que el lugar permaneciera más cálido y su padre no sufriera tanto las consecuencias del invierno por su enfermedad.
Claro que se asusto a sobremanera cuando vio la puerta de la casa abierta de par en par así que tiro toda la leña y entro corriendo.
—¡Papá! ¡PAPÁ!—gritó revisando algunos rincones de la planta baja y resbalando un par de veces por la desesperación, grande fue su sorpresa al encontrar a su padre riendo amigablemente con cierta pelirroja de trenzas y mejillas sonrosadas mientras tomaban una taza de té como si fueran comadres de toda la vida.
Si, porque esa imagen le parecía la misma que había visto la otra tarde al ver a Rachel Lynde y Marilla Cuthbert en una de sus reuniones "amistosas" aunque claro, medio pueblo sabía que era para obtener cotilleos jugosos.
—¿Papá...?—preguntó esta vez, algo inseguro y nervioso. Desde hace un tiempo le venía sucediendo el hecho de sentir una sensación extraña en el estómago al ver a Anne.
—¡Oh Gilbert! Esta encantadora jovencita vino a traerte unos libros de la escuela, y no pude evitar pedirle que me lea un poco—comentó—también preparó un poco de té—señaló sus tazas—le salió delicioso por cierto, deberías enseñarle a Gilbert algún día a prepararlo... su té ehm... bueno.
El pelinegro fingió falsa indignación—¡Pero si mi té es delicioso!—protestó.
—No es por ofender hijo...—mencionó dubitativo el seńor Blythe—pero prefiero una taza de agua caliente.
Y solo con eso la pelirroja rompió a carcajadas.
Que bonita risa tiene... pensó, cierto azabache mirando la sonrisa de aquel ser tan precioso y perfecto a su ojos.
—¡Oh cierto!—reaccionó la joven—Tenía que estar en green gables hace más de una hora...—mencionó entrando en pánico, seguramente Marilla la regañaría al llegar—deben estar preocupados...
John comprendió.—No te preocupes pequeña, ve a casa. Disfrute mucho que me leyeras un rato, definitivamente lo haces mejor que mi hijo.—afirmó y Gilbert entorno los ojos.
—Eso se llama traición papá, ¿lo sabías?—dijo fingiendo enojo.
—No Blythe, se llama honestidad.—contradijo la pelirroja, y al mayor se le formó una sonrisa... esa situación se le hacía bastante familiar.—bueno fue un gusto señ... John—corrigió—me encanto pasar esta tarde con usted.
—Igualmente Anne, mándale saludos a Marilla y ven cuando quieras. Gilbert y yo estaremos encantados de recibirte.—el pelinegro lo miró con los ojos abiertos.—¿cierto hijo?
La mirada azulada y curiosa de la pelirroja lo atacó—S-si... claro.
—¿Ves?—dijo satisfecho es señor Blythe—Además he visto que eres muy inteligente querida, tu y mi hijo podrían hacer los deberes juntos algún día. Seguro resultaría interesante.
Anne asintió con algo de duda—Muy interesante.—afirmó, imaginando como seguramente Blythe terminaba con una bandeja estampada en la cabeza.—Bueno... ¡Adiós!
Se despidió, y ambos miraron como se fue dando saltitos; irradiando felicidad y alegría.
—"y vin ciindi quiiris"—imitó el joven Blythe con voz graciosa.
El mayor soltó una carcajada—Se dice gracias, Gilbert. No te creas que no he note que te quedaste anonadado viéndola.—sugirió, abriendo su periódico pero al ver de reojo como su hijo palidecía confirmó su sospecha.
—E-eso... no es cierto.—intento defenderse.
—Aja... claro.
...
¡Primer capítulo! ❤️
Espero les haya gustado y... bueno eso.
Los quiero muchísimo :D son especiales no lo olviden.
Gracias por todo.
—Ange🌹✨🔥
ESTÁS LEYENDO
𝑼𝒏 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒐 𝒚 𝒅𝒐𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔 | Anne x Gilbert | Shirbert
ФанфикQuien diría la unión que causó un libro, ese que al leerse diariamente terminó creando otra historia, en este caso de amor... La bondad, sensibilidad, el amor, todo eso que nos hace humanos fueron los principales partícipes de esta historia ✨ Person...