El último omega fértil //kookmin//

Cuatro meses: La felicidad no es duradera.

Porfa sí pueden leer con la canción Blue and Grey de BTS.

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El tiempo pasaba rápido, tan rápido que el omega ya tenía cuatro meses de gestación. Aunque su vientre no fuera tan notorio, estaba levemente abultado, sabían que su pequeño milagro estaba ahí. Las pequeñas pataditas que empezó a sentir se lo confirmaron, reafirmando así, que esto era real.  Que estaba creando vida. Hace unos días, cuando lo sintió por primera vez, volvió a llorar de felicidad, su alfa y todos aquellos que consideraban familia también lo habían hecho, querían sentir el vientre de Jimin a cada rato, lastima que tuviera un alfa tan protector que no se los permitía. Jimin antes pensaba que sabia lo que era la felicidad pero cuando se miraba al espejo, levantaba su suéter y con sus manos acariciaba suavemente su vientre, en esos momentos se sentía pleno, eufórico, se sentía lleno de vida. Pensaba que era bendecido, su madre le vivía diciendo que era el elegido para salvar al mundo, pero a él solo le importaba que su pequeño retoño creciera bien y hacía todo lo necesario para que así fuera. La esperanza brillaba con todo su fulgor en el rostro de todos aquellos que sabían que podía haber una oportunidad para reparar sus cuerpos dañados, sus mentes sufridas y sus lobos ausentes. 

Lastima que la felicidad siempre se haya visto empañada por el dolor, sufrimiento y tristeza. Lástima que la felicidad nunca sea duradera y lastima que esa mañana al despertar Jimin viera que había sangre en las sabanas.

-Kook...- zarandeó el hombro del alfa que se encontraba a su lado, pero no hubo respuesta-¡KOOK!- está vez gritó por lo que el alfa dando una salto en la cama se incorporó y lo miro.

- ¿Qué? ¿Qué pasa?¿ Minnie? - el omega tenia una mirada de horror en sus rostro, las palabras no podían salir- me estás asustando amor- al no tener respuesta se preocupó, miró a donde los ojos del omega estaban enfocados y lo que vio lo aterró- estás... estás sangrando- el alfa jadeó, estaba asustado pero no era el momento para paralizarse por el miedo, así que siendo lo más rápido que podía, salió de la cama, buscó unos pantalones, ropa, zapatos y se los colocó. Se acercó a la cama nuevamente, tomó al omega que se encontraba petrificado en brazos, le colocó unos pantalones y salió del apartamento. Al llegar al auto metió cuidadosamente a Jimin en el asiento del copiloto, le dio la vuelta al coche, abrió la puerta del conductor,  entró y lo puso en marcha.

Mientras conducía, no dejaba de ver a Jimin que todavía no salía de su estado de shock, el alfa también quería llorar pero no podía, tenia que mantenerse fuerte y pensar con la cabeza fría, tenia que asegurar el bienestar de su omega y el de su bebé. Con eso en mente se dispuso a llamar a Jin. 

- Aló- contestó el segundo padre de su omega. 

-Jin-dijo con su voz temblando- escucha, hay algo mal con el bebé, Jimin está sangrando y vamos para allá pero ¿Cómo hacemos para que nadie se entere?

- Ok, no entres por la puerta principal, te estaré esperando en la puerta trasera para llevarlo directamente a mi oficina ¿de acuerdo?

-Okey.- el alfa iba a colgar pero Jin volvió hablar. 

- Y kook, ten cuidado. Llamaré a todos. 

- Sí, claro- colgó. Después de cinco minutos el alfa estacionaba en la parte trasera del hospital donde un muy preocupado Jin los esperaba con una silla de ruedas lista, a su lado estaba Taehyung. 

- Vamos cariño- cargó a Jimin nuevamente al estilo nupcial y se dirigió a donde lo esperaban los otros dos.

-kook no quiero perderlo- murmuro en su cuello su pareja. Al alfa se le formó un nudo en la garganta.