Más Brillante Que El Sol (Tamaki Amajiki x T/N)

Adiós

T/N: ¡Tamaki!!
Gritaba la pequeña niña mientras corría hacia su amigo con su mochila roja.
Te acercaste y lo tomaste de la mano para emprender camino a la casa del árbol que habían construido en el bosque, ya estando en su guarida, se sentaron en el suelo y abriste tu mochila sacando todo tipo de alimentos y poniéndolos sobre una bandeja
T/N: Bien, Tamaki, ayer mi mamá fue a hacer las compras, así que trajo muchas cosas nuevas, la próxima semana le pediré que traiga otras cosas nuevas.
El don de tu amigo es manifestación, te encantaba darle de comer cosas extrañas y ver cómo las hacía aparecer en su cuerpo.
T/N: Bueno, abre la boca
Ordenaste mientras tomabas un Takoyaki para alimentar a tu amigo, siempre que lo veías usar su don te emocionas y pegadas saltitos mientras chillabas de manera extraña, eso le parecía tierno, según tu descubriste su kosei una vez cuando en preescolar lo viste sonrojarse después de haber comido tómate, realmente se había sonrojado por vergüenza pero para ti la vergüenza no existía o al menos eso decía Tamaki.
T/N: Vamos, haz lo tuyo
Sonreías lista para ver cómo reaccionaba el cuerpo de tu amigo ante los Takoyakis, viste como su brazo se transformaba en un tentáculo, te levantaste pegando un salto y sonreiste
T/N: Es mejor de lo que imaginé!
Tamaki: No entiendo como te gusta tanto mi kosei, es muy penoso
Tamaki jamás entendía tu asombro por su don, él siempre se menospreciaba y eso no te gustaba, te lanzaste hacia él para abrazarlo, sabías que cuando lo abrazaba hacías que dejara de decir cosas feas.

_Meses después_

Tamaki: T/N, ya nos alejamos mucho de casa, ¿A dónde vamos?, empieza a oscurecer, ¿y si venimos mañana más temprano?
A pesar de ser mejores amigos Tamaki y tú eran polos opuestos tu alma de aventurera le daba miedo y a ti te daba risa su personalidad tan tímida pero era lo que los hacía llevarse tan bien. Ignorando las palabras de tu amigo seguiste arrastrándolo a algún lugar en especial.
Por fin llegaron a la estación de trenes, soltarte su mano y te sentaste sobre tu mochila a esperar al siguente tren.
Tamaki: T/N, ¿Qué hacemos aquí?
T/N: -suspiraste cansada- Mi mamá me contó que volveremos a México, le ofrecieron un trabajo con buena paga, así que nos iremos mañana..
Tu amigo te escuchaba atento, con mirada triste
T/N: pero yo no quiero dejarte aquí, así que no lo haré, iremos a algún lugar del mundo, en el tren
Apuntaste al tren que se acercaba frenando, tu amigo te miro sorprendido, Tamaki era el más conciente de los dos, pensaba bien las cosas antes de actuar.
Tamaki: Pero ¿Cómo vamos a vivir?, Nuestras madres van a preocuparse..
Lo miraste, habías olvidado escribir una carta para que tú mamá supiera que te ibas, te levantaste de golpe y recogiste tu mochila, el tren podía esperar, tomaste a Tamaki de la mano y corrieron a tu casa.

Tu mamá: T/N, ¿Dónde han estado?
La madre de Tamaki también estaba ahí, se veían preocupadas, respiraste hondo y comenzaste a hablar
T/N: Mamá, no quiero dejar a Tamaki aquí, así que nos vamos, nos iremos a viajar por el mundo en el tren..
Ambas mujeres te miraron sorprendidas y luego se hecharon a reír, ¿Qué era tan gracioso?, Las miraste insatisfecha, tu madre te tomó de las mejillas y te revolvió el cabello.
Tu mamá: Linda, no pueden hacer eso, no sabrían como sobrevivir, Tamaki y tú son muy pequeños aún, tal vez un día vuelvan a verse
Sabías que el tal vez de tu madre significaba no, lágrimas se formaron en tus ojos y miraste a Tamaki quien miraba al suelo mientras jugaba con sus dedos, te lanzaste a él para abrazarlo, no querias dejarlo, y no lo harías, te secaste las lágrimas y miraste a tu madre
T/N: Amajiki Sama, Tamaki puede quedarse a dormir?
Tu carita empapada y tus mejillas rojas lograron convencer a la madre de tu amigo, lo tomaste de la mano y corriste escaleras arriba con el, tenías un nuevo plan mejor que el anterior, no podía fallar, al llegar se tiraste en el suelo y te metiste bajo la cama para buscar algo, saliste arrastrando una maleta de gran tamaño, tu amigo te miro confundido, y tú no esperaste a qué te pidiera una explicación.
T/N: Creo que si cabes, escucha Tamaki, eres mi mejor amigo, no te voy a dejar aquí así que mañana antes de irme a México te meterás en la maleta, seguro se darán cuenta cuando ya estemos allá o al menos cuando ya estemos en el avión y no podrán devolverte y tendrás que quedarte a vivir con nosotros
Sonreiste segura de que tu plan no fallaría, pero tu amigo se adelantó a pensar como siempre
Tamaki: Pero y si no funciona, lo mejor es que me queda aquí, a-algún día volveremos a vernos, lo prometo..
Lo miraste triste, no querías apartarte de él, de repente tuviste la idea más alocada de tu niñez
T/N: Está bien, pero me aseguraré de que no olvides esa promesa
Tomaste un plato, tomaste toda la luz que tú cuerpo podría soportar y formaste dos manos de luz, tomaste el plato con ellas y lo partiste en 3 partes, tomaste una
T/N: dame tu mano
Tamaki te dio la mano, cerró los ojos con fuerza, sabía lo que harías, un grito ahogado salió de su boca al sentir su piel siendo cortada por el cristal, la sangre no tardó en salir, hiciste un corte igual en la palma de tu mano para luego unirlas, era un pacto de sangre que no podrían romper, volverían a encontrarse sin importar que pasara, esa noche durmieron poco, evitaron las lágrimas a toda costa, jugaron a los super héroes, bajaron a la cocina por cosas para ver por última vez el don de tu mejor amigo en acción y vieron películas asta quedarse dormidos, a la mañana siguiente las lágrimas fueron inevitables, antes de subir al taxi, abrazaste a Tamaki, él tampoco pudo evitar llorar, después de la dolorosa despedida partiste hacia tu destino.