❝Everybody wants a hero,
Everybody wants someone to lay it all down on the line,
Everybody wants someone who's gonna fight fire with fire❞
Historia basada en la trilogía de películas X-Men
Solo me pertenece mi OC Annie Hargrove y futuros personajes...
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DAYS OF THE FUTURE PAST | 002
En la desordenada oficina del telépata estaban esparcidos los cuatro mutantes, dos de ellos estaban sentados en las sillas frente al escritorio, Charles estaba sirviéndose otro vaso de, al parecer, vodka, mientras que Logan contaba lo que había sucedido en su tiempo.
La niña de ojos claros se encontraba sentada en el escritorio escuchando con atención lo que decía el recién llegado, el futuro... y que este estaba desolado, en guerra.
— Entonces, quieres decir que tomaron los poderes de Raven y luego qué... ¿los convirtieron en armas? —preguntó Charles recargado en el escritorio observando al hombre, este asintió.
— Sí porque ella es única —habló Hank encogiéndose de hombros.
— Sí lo es, Hank —sonrió el telépata mirándolo, empujó levemente a la niña haciéndola sonreír. El de ojos azules caminó hacía un sofá para sentarse y tomar su bebida tranquilo.
— Al principio los centinelas sólo atacaban mutantes, luego empezaron a identificar la genética en no mutantes que con el tiempo tendrían mutantes hijos al igual que nietos —Logan miró por un breve momento a la niña quién estaba distraída mirando unos papeles que estaban esparcidos en el escritorio— Muchos humanos intentaron ayudarnos, fue una masacre, humanos, mutantes. He vivido muchas guerras y no he visto nunca algo así —una mueca se formó en su rostro y sus ojos esta vez estaban fijos en el telépata, él tomaba el líquido de su vaso percatándose de Logan cuando este había mirado a la niña, vio como sus ojos se habían puesto brillosos— Y todo empieza con ella.
— Digamos que por un instante que... lo que me dices me convence y te ayudo —habló Charles acomodándose en el sofá, su vaso con vodka descansaba en su mano— Raven no va a escucharme. Ahora su corazón y su alma pertenecen a otro.
La niña levantó la mirada de los papeles, recordando las fotos de la mujer rubia en la habitación de su tutor. Lamentablemente no había tenido la oportunidad de conocerla ya que cuando ella se fue, sólo tenía dos años.
— Lo sé —Logan se levantó de su asiento para ganarse al medio de la habitación dándole un aire de seriedad a la situación— También por eso necesitamos a Magneto.
La niña y los otros dos adultos intercambiaron miradas.
— ¿Erik? —preguntó incrédulo Hank, se inclinó en su asiento recargando su brazo en la madera de la silla— ¿Sabes en dónde está? —frunció su ceño.
— Sí —respondió Logan mirando de soslayo al mutante.
Charles rió, una risa extremadamente falsa, se levantó del sofá para caminar hacía las puertas de la oficina, miró a Logan— Esta donde pertenece —escupió dichas palabras.
— ¿Entonces no vas hacer nada?
— Oh que bueno eres —fingió sorpresa el telépata, caminando de espaldas viendo al viajero del tiempo— Y te lo dije, eres muy observador.
