"Son simplemente dos personas completamente contrarias, jamás podrían llegar a enamorarse el uno del otro... ¿o sí?" murmuró Mitsuri escondida entre los arbustos de aquella gran casa.
"Te apuesto cien mil yenes a que terminarán aceptando sus sentimi...
Mi vida desde un comienzo ha sido un rotundo y directo desastre. Nunca he sido capaz de comprender la magnificencia de aquello a lo que la gente suele llamar plena y directa felicidad. ¿Será por mi seria actitud o por el simple hecho de que mi trabajo sea asesinar demonios? Supongo que nunca lo sabré. En mis tiempos libres me gusta pensar en que quizás, en algún lado, alguien podrá rellenar ese vacío que siento en mi interior, puesto a que sin duda alguna es evidente que mi estabilidad física y mental se mantiene debido a mi fidelidad hacia el maestro Ubuyashiki.
Suena triste, lo admito.
Mi pasatiempo favorito es disfrutar de la tranquilidad que me brindan los paisajes en cada misión que hago, pero lastimosamente en casi toda misión que haga, voy acompañado de Kocho Shinobu.
Kocho Shinobu... ¿cómo podría empezar a describirla? Shinobu-san es una de mis compañeras de posición pilar, la cual usa la técnica de la mariposa para todo ataque que haga. El asesinar demonios cortándoles el cuello le parece algo cruel, por lo que ella misma decidió crear su propio veneno para que descansen en paz de una forma no tan despiadada. Sin dudas es una prodigio, pero no hay que dejarse llevar por su intelecto. Shinobu-san tiene como meta personal el molestarme lo más que pueda. Y lo hace muy bien. De ser sincero, no sé qué es lo que me fastidia tanto de ella. Todo el mundo la adora y la respeta tanto que me parece molesto.
Un ruido proveniente de entre los árboles logró desligarme de mis pensamientos, haciéndome percatar de que mi cuervo, me necesitaba para una nueva misión.
"Deberás ir con Kocho Shinobu, miembro de los pilares, a las montañas del norte"
— ¿Para qué diablos abro la boca?
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