Un portal se abrió en La Tierra y de él cayó Sarada golpeándose contra el suelo.
Sarada: ¡Auch!
Instantáneamente, Boruto cayó pesadamente sobre ella.
El portal se cerró.
Boruto: Creo que fue la peor paliza que recibí en mis 18 años de vida...
Sarada: ¡¿Por qué no abriste el portal desde un inicio?! Tuviste que esperar que nos usen de bolsa de boxeo...
Boruto: Por enésima vez... No puedo manejar está cosa a voluntad aún-señalando el Karma que estaba desactivándose.
Ambos estaban exhaustos por la batalla, la cual, habían perdido con creces.
Sarada: ¿Por qué demonios no nos siguió hasta aquí?-desactivando el Sharingan.
Boruto: Es probable que sea el encargado de custodiar a ese monstruo.
Sarada: Buen punto.
El rubio observó como Sarada, en señal de frustración, clavaba sus dedos en la tierra.
Sarada: Realmente no puedo creer la fuerza de ese tipo. ¿A caso todos los miembros de ese grupo son así de fuertes?
Boruto: Déjame ayudarte-dijo él extendiéndole su mano.
De todas formas, ella hizo caso omiso y a duras penas se levantó sola.
Sarada: No puedo creer que hayamos tenido que escapar como cobardes. Así nunca vamos a defender a nadie.
Boruto: No seas tan dura contigo misma. Nos volveremos tan fuertes como nuestros padres.
Sarada: Deja de decir estupideces. ¿Dónde estamos?
Boruto: Al parecer estamos cerca de la cueva donde escapamos del derrumbe.
Sarada: Hay un poblado a unos pocos kilómetros. Descansemos allí.
Boruto: De acuerdo.
Ambos caminaron en silencio.
Sarada tenía una cara de pocos amigos nunca antes vista y simplemente ignoraba cada palabra de Boruto.
Eligió esta opción de descansar porque si corrían en dirección a la aldea, se desmayarían en tan solo unos minutos.
Llegaron al poblado antes del mediodía y encontraron una posada donde poder descansar.
Alquilaron dos habitaciones y cada uno se fue por su lado.
El rubio sin siquiera sacarse la ropa, se tiró de espaldas a la cama y quedó profundamente dormido.
Se despertó a eso de la medianoche.
Observó sus ropas sucias así que decidió darse una ducha y ponerse la ropa extra que estaba en su bolso.
Al terminar, quiso volver a dormir, pero sin resultado alguno.
Se levantó y comenzó a caminar por el poblado bajo la luz de la luna.
Instantes antes de pegar la vuelta hacia la posada, vio un camino muy bello entre los árboles, que lo conducía a un lago.
Se fue en esa dirección deteniéndose a la orilla del lago para ver el reflejo de la luna sobre él.
Boruto: Wow... Es realmente bello.
Comenzó a rodear el lago con la mirada hasta que dió con una figura familiar, sentada sobre unas rocas.