Cap. 12: El mundo sigue girando

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Un portal se abrió en La Tierra y de él cayó Sarada golpeándose contra el suelo.

Sarada: ¡Auch!

Instantáneamente, Boruto cayó pesadamente sobre ella.

El portal se cerró.

Boruto: Creo que fue la peor paliza que recibí en mis 18 años de vida...

Sarada: ¡¿Por qué no abriste el portal desde un inicio?! Tuviste que esperar que nos usen de bolsa de boxeo...

Boruto: Por enésima vez... No puedo manejar está cosa a voluntad aún-señalando el Karma que estaba desactivándose.

Ambos estaban exhaustos por la batalla, la cual, habían perdido con creces.

Sarada: ¿Por qué demonios no nos siguió hasta aquí?-desactivando el Sharingan.

Boruto: Es probable que sea el encargado de custodiar a ese monstruo.

Sarada: Buen punto.

El rubio observó como Sarada, en señal de frustración, clavaba sus dedos en la tierra.

Sarada: Realmente no puedo creer la fuerza de ese tipo. ¿A caso todos los miembros de ese grupo son así de fuertes?

Boruto: Déjame ayudarte-dijo él extendiéndole su mano.

De todas formas, ella hizo caso omiso y a duras penas se levantó sola.

Sarada: No puedo creer que hayamos tenido que escapar como cobardes. Así nunca vamos a defender a nadie.

Boruto: No seas tan dura contigo misma. Nos volveremos tan fuertes como nuestros padres.

Sarada: Deja de decir estupideces. ¿Dónde estamos?

Boruto: Al parecer estamos cerca de la cueva donde escapamos del derrumbe.

Sarada: Hay un poblado a unos pocos kilómetros. Descansemos allí.

Boruto: De acuerdo.

Ambos caminaron en silencio.

Sarada tenía una cara de pocos amigos nunca antes vista y simplemente ignoraba cada palabra de Boruto.

Eligió esta opción de descansar porque si corrían en dirección a la aldea, se desmayarían en tan solo unos minutos.

Llegaron al poblado antes del mediodía y encontraron una posada donde poder descansar.

Alquilaron dos habitaciones y cada uno se fue por su lado.

El rubio sin siquiera sacarse la ropa, se tiró de espaldas a la cama y quedó profundamente dormido.

Se despertó a eso de la medianoche.

Observó sus ropas sucias así que decidió darse una ducha y ponerse la ropa extra que estaba en su bolso.

Al terminar, quiso volver a dormir, pero sin resultado alguno.

Se levantó y comenzó a caminar por el poblado bajo la luz de la luna.

Instantes antes de pegar la vuelta hacia la posada, vio un camino muy bello entre los árboles, que lo conducía a un lago.

Se fue en esa dirección deteniéndose a la orilla del lago para ver el reflejo de la luna sobre él.

Boruto: Wow... Es realmente bello.

Comenzó a rodear el lago con la mirada hasta que dió con una figura familiar, sentada sobre unas rocas.

BoruSara IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora