Como cambia tu vida después de un secuestro?
que se siente que toda tu vida sea una farsa?
Camille Le Breu tenía una vida perfecta y de ensueño familia adinerada, amigas perfectas, novio perfecto ... pero qué pasa cuando ella descubra la verdad...
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—Mi mente esta ida, mientras mi cuerpo baila las hermosas melodías de Beethoven
—Más rápido— dice mi instructora de baile Marie.
Mi cuerpo se tensa con cada giro o llate que doy. Y prefiero tener mi mente desconectada en momentos así, me gusta pero no me apasiona —Como a mi madre— lo práctico desde chica por ella y con el tiempo le agarre cariño al ballet, pero no pasaría el resto de mi vida haciéndolo.
—Muy bien Camille, ya pueden retirarse—dice Marie.
Me dirijo a tomar agua hasta que divise a mi mejor amiga Chloe.
—Hey— me dice mientras me da un beso en la mejilla y un abrazo, Ella es una de las chicas más guapa que conozco, es de esas personas que a donde llegan llama la tención por lo hermosa que es o por lo bad bitch —Así dicen— tiene un hermoso cabello liso, negro que cae por su espalda y unos preciosos ojos color miel, ella es una persona súper extrovertida todo lo contrario a mi creo por eso compaginamos tan bien, nos conocemos desde pequeñas y aunque nos conocimos por nuestros padre —ambos empresarios— apenas nos conocimos nos hicimos mejores amigas hasta ahora.
—Te perdiste la súper fiesta de André— Me dice.
—Chloe sabes que no iba ir de todas formas, he estado muy ocupada—Miento la verdad es que no se me dan las fiestas.
—¿En qué?, hundiéndote en la frustración y la miseria que captaste en alguna fotografía—Dice bromeando.
Amo con locura la fotografía es mi verdadera pasión y lo que estudio actualmente en la universidad.
—ja,ja,ja, que graciosa Chloe —pongo los ojos en blanco pero con una sonrisa.
—y adivina quien ligo con Andre—dice con su sonrisa pícara, se que obvio fue ella pero me gusta estresarla.
—¿Jennifer López?.
—No empieces—dice.
— ¿Madonna?. — Bromeo aunque sé que no le causa nada de gracia y yo amo verla enojada.
— ¿no?. — no me contesta.
— Vale, vale, se que eres tú, relájate.—Digo y me saca la lengua
—Muy madura.—pongo los ojos en blanco.
—En fin te perdiste una gran fiesta, y tener el placer de ver a Esteban vomitar a la odiosa de Giselle.—Dice con una sonrisa malévola.
— Ok, tal vez si me hubiera gustado ver eso. — Digo mientras salimos del ballet más prestigioso de París, yo diría que hasta de toda Francia.
— ¿Y las chicas?.—Me dice Chloe.
— Nos veremos todas en el café de siempre.— Le digo sacando las llaves de mi volvo.
—Ok nos vemos allá ¿vale?.—Dice subiendo subiendo a su deportivo rosa
