capítulo 1

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Italia

—Danos  el maldito dinero ahora.—dije mientras estampaba al hombre bajito,gordo y calvo que tenía agarrado por el cuello, contra la pared.

—N-no...Y-yo...no lo ten-G-go.—Dijo el hombre que estaba rojo de la fuerza que ejercía en su cuello y lloraba.—Nenaza pensé.—

—¿Así?, y quien le va a responder a mi jefe por ese dinero. — Dijo mi compañero,Travis.—Donde esta— Repetí.— Mientras ejercía más presión en su cuello.

—En el Z-zotano giren a la derecha ahí está, pero p-por favor no me hagan daño— dijo el hombre mientras sollozaba.—

Travis bajo a buscar el dinero, mientras yo esperaba con el tipo llorón.

después de unos minutos regreso travis.

—Pero mira toodo lo que encontré.— Dijo Travis mientras salio con mas de 10 fajos de billetes y una sonrisa de superioridad.—

—Fue un placer hacer negocios con usted, señor gus gus— dijo Travis al tipo que a pesar de haber soltado seguía llorando.—

—Ya deja de llorar.— Fue lo que dije.—Agradece que no vino el jefe, a partir tu cabeza en dos.— Dije mientras nos dirigimos a la puerta.

—O tus bolas— Dijo Travis con una sonrisa malvada,como si se imaginara la escena en su cabeza, a lo que yo le di una mirada cansada y llena de hastío.

Salimos de esa casa y nos dirigimos al auto,enseguida que subimos encendí la radio mis ganas de hablar con travis son limitadas, ese tipo es un dolor de cabeza, pero como siempre no bastó para callarlo.

—Dime hermano qué quieres hacer con todo ese dinero, quieres ir a un bar?—dijo mientras movía estupidamente las cejas.— Ya sabes conseguir una chica yy..—dijo mientras hacia una especie de silbido.

—No vamos a hacer nada con ese dinero.— Lo corte, mientras encendía un cigarro.— Vamos a llevarle el maldito dinero a Mariano y despues te vas a hacer lo que quieras.—

—O vamos hermano no quieres una chica para...

—Callate ya.— respondi con hastío este tipo nació para romperme las pelotas.—

—Hermano con tu mala leche no vas a conseguir chicas, o chicos no te juzgo

—Y si tu no te callas no llegaras ni al semáforo de la esquina.— Respondí.

Travis entendió que era broma, pero si quieres no es broma y siguió conduciendo, en silencio.

Un rato después llegamos a la casa se oía una discusión a lo lejos, con tan solo escuchar su voz supe que era la pelirroja diabólica que por desgracia tambien vive aqui.

—¡BRUNOO! juro por el creador de los asquerosos seres humanos, que si no me das mis malditos intercomunicadores te matare, abriré tu estómago, sacaré todos tus órganos y se los dare a mi abuela para que lo ponga en su estante.— Exclamó el diablo pelirrojo llamado Elenore.

Y todos sabemos que si lo haría.

—Reina Roja — empezó con su escuza, Bruno pero todos sabemos que es el único que tomas las cosas de otros y no teme las consecuencias— Mi hermosa Nore no tome tus comilicadores— Bruno se encogió en su lugar mientras Elenore se acercaba.

—Se llaman intercomunicadores— Hizo énfasis en cada sílaba— Y si no los tomaste entonc... agh ya los encontré.— dijo Elenore mientras se daba media vuelta y se largaba a su habitación.—

—Dios, que mujer tan dificil, bueno me voy a robar comida— se paró en seco y me vio— A hola, Nicolás que bueno verte otra vez.— dijo y se largo sin esperar respuesta, supongo que sabía que tampoco la tendría.—

—¡COMO ESTAN PRECIOSOSS!— Exclamó Drecco con una felicidad que solo tiene cuando estás tan colocado que ves Hannah Montana en tanga.—

—Quieren unirse a la fiesta huh?— Dijo Drecco que efectivamente está drogadisimo.—

—Dios, hermanito cuanta porqueria te metiste.— Dijo su hermano gemelo, Dante con cara de preocupación.—

—Hermanooo,— estalló en una carcajada Drecco — como el jodido infierno que estoy drogado — estalló en otra carcajada.

—Mierda otra vez no, — Dijo Fernando o como le digo yo el imbécil, que se cree perfecto.—

—Ferrr— Dijo Drecco arrastrando las palabras— quieres unirte con Nico lindo, hermanito vampiro, Bruno monstruito y Travis periquito.— exclamó, extasiado haciendo sonidos de pericos.—

—Claro llevemos la fiesta a la cama — dijo Fernando en un intento que cerrara la boca y se fuera a dormir o muriera en el intento.—

—UUUUYYY,Sucioo— dijo Drecco entrecerrando los ojos y sonriente en dirección hacia fernando. se que soy irresistible pero no eres mi tipo.

—Vamos galán— dijo Dante con un suspiro cansado mientras subían entre todos subían al hijo perdido de maradona.















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