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—¡Delilah! ¿Qué mierda vamos hacer? –Su maldita voz era tan irritante.

—Avisarle a la policía pedazo de estúpida. No deberíamos haber venido, es una pérdida de tiempo. —Su cuerpo sin vida se encontraba tirado en medio de la sala de estar.

—¡Está muerta! Ella está muerta ¿nos quedaremos sin hacer nada?

—Tiffany, ya cállate. No podemos hacer nada por ella por lo mismo, está muerta y nada podrá cambiar eso. Ella fue la que quería drogarse hasta no recordar nada. Su problema, no el nuestro. —Todos los demás se encontraban callados observando el cuerpo sin vida de Sophia— ¿Alguien ya llamó a la ambulancia junto con la policía? ¿O seguirán de inútiles solo mirando?

—Era tu amiga, no puedes ser tan perra.

—No, solo era una conocida. ¿Ahora decir la verdad me convierte en una perra? Vamos ya no hay nada que hacer. —Escuchamos de lejos el sonido de la sirena, avisando que faltaba poco para que llegaran a la casa. Todos los que estaban en la sala de pusieron pálidos, temblorosos, con miedo de lo que pueda suceder.

—Lo mejor será que no vayamos rápido de este lugar. —Gritó susurrando Jessica.

—Tiene razón, salgamos de esta mierda. —Se emperezan a dispersar, tomando sus cosas y corriendo lo más rápido que podían.

—Mierda, no podemos irnos, ellos llegarán y no encontrarán a nadie en la casa. Entonces ellos sabrán que había más gente acá, porque alguien los tuvo que haber llamado. —Dijo Charlotte cuando vieron que solo quedábamos Tiffany, Jessica, Nolan, Noah, Carter, ella y yo.

—Estamos jodidos. —Nolan se agarro la cabeza con las dos manos.

—¿Ustedes llamaron? —Pregunte rápidamente.

—Yo no llame. —Los demás también negaron.

—Yo tampoco lo hice. No fuimos nosotros, no podrán rastrearnos. Así que mejor empiecen a correr y vámonos rápido. —No hizo falta que dijera alguna otra palabra, corrimos hacia la puerta trasera para dirigirnos hacia nuestros autos. Cada uno tomó una ruta distinta, alejándonos de aquella casa.

Pensando mejor no nos tendríamos que a ver ido, alguien podría decir que nosotros estaríamos en esa casa. Ese no era el problema, el problema es que ella era una drogadicta, y nuestra imagen se puede ver afectada por eso. "Dime con quien te juntas y te diré quien eres", es la verdad, así que por eso todos actuamos sorprendidos cuando "descubrimos" que se drogaba.

No creo que investiguen su muerte, le harán la autopsia y sabrán que murió por una sobredosis. Si deciden investigar y encuentran nuestras huellas diremos una parte de la verdad, ella hizo una fiesta nosotros asistimos, luego se volvió aburrida y decidimos irnos.

¿Por qué nos hacíamos tanto problema por su muerte si nosotros no la matamos? Fácil, estatus social, no podemos permitirnos ver imperfecciones, tenemos que ser perfectos. No importa que no lo seamos, lo que importa es lo que aparentamos. Todo entra por la apariencia, y si muchas cosas puede comprarlas el dinero, pero el como te verá la gente puede cambiar y más en esta sociedad.

Llegando a mi casa veo que están estacionados los autos de los amigos de mi hermano mayor. El tiene veinte años y en unos meses los veintiuno, estudia administración de empresas, aunque a él le hubiera gustado ser piloto de fórmula uno.

—¿No deberías de estar con tus amigos? —Están sentados en el sofá de la sala principal. Mis ojos se encuentran con Caleb Lux, sentado en el sillón con sus codos apoyados en sus piernas mientas que tiene una botella de cerveza en una mano. Su cabello castaño y sus ojos ambar, su cuerpo se notaba que estaba trabajo por el gimnasio y la genética también ayudó, su mandíbula era marcada y tenía una mirada profunda.

SuperficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora