Recuérdame

Ojos verdes

Porfin, me van a dar el alta, se suponía que me la daban ayer por la noche pero querían esperar para hacerme de nuevo las mismas pruebas por la mañana y mi cerebro seguía en las mismas condiciones, suspiré pensando en si realmente quería recuperar la memoria, se que suena un poco egoísta, pero es que tengo la gran sensación de que voy a sufrir y mucho, pero por otra parte me gustaría, para poder revivir lo momentos felices y acordarme de las personas que quiero, corto mis pensamientos cuando entra Emma con una bolsa con ropa limpia para cambiarme.

— Uf mil gracias Emm— ella me sonrie y mueve su mano restándole importancia.

— Los chicos ya están en tu casa con tu Abuelo preparando la cena— yo asentí seguía pensando en Thomas.

— ¿Y Thomas va a venir?— la mire y en sus ojos vi un tristeza inmensa y suspiro muy fuerte.

— Ara el hermano de Thom, está enfermo y a veces está varios días cuidándole, acompañándole a hacerse pruebas y demás, hace poco tuvo un recaída fuerte, pero ya está mejor, es por eso que el rubio está más ausente— le rodó un pequeño lagrima traicionera, esta enfermo, ¿enfermo? Oh pobrecito.

— Oh, no se que decir— me salió como un puchero tembloroso, no sabía por que me afectaba tanto.

— Tranquila, cambiate ¿vale?, te espero fuera que en tu casa nos esperan unas pizzas deliciosas— yo me reí y ella salió de la habitación, me vestí rápidamente eso de las pizzas me convenció rápidamente, el Abuelo era una máquina de hacer pizza.

Al salir ya estaba vestida con la ropa que me había traído Emma, uno jens y una sudadera de convers y mis vans negras, me había cepillado el pelo y hecho un coleta alta de cavallo, cuando salí vi a Thom, espera !Thomas¡ ¿Que hacia aquí?, me acerqué a ellos para saludarle pero frené de golpe al ver al chico que estaba al lado de el, era igual de alto que Thomas, pero eran totalmente diferentes, el chico era moreno y con unos ojos verdes preciosos y que en este momento se le veían cansados y su piel está pálida y ojerosa, todo lo contrario a Thomas, el pelo no sabía como lo tenía ya que llevaba gorra, pero tenía pinta de ser moreno, carraspee para llamar su atención y se giraron y al hacerlo se tensaron en el momento en el que encontraron mis ojos.

— Hola....— susurre un poco incómoda— los dos me sonrieron dulcemente y el otro chico me miraba como si fuese su ángel.

— ¡Pero bueno! la del viaje astral ya está aquí— me reí no pude evitarlo, Emma ya me había contado un poco sobre el y lo especial que era.

— Thomas tu y tus cosas de verdad— negué con la cabeza sonriendo y le sonreí un poco vergonzosa al otro chico, el que me imaginaba que era su hermano.

— Hola Arabela, encantado soy Ryan— me extendió la mano y se la estreché la noté frágil pero fuerte, se le notaba muy emocionado y miraba todo el tiempo de reojo a Emma y a su hermano.

— Encantada Ryan, los amigos de Thomas son mis amigos, si quieres claro no te voy a obligar a ser mi amigo si no quieres es lógico— lo dije tan deprisa que el se echa a reír y tosió un poco a la vez yo me asusté un poco se le veía débil, pero seguía siendo muy guapo.

— Pero Bueno pelirroja ¿somos amigos?— yo le sonreí y el asintió muy emocionado incluso vi como se le enrojecían un poco sus ojos— estoy muy alagado pelirroja— me dijo con su voz enronquecida y me reí para quitarle hierro al asunto.

— ¿Les apetece ir a casa a comer pizza?— al momento me arrepentí eso está un poco fuera de lugar creo— si queréis claro nadie les obliga, mi Abuelo está haciendo pizza y le quedan de escándalo— vi como Ryan le daba una mirada suplicante a su hermano hasta que el asintió.