Créditos a la autora: -Princessakura-
Lloró durante muchas horas después de regresar y todo el tiempo se recriminaba a sí misma por ser tan estúpida. Él nunca le había dado ninguna razón para creer que sentía algo más que un leve cariño hacia ella. Le divertía con su inocencia, nada más. Había desnudado su corazón ante él, y la había despreciado.
No se humillaría de nuevo. Se casaría por amor, o no se casaría con nadie.
Con este pensamiento en mente, se quedó dormida.
El laberinto surgía en la noche, una pared serpenteante de verdor que la apartaba del resto de mundo. En su corazón, sintió un vuelco cuando se acercó a la estatua del zorro de bronce. Aspiro profundamente y las ventanas de su nariz se llenaron con el perfume de las rosas. Sólo después percibió que no eran rojas. Las docenas de flores que crecían en los rosales eran negras. Curiosamente, escogió una, jadeó al percibir el pinchazo de una espina en su dedo. Una gota de sangre roja brillante apareció en la herida, y repentinamente Naruto estaba allí, cerniéndose ante ella, sus ojos azules ardiendo con una luz malvada mientras cogía su mano y lentamente lamía la sangre de su dedo...
"¡No!" El sonido de su atemorizado grito, la despertó de su sueño y se incorporó, recorriendo con mirada asustada todo el cuarto. -"Sólo es un sueño," murmuró mientras se acurrucaba bajo las sabanas de nuevo. -"Sólo es un sueño".
Las familiares palabras invadieron su mente.
-"Es sólo un sueño... "
Cerró sus ojos, pero el sueño la eludía. Con un suspiro de descontento, se levanto, caminó hasta la ventana, con la mente llena de imágenes de Naruto tal y como lo había visto esta noche, sus ojos azules insondables llenos de tormento. Él estaba solo, muy solo. ¿Por qué? Era un hombre bien parecido. Un hombre rico. ¿Por qué no se había casado y formado una familia? ¿Por qué vivía en ese frío castillo frío, solo? ¿Por qué la había apartado de su lado?
Había aprendido mucho durante los cuatro años que había estado ausente. En algunas ocasiones había coqueteado con hombres jóvenes. En París, había aprendido el poder de una mirada, de una tímida sonrisa, de una mirada insinuante. Sabía cuando un hombre la deseaba. Y Naruto la deseaba. La había deseado desde el principio. ¿Entonces, por qué, la había rechazado? ¿Y en primer lugar, por qué la había comprado? Había imaginado que para calentar su cama. Ahora se preguntaba si la había comprado solo para hacerle compañía. Pero un hombre como Naruto seguramente no tenía ninguna necesidad de comprar compañía femenina.
Pensó en todos los extraños rumores que había oído acerca de él, acerca de sus peculiares hábitos. Desde su regreso a casa, había oído cosas, historias susurradas que hablaban del mal, de pactos con el diablo. ¿Era posible que la gente del pueblo creyera en tales cuentos? Sus amigos y vecinos eran personas humildes, supersticiosas, temerosas de lo que no comprendían, ni podían explicarse.
Acurrucándose bajo las sabanas, cerró sus ojos de nuevo. Aunque había llegado a amar París, no iba a regresar.
Ésta era su casa. Era aquí donde tenía un sitio, y no permitiría que nadie la echara, ni siquiera el dueño del castillo.
Al día siguiente era día de mercado. Con la lista de su madre en la mano, Sakura cogió el carruaje que Naruto había comprado a su familia y se dirigió hacia el pueblo. Daba gusto ver de nuevo rostros familiares. Gracias a la generosidad de Naruto, pudo comprar pan tierno, unas libras de carne, y una botella de vino tinto.
Estaba sentada en un salón de té, preguntándose si Naruto absorbería para siempre sus pensamientos cuándo vio Sasuke Uchiha. Él la vio al mismo tiempo. Inclinando la cabeza, cruzó la carretera, con una amplia sonrisa en su cara. Seguía siendo tan bien parecido como recordaba. Varias mujeres se fijaron en él con franca admiración en sus miradas. Llevaba un abrigo de terciopelo verde oscuro, pantalones de color ante, y botas negras. Su camisa de lino blanco estaba impecable; Un alfiler con un diamante centelleaba en su corbata.
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Fanfic NS: Deeper Than The Dark (+16)[Terminado]
FanfictionÉl siempre había amado la noche. Sus pasatiempos favoritos - la bebida, los juegos de azar y la compañía de bellas mujeres- que transcurrían preferiblemente durante las horas nocturnas. Los mejores momentos de su vida los había pasado en salones dé...