Créditos a la autora: -Princessakura-
Permanecieron en Tokio otras dos semanas, y luego regresaron a Konoha.
Sakura sentía una creciente anticipación mientras el carruaje ascendía por la alta colina rodeada de niebla hacia el castillo. Una vez, la casa se había erigido como algo amenazador, frío y prohibido; Ahora era su casa.
Naruto la ayudó a bajar del carruaje, su mirada recorriendo las altas torres. Había tenido gran cantidad de residencias durante los últimos cuatro siglos; De todas ellas, la montaña Hokage y su sombrío castillo siempre habían sido su morada favorita, pero nunca había pensado en Castle Naruto como su casa hasta ahora. Hasta Sakura.
Llevando a Sakura en brazos, abrió la puerta principal y la depositó en el vestíbulo. -"Bienvenida a casa, Lady Sakura".
Sakura reía suavemente mientras la llevaba hasta el estudio.
Las semanas que habían pasado en Tokio habían sido maravillosas. Las mejores de toda su vida. Había dormido al lado de Naruto durante el día, he ido a teatros y conciertos con él por la noche.
Dos veces le había pedido que Jiraiya diera su sangre, no solo un sorbo, sino la suficiente como para apaciguar su hambre. Él no había querido, había discutido en contra, pero, al fin, le había convencido de que era algo que necesitaba hacer, que quería hacer. Y porque odiaba negarle nada, había accedido. La experiencia la había dejado débil como un bebé recién nacido, pero había encontrado una profunda satisfacción en poder alimentarle con la propia esencia de su vida.
Dejándola en el suelo, Naruto depositó un beso en su frente; Luego, con una mirada, encendió las lámparas y el fuego de la chimenea.
Podía oír a Jiraiya moverse por la casa, llevando sus cosas y las maletas de Sakura al cuarto de la torre, haciendo otro viaje al carruaje para descargar las cosas que ella había comprado para su familia.
Sakura permaneció delante de la chimenea, temblando en el frío cuarto hasta que Naruto pasó sus brazos a su alrededor, atrayéndola bajo los sedosos pliegues de su capa.
Con un suspiro de satisfacción, descansó su cabeza contra de su pecho y cerró sus ojos. Aquí era donde ella quería estar, donde tenía su sitio.
-"¿Cansada?". Le preguntó.
-"En realidad, no". Le rodeó con sus brazos, queriendo estar más cerca, deseando con toda su alma penetrar en su interior y descubrir los secretos que rehusaba compartir.
-"¿Hambrienta?". Le acarició el pelo ligeramente, sus sentidos vibrando por su cercanía.
-"No". Se apartó un poco para poder ver su rostro. –"¿Y tú?".
Él le sonrió, sus ojos llenos de tanto amor que hizo su corazón se salta un latido.
-"No". Había dado dos veces su sangre en las últimas dos semanas. No se atrevía a Jiraiya más tan pronto, ni había ninguna necesidad.
Al principio, había rehusado beber de ella. Una cosa era saborear su dulzura en el cenit de la pasión, otra era utilizar su preciosa sangre para aquietar el hambre que ardía en su interior. Al fin, porque no podía negarle nada que estuviera en su poder, lo había hecho cuando ella se lo suplicó. Saborear la dulzura de su sangre había hecho que se percatara de nuevo de cuanto odiaba la sangre de las ovejas.
Ahora, le era difícil recordar que la había comprado para el solo propósito de aplacar su hambre. Milagrosamente, unos pocos sorbos de su preciosa sangre apaciguaban su hambre mucho más eficazmente de lo que habían hecho las incontables otras mujeres, mujeres cuyos nombres y caras ya no podía recordar.
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Fanfic NS: Deeper Than The Dark (+16)[Terminado]
Fiksi PenggemarÉl siempre había amado la noche. Sus pasatiempos favoritos - la bebida, los juegos de azar y la compañía de bellas mujeres- que transcurrían preferiblemente durante las horas nocturnas. Los mejores momentos de su vida los había pasado en salones dé...