∆~°•Un monstruo bajo la cama.•°~∆ 🌹 [TomTord.]

#3 ☀️

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Ambos jovenes se observaban fijamente, el de cuernos se encontraba en shock al ver tanta similitudes con aquel monstruo de la noche anterior mientras que el de cabellos de piña sentia que iba a explotar de nervios esperando que el menor no se diese cuenta de que el fue el idiota que casi lo mata del susto.

Cuando el de cuernos reaccionó, sacudió su cabeza y tomó la mano del de sudadera azul para levantarse.

Tord:

- Si, gracias por la ayuda y perdón por chocar contigo.

Tom:

- Lo siento yo por estar parado como poste de luz, me quedé... ¿pensando?

El de cuencas era horrible mintiendo cuando estaba en un momento de tensión, ambos chicos se encontraban incómodos con la presencia del otro pero a la vez tampoco se querían ir de ahí. El de azul soltó su mano empezando a reír avergonzado mientras que el de cuernos le observaba muy serio.

Tord:

- Siento que te conozco de alguna parte y por alguna razón... Quiero matarte.

Tom:

- Ah-Ah... Lastima enano, no te conozco.

Rápidamente el mayor se puso a la defensiva ante ese comentario del de cuernos, el de rojo al darse cuenta de lo que causó, suspiró y cruzó sus brazos.

Tord:

- Lo siento... no se que me pasa, tuve una noche horrible...

Las cuencas del mayor se abrieron como plato por su curiosidad. Quería saber qué pensaba el menor o que opinaba de lo sucedido la noche pasada.

Tom:

- Disculpa por entrometerme pero... ¿Por qué tuviste una noche horrible?

El menor miró confundido al de cuencas ante su curiosidad, no se conocían ni un poco pero aun así mantenían una conversación como si fuesen amigos de toda la vida. El de rojo al notar esa mirada de insistencia por parte del mayor, rendido pensaba contarle todo hasta que escuchó su celular sonar. Rápidamente contestó pero cortaba la llamada al escuchar los gritos del castaño pidiendo su bebida favorita.

Tord:

- Mierda... ¿Quieres ir a comprar unas cosas conmigo?, de paso te cuento lo que me pasó en la noche

El de cuencas con alegría aceptó ya que realmente le daba curiosidad el ajeno, el de rojo formó una leve sonrisa cariñosa y ambos empezaron a caminar dirigiéndose a una tienda.

Tord:

- Por cierto, me llamo Tord... ¿Y tú?

Tom:

- Ah... Thomas, pero solo dime Tom

Tord:

- Esta bien Tom.

Ambos se miraron y sonrieron al saber el nombre del otro. Mientras ambos chicos hablaban, eran seguidos por unos encapuchados que iban tras el maldito experimento que había huido la noche pasada.