21-MEW.

1.1K 217 18
                                    

Los rayos del sol se cuelan entre las cortinas y me despiertan de mi apacible sueño. Lo primero que veo es la mata de pelo negro de Gulf regada sobre la almohada blanca. Su piel del color de la miel resplandece bajo la luz del amanecer. Levantarme cada día a su lado es una bendición que me hace agradecer cada día el estar vivo. Agradezco a la vida haberme bendecido con un ángel maravilloso, un ser increíble por dentro y por fuera.

Hoy hace un año desde que nos conocimos, un año donde por fin he conocido la verdadera felicidad. Soy feliz en los pequeños detalles de cada día, cuando Gulf se ríe viendo su serie favorita, cuando refunfuña por no entender el código penal, cuando intenta hacer que aprenda a cocinar y cuando se come lo que logro que no se queme aunque sepa a rayos.

Ayer llegamos cansados de las clases de la tarde en la universidad, Gulf se fue directo a la ducha quitándose la ropa por el camino, eso despertó en mí un hambre voraz. Lo seguí de cerca tirando mi ropa por todo el salón, después me preocuparía de recoger, ahora solo quería clavarme en su cuerpo sin compasión.

Cuando lo alcanzo en la ducha Gulf pega un respingo del susto.

-Mew, ¿qué haces? – me pregunta con una sonrisa tan seductora que hace arder mi sangre.

-Todavía nada Kana, pero espera un segundo y lo sabrás precioso – le digo metiéndolo en la ducha y apretando su dulce cuerpo contra el mío. Este último año Gulf ha estado practicando boxeo casi cada día, su figura ha perdido algo de la suavidad que tenía cuando nos conocimos, pero sigue siendo mi Kana, ese que me deja sin respiración solo con pestañear cerca de mí.

-Mew... cariño – me susurra al oído y yo dejo de pensar, y me lo como vivo.

Nunca tendré suficiente de su piel, de su voz, de esas manos que recorren mi espalda con pasión, no hay nada mejor que hacer el amor con la persona que es más importante para ti que tú mismo. En ese momento en que mi boca se pierde en su ombligo y caigo rendido a sus pies, sé con certeza que haría cualquier cosa por él. Sus gemidos cortan el hilo de mis pensamientos y me concentro en hacerle sentir el mayor placer que puedo ofrecerle. Chupo, lamo y muerdo todo a mi paso hasta que Gulf se convulsiona bajo mis manos, se abandona a su orgasmo y yo solo permanezco expectante ante semejante espectáculo.

-Kana, te necesito en nuestra cama – le pido.

Él no dice nada, solo cierra el agua de la ducha y me guía hasta nuestra cama, entonces se pone de rodillas en el centro y me invita a unirme a él. Cojo el lubricante de la mesita y lubrico mis dedos con él. Me acerco hasta quedar detrás de Gulf, beso su nuca, su preciosa espalda mientras pierdo uno de mis dedos dentro de su cuerpo. Lo preparo lentamente, quiero que esto dure, necesito sentirlo suavemente.

Después de un rato de caricias y palabras de amor me fundo con su cuerpo en un vaivén constante, donde solo estamos él y yo. Todo es silencio en la habitación excepto su corazón latiendo al mismo tiempo que el mío. Su respiración entrecortada y sus manos apretando mis brazos me dicen que está al borde, que necesita algo más de mí. He llegado a conocer todos sus gestos, he conseguido saber sus necesidades sin que tenga que decírmelo. Así que acelero el ritmo con una mano en su cadera y la otra en su palpitante erección. Lo taladro sin parar hasta que siento su cuerpo rendirse al segundo orgasmo de la noche, y yo simplemente me dejo arrastrar, como una hoja en el viento, por el mío.

Cuando logro bajar de la espiral de placer y emoción en la que me he sumergido, me encuentro con la mirada de Gulf, con su entrega , con su amor arrollador y simplemente lloro de felicidad.

Ahora con el recuerdo de esa noche y la piel de Gulf en las sábanas blancas puedo decir que lo tengo todo, todo lo que de verdad importa.

Tengo que empezar mi día, Gulf no tiene clase por la mañana, así que le doy un beso suave que él me devuelve y le digo que lo veré en la noche. Iremos a un restaurante a celebrar nuestro primer año juntos y no puedo esperar para decirle que él es todo lo que nunca soñé y que ha sido el mejor año de mi vida.

He comprado unos anillos de pareja, quiero que sepa que algún día, cuando él sea un gran abogado y yo tenga mi empresa, le pediré que se case conmigo, que una su vida a la mía por siempre y espero que acepte esperarme hasta entonces.

Salgo corriendo a la parada del metro, llego tarde y voy despistado, así que tropiezo con alguien que no he visto llegar. Voy a pedirle perdón cuando reconozco al hombre que me ha hecho tropezar.

-Mew, ¿dónde vas tan rápido? – me pregunta mi tío, un poco más viejo y cansado pero es él.

-Tío, ¿cómo has sabido dónde estoy? ¿Mamá está bien? – le pregunto entrando en pánico. No es que no me alegre de verlo, pero que esté aquí no es normal y seguramente tenga que ver con mi padre.

-Tu madre está bien, fue ella quien me dijo dónde encontrarte, tenemos que irnos – me anuncia.

-No puedo irme, yo tengo a alguien, no puedo dejarlo – le digo.

-Bien, pues tráelo también – me responde.

-No puedo hacer eso, no puedo condenarlo a una vida de huida constante, su familia sufriría si no puede verlo, yo... - le contesto aturdido, ¿qué debo hacer?

-Mew si no puede venir con nosotros no debes decirle dónde vas, porque lo pondrías en peligro. Si tu padre se entera que tienes a alguien lo usaría para hacerte daño. Este último año ha estado furioso porque no ha podido dar con ustedes, he intentado despistarlo todo lo que he podido, pero ha descubierto que fui yo quien los ayudó a huir la primera vez y ahora me persigue también. Ya lo tengo todo preparado, iremos a Canadá, tu padre tiene restringida la entrada a ese país, después tengo pensado ir a Alaska – me cuenta su plan de huida.

-No puedo dejar a Kana, tengo que despedirme al menos, dame un par de días – le pido.

-Mew, tu padre está de camino, tenemos que irnos esta noche sin falta. Créeme lo mejor será que no le digas nada, solo así podrás protegerlo – me dice mientras mis lágrimas escapan sin remedio dejando un rastro de dolor a su paso.

Cuando Gulf sale del apartamento rumbo a la universidad esa misma tarde, subo a lo que ha sido nuestro primer hogar. Veo como camina con una sonrisa en su preciosa cara, esa sonrisa es lo que quiero recordar todas las noches antes de dormir, me digo a mi mismo que me dará fuerzas para el reto que me espera.

Recojo mis cosas, no quiero que mi padre pueda relacionarnos de ninguna manera. Una vez lo tengo todo embalado me siento un momento en la cama, en el lado donde Gulf duerme, acerco mi cara a su almohada e inspiro fuertemente. Mi corazón se rompe en mil pedazos, no quiero dejarte mi amor, pero no tengo otra opción. Lloro amargamente por el daño que le causaré, por mi amor perdido, porque jamás después de este día volveré a llorar, porque a partir de hoy empieza mi lucha por volver a él. Salgo de nuestra casa rezando para que alguna vez mi Kana pueda perdonarme.

Esa noche dejé a la razón de mi vida preguntándose donde estaría, se preocuparía por mí, después se sentirá traicionado y me odiaría, no se lo reprocharía, pero ahora tengo que hacer algo por mí mismo, es hora de terminar de huir, es hora de enfrentarme a mi padre, de jugar mis cartas y vencer. Es la única forma de construir un futuro donde él y yo tengamos alguna posibilidad de estar juntos.

Dejé a mi madre en manos de mi tío, sé que él la ama, así que estará a salvo hasta que pueda regresar conmigo. Ella no deja de decirme que la acompañe, que buscaríamos la forma de que vuelva con Gulf, pero sé que la única manera es que me deshaga del yugo de mi padre, y para que eso sea posible debe estar a salvo, necesito tener mi cabeza despejada si quiero que mi plan salga bien.

No cogí ese avión a Canadá, en vez de eso esperé que mi padre llegara a Bangkok, mi tío me dijo donde se hospedaría, mi padre es un animal de costumbres, por eso no fue difícil saber dónde encontrarlo.

Su cara al verme llegar al hotel es una de las cosas que nunca olvidaré, una mezcla entre incredulidad y triunfo pasa por sus ojos marrones, unos ojos que heredé de él. Ahora empieza el verdadero juego, uno que solo tengo una oportunidad de ganar.

A través del tiempo -MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora