A través del tiempo -MewGulf

16- MEW.

El techo de mi cuarto tiene una mancha en la esquina izquierda y el ventilador que cuelga en el centro da 120 vueltas en un minuto. Miro el reloj de mi mesita y me dice que son las cinco de la mañana. No sé cuánto llevo despierto, mi mente repasa una y otra vez la tarde con Gulf, la más especial de mi vida. Cierro los ojos y solo puedo ver toda esa piel bronceada y perfecta, sus labios carnosos abiertos intentando llevar algo de oxígeno a sus pulmones mientras cabalga sobre mí.

Gulf es un ser extraordinario, su temperamento, su corazón y su honestidad son impresionantes. Se entregó totalmente, depositó toda su confianza y su amor en mí dejándome amarlo como solo él se merece.

Quizás él piense que por ser su primera vez estaba en desventaja, pero no sé cómo explicarle que nada de lo que sentí antes puede compararse a lo que sentí cuando lo tuve entre mis brazos. Como mi corazón late desenfrenado solo con verlo sonreír, como su presencia hace de todo lo que lo rodea algo brillante.

Para mí también fue la primera vez, la primera vez que he hecho el amor con alguien, la primera vez que he sentido ganas de llorar y de gritar de alegría cuando lo he visto romperse en pedazos sobre mi cuerpo. El sexo sin sentido que he practicado hasta ahora no es nada comparado con lo que pasó ayer, es algo que no se puede explicar con palabras.

Después le he dicho que lo amo, no he podido no decírselo, quiero que sepa lo importante que es para mí, siento como que he encontrado esa mitad que se supone perdimos hace tiempo y que la mayoría de la gente nunca encuentra.

Sé que tengo que mejorar mucho para llegar a merecer su amor, pero lo haré, estudiaré duro, encontraré un buen trabajo y pondré el mundo a sus pies.

De momento empezaré por agradarle a su familia, el domingo tiene su comida familiar y quiere presentarme a su abuela. Sé que es importante para Gulf, él adora a su familia y si son la mitad de especiales que él, a mí también me encantarán.

A las seis me rindo del todo y me levanto para empezar mi día. Me ducho rápidamente y preparo algo ligero para el desayuno, mi madre aún duerme por lo que le dejo una nota y algo para comer en el frigorífico.

Camino lentamente hacia casa de Gulf, es temprano y las luces del amanecer apenas acaban de aparecer. Esta hora me encanta, la tranquilidad y el sosiego que se respira son reconfortantes, me permiten pensar sin presiones.

Le he dado muchas vueltas a la idea de sincerarme con Gulf y contarle como ha sido mi vida, pero al final me digo a mi mismo que es mejor que no sepa de dónde vengo. Quizá es cobardía, no quiero que me vea de forma diferente al saber cómo es mi padre, que pueda asustarse tanto que decida dejar de verme, y ahora que lo he encontrado, que sé cómo es tenerlo conmigo, no puedo renunciar a él. También siento que podría ponerlo en peligro, mi padre tiene muchos contactos y si alguna vez supiera que lo amo, Gulf no estaría a salvo jamás.

Son casi las siete cuando llego al portal del edificio donde vive Gulf, y como siempre me espera sentado en el sofá de la recepción. Su pelo negro sobre su frente y sus ojos enfrascados en un libro que tiene sobre las piernas. Le da mordiscos a una manzana distraídamente mientras sigue leyendo sin percatarse de mi presencia, es total y definitivamente hermoso.

-Buenos días precioso – le susurro acercándome silenciosamente hasta que estoy cerca de su oreja.

Gulf da un respingo y me mira con esos ojos castaños que acabarán con mi vida un día de estos.

-Buenos días Mew, me has asustado, voy a tener que ponerte un cascabel al cuello – me dice mientras me sonríe abiertamente.

-Lo siento pequeño, es que estabas tan distraído que no he podido evitarlo – le respondo acercándome para darle un pequeño beso en la mejilla.