El fénix y el pájaro de fuego.

Capítulo 18: Recuerdos amargos

Esta historia no esta abandonada xd pero como empece a hacer otras había dejado esta de lado... ahora la volví a leer y dije no mames tengo que seguir esta hermosura.

Es capítulo corto, pero espero que lo disfruten y que aun haya gente esperándola.
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-POV ACE-

-Repite lo que dijiste Ace, no te escuche bien.

Trague saliva mientras alejé mi nerviosismo y emociones negativas y miraba al líder a los ojos. -Me voy.

El líder se acercó caminando en una postura dominante y a la vez relajada pero en sus ojos se notaba la ira poco disimulada. Puso su mano alrededor de mi cuello presionando lo suficientemente fuerte para posiblemente dejar una marca pero sin cortarme la respiración mientras mantenia mi barbilla inclinada hacia arriba. -¿La razón?

-Mi pareja.

Sus ojos se oscurecieron aun mas mientras lo dejaba una mueca de desprecio. Mi pájaro de fuego temblaba levemente dentro mío, asustado... Tranquilo, volveremos pronto con el fénix y con Marco.

-Esperaria eso de cualquiera menos de ti Ace... ¿tu amar a alguien? Si estabas aquí con nosotros mocoso malagradecido es porque nunca olvidare aquella mirada oscura, tan vacía, fría y carente de emociones que tenías.

No pienso retroceder.- He cambiado líder, tengo a alguien que me espera. Dejaria todo lo que he conseguido, mi reputación, mi fama, todo solo por esa persona.

Mi zoan sacudió sus miedos ante el leve recordatorio que hay alguien que nos espera.

Finalmente me soltó del cuello y se alejó sin apartar su mirada. -Ya sabes lo que significa.
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Todo se oscureció y aparecieron los recuerdos de la prueba.

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Desperté sudando frío y temblando con un pequeño grito ahogado. Vi frenéticamente a mi alrededor y me di cuenta que ya no estoy en aquel lugar. Ayer volví al Moby Dick.

-¿Ace..?

Volteé a ver a Marco, claro... ayer nos quedamos dormido en su habitación.

Marco se sentó con una mirada preocupada y puso su mano en mi hombro, no pude evitar el estremecimiento que me dejó.

El rubio se miraba mucho más preocupado por esta acción.

-Yo... lo siento... puedes volver a dormir. - intente que mi voz sonara firme, pero sonó un poco rota.

-Ace. Te voy a abrazar ahora yoi.

Fue la única advertencia antes de sentir uno de sus brazos alrededor de mi cintura y la otra tomándome de la parte posterior de mi cabeza para dirigirla a su cuello.

Envolví tímidamente mis brazos alrededor de el y las lágrimas empezaron a derramarse con los amargos recuerdos, que siguen tan frescos y vivos en mi mente.

Sentí que el fuego me envolvía y abri los ojos para ver como el fuego azul salía de Marco en un intento de consuelo mientras yo deje salir el mío. Mi pájaro arrullo tristemente, pero agradecido a la vez que sintió al fénix.

No se cuanto tiempo paso hasta que logre detener mi llanto. Marco me sostuvo todo este tiempo, acariciando mi cabello y dejando de vez en cuando besos en mi frente o mejillas mientras repetía que todo estaba bien y que estaba conmigo.

Cuando logre controlarme movi mi cabeza a su pecho mientras hablaba. -Gracias Marco

-Siempre estaré contigo Ace, pero por favor dime que pasa yoi.

Un largo suspiro me dejo. No quiero hablar de eso pero al menos se merece saber la razón de mi colapso. - vinieron recuerdos.

Se que Marco es listo y muy intuitivo y como supuse no decepcionó. - ¿tiene esto algo que ver con la prueba de la que no quieres hablar yoi?

Yo solo lo abrace más fuerte y asentí positivamente aun contra su pecho.

Marco me abrazo con más fuerza y acercó sus labios a mi oreja antes de susurrar.- Todo esta bien yoi. Duerme un poco.

Empecé a relajar la mente, dejándome llevar por el aroma de Marco hasta que me quede dormido en sus brazos.

--POV MARCO

Cuando Ace se quedo dormido lo volví a acomodar en nuestra cama mientras lo mantenia abrazado y secaba los últimos rastros de lágrimas que tenía. Mi fenix estaba furioso despotricando sobre asesinar a quien lastimó a Ace y yo también estaba muy molesto, pensando en maneras creativas de torturar al bastardo que le hizo esto a mi pelinegro.

Lo abrace protectoramente mientras susurré contra su cabello. - No dejaré que nadie te vuelva a tocar un solo cabello yoi, te lo juro por mi nombre.

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Bueno, eso es todo por ahora... no me odien, volveré... no pienso abandonar esto.