Cuando comencé a tener memoria (A los tres años), recuerdo que mi papá era el que preparaba todo para los festejos de la noche. En ese mismo momento me habían regalado un juego de bolos y mi hermano menor ya tenía cuatro meses de nacido.
Comencé a tener en cuenta la fecha 24 de diciembre cuando tenía siete años. Mi mamá trabajaba y mi papá era el que nos cuidaba, esa noche él nos regaló a mis hermanos y a mi un camioncito de gaseosa (Yo tuve el de Coca Cola). Al año siguiente fue igual, pero mi papá se esforzó tanto en conseguirnos algo, que al final se conformó con rendirse.
Pasé las dos Navidades siguientes sin mi papá debido a que las peleas con mi mamá eran más frecuentes; a los nueve años salimos de la ciudad y al año siguiente estuvimos en casa de los amigos de la familia.
Mi papá falleció trágicamente y supuse que todo cambiaría, pero me sentí agradecido con Dios por no quitarme tampoco a mi mamá. Ella ha tomado el papel de padre y madre desde ese día, y las navidades han sido mejores cada año. Agradezco a Dios por darme una hermosa familia y por darme una lección de vida con la partida de mi papá, su ausencia es el mayor catalizador para perseguir lo que me queda de sueños.
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Sentimientos Cortos
SonstigesRecopilatorio de los mas profundos sentimientos del autor sobre la vida diaria, las personas en general, los hechos sentimentales y otras cosas más.