Odio virtual 2: Comeback school ↬ Sunsun

cap 3.4

parte 4

—¿Quieres que te espere?—Preguntó una vez estuvieron frente al edificio.

El menor negó, tenía planeado arreglar todo esa misma tarde y quizás podría regresar junto a Sunghoon.

—Bien, entonces me voy, cualquier cosa no dudes en hablarme ¿si?—Una vez dicho eso se despidió.

Sunoo caminó hasta la entrada de aquel enorme edificio en donde entrenaba su hyung, la música llegó hasta sus oídos una vez estuvo dentro del recinto.

Su paso se hizo dudoso cuando reconoció aquella melodía que se reproducía dentro de las cuatro paredes.

El ruido de las cuchillas de los patines deslizarse sobre el hielo se mezclaba junto a la canción, una punzada en su pecho hizo detener el paso del pelirrubio.

Ahí estaba, su querido novio, patinando junto aquella linda chica pelinegra, su mano sobre la cintura de la antes mencionada, sus ojos conectados y una sonrisa de por medio.

Sintió como su estomago formaba un nudo cuando su novio lo miró a lo lejos, con una mirada indescifrable, pero el pelirrubio solo se limitó a mirarlo.

Sunoo alzó la mirada cuando el castaño estuvo frente a él, sin corresponder el abrazo.

—Nos vemos después, gracias por la cancion me gustó—Dijo la pelinegra despidiendose del mayor.

Entonces no era una casualidad.

Una vez estuvieron solos Sunghoon fue el primero en tomar la palabra ante el silencio del menor.

—No me dijiste que vendrías.

—Lo hice, pero no leíste los mensajes—dice interrumpiendo a Sunghoon.

—¡Oh! es que estaba muy ocupado, lo siento.

—Como siempre—contesta tajante.

—¿Pasa algo? te miras sensible.

—¿Por qué nuestra canción?—hace una pequeña pausa dejando confundido al mayor—¿Por qué con ella?

—Sobre eso, necesitábamos escoger una canción y esta encajaba—empieza a explicar, sin embargo esto solo pareció molestarle más al pelirrubio.

—Pero es nuestra canción...

Sunghoon tomó la mano del menor en un intento de calmarlo.

—No es para tanto, solo es una canción—Este abrió abruptamente los ojos cuando el Sunoo apartó bruscamente la mano.

—¿Para ti solo es una canción?—inquirió sin obtener una respuesta, pero no era necesario, él lo sabía—¿Qué nos pasó?

—¿De qué hablas?—preguntó confundido.

—¿De qué hablo?—soltó un suspiro pesado—¿Donde estás cuando te necesito? Sunghoon, nos vemos solo un par de horas entre clases, en la cual solo nos saludamos, de ahí en más te la pasas haciendo no se qué, con esa nueva chica. Ya ni siquiera hablamos por mensaje.

—Ella solo es una amiga—respondió vacilante, no sabía que le pasaba a su novio ¿por qué le sacaba todo eso en cara?—¿No me crees? Sunoo, tú me conoces.

Sunoo lo miró a los ojos, estos se veían cristalinos por culpa de las lágrimas acumuladas en ellos.

—Ya ni siquiera lo sé, últimamente te desconozco, ni siquiera pasamos tiempo juntos.

—Sabes que tengo cosas importantes que hacer.

El pelirrubio río ofendido, dejando confundido al mayor.

—Sunghoon...démonos un tiempo.

—Sunoo ¿De qué hablas?—preguntó vacilante.

—Ve hacer esas cosas tan importantes que tienes que hacer—habló secamente—Nosotros terminamos.

Una vez le dio la espalda al castaño se marcho, dejando caer las lagrimas que tanto había retenido, dejándolas caer por sus mejillas, ignoró los llamados de Sunghoon, simplemente se fue.

Una mano lo detuvo obligandolo a mirarle.

—¿Por qué sigues aquí?—preguntó el pelirrubio al ver a Jisung frente a él.

—¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?—cuestiona ignorando la pregunta del menor.

Los ojos del pelirrubio se llenaron más de lágrimas.

—Nosotros terminamos—dice entre hipidos.

Jisung lo atrajo hacia él rodeandolo entre sus brazos, con su mano acarició la espalda del menor en un intento de consolarlo, no dijo nada, solo lo dejo llorar, sabía que necesitaba desahogarse y él lo escucharía.

—Llora todo lo que quieras, yo te cubriré—dijo el mayor.

Y así fue, el llanto del menor se hizo más pronunciado, ni siquiera le importaba recordar que estaba llorando entre los brazos de su amigo, lo necesitaba, quería llorar.

Su relación había terminado, y él no pudo hacer nada para evitarlo.

Le dolía, como no tenía una idea, su burbuja se había roto y no supo en que momento todo se había dañado.

Ay bien cortito ¿verdad? bno equis me quedo bn pedorro el capitulo.

¿Qué comen que adivinan? están cabronxs, pero diganme ¿cómo andan? al 100?

Nos vemos en el próximo capitulo.