El resplandor
Alec se levantó del suelo aturdido tras haberse tropezado con una piedra que había tirada en el suelo, suspiró, y prosiguió su paseo por el camino desgastado de todas las mulas de carga que pasaban por allí. Tras una media hora de camino, vio entre los árboles un brillo azulado, no muy natural, pensó que podría ser una gota de agua que reflejó el sol, o cualquier otra cosa, pero decidió acercarse e investigar.
Cuando ya había avanzado unos 15 metros hacia el interior del bosque vio el resplandor de nuevo, esta vez más brillante y más atractivo, Decidido, corrió hacia él, con una determinación increíble.
Al alcanzar el misterioso brillo, observó que era una decoración colocada encima de la puerta de lo que parecía un antiguo refugio utilizado por la gente de la Resistencia, un grupo de personas que huyen de las Sombras, las cuales llevaban rondando la isla de Arfost desde hace un par de meses, la gente no sale de noche, con miedo a que uno de estos espectros les pille por sorpresa.
Así que nuestro joven aventurero respiró hondo y abrió la pesada puerta de hierro para entrar al interior, cuando pisó la chapa que tenía el refugio por suelo, el joven experimentó una sensación de vacío y terror a partes iguales cuando vio la escena que se encontraba en el interior de lo que parecía un abandonado refugio, estaba todo por los suelos, las estanterías, la comida, los ropajes, la sangre, los cadáveres... La tristeza y el agobio que se respiraba dentro de la habitación no la había experimentado Alec jamás. Tras sentarse un poco a asimilar la imagen e intentar procesar la escena que observaba, se decidió a buscar en el refugio para intentar buscar información. En uno de los bolsillos de la ropa de uno de los cadáveres había una agenda que estaba dañada, pero aún así miró en el interior, una página en concreto le llamó la atención, decía así:
Día 34:
"Cada día en este tugurio es más largo y pesado, comienza a escasear la comida y el pueblo más cercano está a 3Km, suficiente como para que esas bestias nos localizasen, no sé por qué nos persiguen a nosotros, ¿qué tenemos de especial? No lo sé, lo único que sé es que van tras nosotros, nos observan, esperan a que hagamos nuestro próximo movimiento, son ágiles, inteligentes, lo único que nos protege de ellos es la luz, y el aceite de los farolillos que tenemos se nos está gastando, no creo que duren más de 3 días, cómo mucho.
Estamos intentando idear un plan que podría acabar con esta invasión de espectros aterradores con la información que ha conseguido Johnny, nuestro pequeño cerebrito, pero para ello debemos llegar hasta Saife [La capital de Arfost] y hablar con Zaida, una anciana hechicera que sobrevivió la anterior invasión de espectros, que puede ayudarnos."
Día 35:
"Les he comentado a los demás la idea de ir a Saife, y todos excepto Nix han accedidopero hemos decidido que lo haremos dentro de un par de días, cuando se acabe el aceite."
Día 36:
"Nos hemos quedado sin aceite antes de lo previsto y aún no estamos ni medio preparados para salir al exterior, pero vamos a tener que hacerlo, además, ya sabemos por qué nos persiguen los seres endemoniados, es por la p...”
El resto de la página está manchada de sangre y rasgada, Alec metió la agenda en su pequeña mochila y siguió buscando."
Cuando miró detrás de la estantería, vio una tela que parecía tener algo debajo, una piedra con unas extrañas inscripciones ilegibles, que parecían haber sido talladas con un cuchillo, o algo muy afilado, Alec pensó durante unos instantes para intentar ver qué idioma era el que estaba inscrito en la piedra de color negro oscuro, parecía obsidiana, pero no brillaba, tenía un aura de color rojizo que que no inspiraba precisamente confianza a Alec.
Después de reflexionar un poco, decidió cogerla; nada mas hacer contacto con el artilugio, recibió una especie de descarga eléctrica que recorrió todos y cada unos de los nervios en su cuerpo, dejándolo inconsciente durante un instante, que para el aventurero pareció una eternidad.