Conocía poco o nada sobre su madre. No hay mucho que decir sobre ella tampoco, solo que por alguna razón desapareció, no está seguro si alguna vez llegó a pedir su cercanía, pero sí que desde hace mucho dejó de ser un tema que le causara interés.
Siempre fueron únicamente su padre, su abuela y él. Sumándole que su progenitor es un doctor, los primeros años de los cuales ya no quedan rastros, debieron ser los más terroríficos para él. Sunghoon dejó hace mucho de lamentarlo, pero su padre seguía mortificandose con la visión que perdió en aquella primavera de su infancia.
Él ya no sufría por ello, su madre y su vista no estuvieron el tiempo suficiente para extrañarlos o anhelarlos. Realmente, ¿valía la pena siquiera? Él es feliz ahora sin ninguno de los dos.
Liberó un suspiro repleto de tolerancia al aguantar el constante repiqueteo del lapicero contra la mesa.
Nunca fue así de sencillo para su padre, por supuesto. Empezó con una sobreprotección que fue en aumento, hasta el punto de hacerlo sentir asfixiado. Luego pasó al control para terminar instándole miedo. Cualquier cosa a su alrededor podría resultar en un trágico accidente si le quitaba la vista de encima por dos segundos. Tan paranoico.
Naturalmente llegaron las peleas, los conflictos y demás. Sunghoon estaba cansado. Su padre estaba preocupado. Ahora siendo medianamente independizado aún seguía escuchando sus mandatos disfrazados de consejos. Parecía que nunca acabaría ese ciclo.
—¿Cuánto más seguirás aplazandolo, Sunghoon? Las operaciones importantes no se pueden aplazar los meses que queramos. Peor aún si hablamos de algo tan delicado como las donaciones. ¿Cómo puedes venir aquí si no es para preguntar tu fecha de vuelo? —cuestionó aprensivo el hombre, la espalda la traía recta y endurecida. Alzó sus lentes para conseguir apretar los dedos en el puente de su nariz; se veía molesto.
Niki que nervioso se hallaba dentro de la oficina, apretó la mano contra el hombro de Sunghoon; las feromonas que liberan ambas personas le hizo caer en cuenta que son alfas. Alfas a luces de iniciar una discusión. Y eso le incomodaba.
Ciertamente, ansiaba irse, pero no deseaba dejar solo a Sunghoon cuando él le pidió que lo acompañara. Solo esperaba no presenciar una riña imposible de detener, nunca sabía cómo reaccionar ante ese tipo de situaciones.
—Papá —llamó calmado el alfa—, no he venido a pelear contigo. Todo lo contrario, quiero terminar con este tema que nos fastidia a los dos —recalca, tratando de ser lo más sereno posible. Sabía que Niki pasaría por un mal rato si se exaltaba, y dejarse llevar por la impulsividad expectativa de su naturaleza sólo dejarían daños sin resolución. Suficiente lección fue su confrontación con el omega de descripciones hermosas.
Aunque a juzgar por la voz recia del hombre mayor, su terrible necedad seguía avivada en llamaradas dentro suyo. Debían ser huracanes causando estragos en su sangre pues el chirriante sonido de la silla contra el suelo no fue amable, mucho menos esplendoroso. Es incredulidad probablemente. Sunghoon torció los labios al no conseguir ser comprendido.
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࣪ ˖ ଘ ꒷ ࣪ ˖ the colors of my world ꩜ sungki ຊ adaptación
أدب الهواةNiki como cada año que sus vacaciones universitarias llegaban partía de Seúl para regresar a su tierra natal, Daegu. Ahí existía un pequeño hospital local el cual solía apuntarse para cooperar en el servicio médico; realmente le gustaba ayudar a los...