10

1.7K 140 4
                                    


Morgan

Timothée Chalamet mi mejor amigo desde primero de la ESO, cuando acabemos los estudios el se mudo a Estados Unidos para ir a una universidad allí, hace un par de meses volvio a Roma y hace poco empezamos a vernos de nuevo. Nunca creí volver a verlo, tampoco creí volver a hablar con el pero cuando recibí su llamada me puse demasiado feliz, estuve hasta apunto de llorar y no es por ser demasiado "sensible" es que éramos solo él y yo en la secundaria.
Éramos como uña y carne.

Cuando lo vi me di cuenta de que habia cambiado muchísimo pero muchísimo, y cuando digo dos veces "muchísimo" es por que está que lo flipas.

Después de haber comido y hablado por un buen rato los chicos tienen pensado un juego en parejas, asin que nos levantamos todos de la mesa y Ethan y Thomas empiezan hacer parejas de dos.

— Timothée y Lia. —la primera pareja la elige Thomas asin que ahora le toca a Ethan.

— Morgan y... —mira a Thomas y con solo las miradas parecen entenderse entre ellos, mientrás yo suplico porque no me toque Damiano, no me malinterpreten pero es que no me quiero pasar todo el jueguito callada que eso es algo imposible.— Damiano, iréis juntos.

— ¡Oh, venga ya! —decimos los dos a la vez.

— Nosotros tres iremos juntos. —dice Thomas abrazando a Victoria.

— ¿Por qué tengo que ir con él? —me quejo, Damiano rueda los ojos y se cruza de brazos.— ¿Has visto lo niño que has parecido ahora mismo?

— Oh... ¿Crees que tu no estás pareciendo una niña con esa actitud? —me responde, alzo las cejas.

— ¿Perdona? ¿Tienes algún problema?

— Sí, claro que lo tengo, ¿quieres saber cual és?

— No. Thomas, cual era el juego? —con eso Damiano parece enfadarse.

Thomas nos explica el juego, esto va de que justo en medio del bosque hay una banderita amarilla, quien la coja primero y vuelva la mesa gana, quien vuelva el último pierde. El que pierde tendrá que invitar a los otros grupos a copas está noche.

Cada grupo se va para un lado diferente. Damiano y yo sin hablarnos vamos hacia la derecha, el detrás de mi y yo delante, siento un olor a cigarrillo, cosa que no me gusta nada, me giro para ver a Damiano (obviamente) fumando.

— ¿Qué tanto miras, pesada? —pregunta él de mala gana.

— Deja de fumar. —llega a mi lado y me tira el humo en la cara, vacilando con esa tonta sonrisa de insuficiencia.

— ¿O qué?

Acaba de preguntar eso, ¡¿es que és idiota?! Le agarro el cigarrilo que lo tiene en la boca, lo tiro al suelo y con el pie lo piso, el suspiro como si le quedará poca paciencia.

— Morgan, eso cuesta dinero cariño.

— ¿Y qué?

Y con esa respuesta sigo mi caminata, intento no caerme agarrandome de los árboles, de vez en cuando miro hacia atrás por si Damiano me ha dejado sola o ya no me esta siguiendo pero él esta ahí, detras mio.

Diez minutos después sigo caminando, buscando la banderita, yo creo que ya nos hemos perdido, sinceramente creo que ne estoy manteniendo en calma porque sé que Damiano esta detrás mio,  digo "creo" porque hace mas de cinco minutos que no me giro para ver si sigue ahí, lo que ahora mismo me da miedo girarme y no verlo.

Me giro para ver si el chico esta y sí, efectivamente se encuentra justo en mi espalda, me mira confundido y me quedo mirando el bosque.

— Creo que nos hemos perdido. —digo el se ríe y niega con la cabeza pasandome por un lado.— Damiano, nos hemos perdido, estoy segura. —el mesigue ignorando yendo por su camino.— ¡David, hazme caso, joder!

Le acabo de llamar por su nombre cosa que nunca habia hecho porque él me dijo que no le gustaba, pero que importa? Me hace sentir poderosa porque al escuchar lo que he dicho se ha quedado quieto analizando lo que acabo de decir y después se ha girado a verme.

— No, Morgan, no nos hemos perdido. —me acerco a él hasta quedar frente a frente.

— Yo creo que sí, fijate.

— Bueno, pues buscamos el camino de vuelta y resuelto, ¿contenta? —asiento con la cabeza y el empieza a andar otra vez, yo corro y me pongo a su lado.

— ¿Cual es tu problema? —pregunto siguiendole el paso.

— No tengo ningún problema, Morgan. —ruedo los ojos ante su respuesta.

— ¿Cual es tu problema, David?

— Tu eres mi problema.

Y yo creyendo que me iba a regañar por llamarle por su nombre, enserio creia que me iba a decir algo como "Te dije que no me llamases asín, como te gusta tocarme los cojones, eh" Sí, eso suena a él.

×××

buenas, espero que os haya gustado iba a dar un spoiler del capítulo que viene pero mejor no digo nada. Espero que os haya gustado. 🧡

Love, M.

Always you  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora