Infierno

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"La boda será en unos meses." Pánico. "Su padre escogió la fecha." Rabia.

"Felicidades." Sasuke ni siquiera intento disimular la ira de su expresión.

"No tengo opción." Naruto intentó abrazarlo, buscando consuelo, pero el moreno se negó.

"Se acabo." El rubio no supo interpretarlo como una afirmación o pregunta, aunque daba igual, pues no aceptaría una ruptura.

"Todo puede seguir igual." Fingió una sonrisa y colocó las manos sobre los hombros de su pareja. "Nada va a cambiar." Sasuke, guiándose por sus emociones, empujó al rubio, intentando alejarlo, pero este aumentó la fuerza empleada en su agarre, negándose a alejarse. "Te quiero." El moreno deseo golpear esos labios, eliminar esa retorcida sonrisa y sobre todo, que no vuelva a pronunciar esas palabras. Era la primera vez que las decía y tuvo que hacerlo bajo ese absurdo contexto.

"Callate."

"Te quiero." Naruto abrazó ese cuerpo tan tenso, deseoso de escuchar una respuesta que sabría no escucharía. No se la merecía. "Sé que tú también me quieres, Sasuke."

El Uchiha no aguantó más y le dió un puñetazo tan fuerte que el menor cayó contra el suelo, emergiendo una nube de polvo en la caída.

Mareado y con la visión borrosa, distinguió la figura del moreno alejarse.

¿Realmente era el final? El rubio rezó, a un dios que lo había maldecido desde su nacimiento y le rogó para no perderlo. Creyó que sucedió un milagro cuando Sasuke se detuvo, pero este sólo giró el rostro levemente para mirarlo una última vez antes de marcharse.

Naruto pretendió levantarse y detenerlo, pero al percibir un rastro de lágrimas en esas mejillas, entendió que lo mejor era dejarlo ir. Esa vez no iría tras él, ya que no tenía nada que ofrecerle. Se mantuvo echado contra el suelo, clavando sus dedos en la tierra, disfrutando de la sangre que brotaba de sus uñas.

Agradeció a ese retorcido Dios por la tormenta que comenzó a caer sobre él y le ayudó a disimular su incesante llanto. Al parecer, todo iba a terminar como comenzó.

El moreno emprendió uno de sus viajes que parecían no tener fin. No supo nada de él durante meses, y la única noticia que llegó fue de una ilusionada Sakura, que tras felicitarle por el reciente embarazo de Hinata, anunció que acompañaría a Sasuke en uno de sus viajes.

Tras otros meses, Sakura volvió con un anillo en sus dedos, un bebe entre sus brazos y una sonrisa triste.

No fue hasta que vio los ojos de ese pequeño ser, que el rubio aceptó que todo había acabado. Y se sintió estúpido por haber mantenido la esperanza, por creer que de alguna manera, ese paraíso perdido volvería a su vacía y absurda vida.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

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