Atemporal

Ellas

"Hoy Sakura me preguntó por ti." El moreno ignoró el comentario y siguió leyendo. "Me ha dicho que han pasado semanas desde la última vez que te vio." Ninguno quería hablar de ello, pero tenían que.

Un par de horas antes de lo sucedido en la cascada, Sakura había invitado a comer al moreno, quien le respondió con su habitual 'la próxima vez' y ya habían pasado más de cinco semanas desde aquello. Sasuke no respondió, pero se levantó de la cama y empezó a vestirse.

"¿Te vas?" Naruto preguntó, un poco asustado, aunque no comprendió el porque.

"¿Por qué me estás contando esto?" De pie, al lado de la cama, vestido y con los brazos cruzados sobre su pecho, con el entrecejo notoriamente marcado. "¿Quieres que vaya a hablar con ella, no?" Su compañero no respondió. Se dedicó a mirar como sus manos apretaban las sábanas con fuerza, pero parecía que quería decir algo, por lo que Sasuke espero, pero nada llegó.

No fue hasta que el moreno fue hacia la puerta y comenzó a colocarse los zapatos, que Naruto reaccionó.

"Me dijo que Hinata no se sentía bien porque casi no nos habíamos visto este mes." El menor se sentía culpable, no por ocasionar esos sentimientos en la chica, si no, por que no podía importarle menos. "Sakura también parecía triste." El moreno no quería escucharlo más, pues no estaba diciendo nada que no supiese ya.

"Adiós." No quería irse, pero estaba confundido, no sabía a dónde quería llegar el chico con aquel discurso, pero algo dentro de él augurio que sería doloroso.

"¡Sasuke!" La voz desesperada del rubio le hizo detenerse y centrar su vista en él. Su chico, con unos ojos demasiado brillantes y unos labios casi blancos por la fuerza con la que los mordía, parecía que rompería a llorar en cualquier momento. El moreno inmediatamente se acercó a él, preocupado y tirando descuidadamente sus zapatos en el camino. Se arrodillo en la cama, delante del chico y colocó su mano sobre una de las mejillas del rubio, que dejó caer su frente sobre el hombro del moreno.

Esa calidez y tranquilidad que le invadía cuando estaba cerca del moreno le hacía cuestionarse su futuro. El 'quería' a Hinata, al menos, eso le habían dicho. Que él debía quererla, que no habría chica más adecuada para el siguiente Hokage, que ella lo amaba.

"Mañana hablaré con Sakura y le diré que he estado ocu-."

"¡No!" A Sasuke le hubiese gustado ver el rostro del rubio en ese momento, pues la angustia en su voz era casi palpable. "Mañana puedo faltar a las clases." No, no podía, pero era una forma sutil de pedirle que se quede con él durante todo el día. "Ya le dije yo que estabas muy ocupado ayudándome a estudiar." Aquello hizo sonreír al moreno, feliz ante el egoísmo de su pareja.

"¿Y la chica Hyuga?" A Naruto le parecía gracioso como Sasuke evitaba pronunciar el nombre de la morena.

"Le pedí a Sakura que le dijera lo mismo."

"¿Qué estamos ocupados 'estudiando'?" La mano del moreno se deslizó por el abdomen de su chico, acariciando esa piel morena que él proclamaba como suya. También besó ese cuello tan apetecible, creyendo que él sería el único que le haría gemir así.

Naruto había aceptado con resignación su futuro, pero se veía tan lejano que nada le impedía disfrutar del presente. Sin embargo, Sasuke aún albergaba la esperanza de un todo, juntos y sin remordimientos.