Cuidado. -Niall Horan-. ©

Capitulo *4*

Una fuerte  bocanada de aire entra por la ventana de la sala tirando unos papeles de estudios, aquí vamos de nuevo, recojo los papeles y los coloco en su lugar, me recuesto y me arropo desde mis pies a mi cintura, me quedo en la misma posición hasta que ya me sabia apenas las dos primeras preguntas con sus respectivas respuestas.

Escucho el sonido de un auto que se detiene justo cuando empezaba a escucharlo. Era la camioneta de niall, así mismo sonaba la noche que me lo encontré en el camino.

Me levanto de mi posición y camino a la cocina, era ya mediodía así que mi barriga ya empezaba  a sonar, prepare una pasta con carne molida, fue lo primero que me paso por la mente, el plato lo prepare en unos treinta minutos, decidí comer en el sofá, me senté y mire a la ventana y aunque fueran las doce de la tarde el cielo parecía de las cinco de la tarde, esto era por las oscuras nubes que lo cubrían todo, comencé a comer y acabe mi plato, y justo después de eso mi celular empezó a sonar, pero era mi todo de llamada de ooVoo, así que esperaba que fuera mama, o Harry, pero era Alison.

Ella lucia muy pálida con su nariz muy roja al igual que sus orejas y su cabello era un desastre.

-que paso contigo?

-el clima afecta, estoy hecha un desastre.

-si que lo estas.

Alison me mira fulminante, estoy a punto de decir algunas palabras cuando el celular de la casa suena, levanto la mirada y lo miro, el Ring del teléfono suena tan fuerte que aturde, me levanto del asiento y corro hasta el.

-hija, por alguna razón me van a dar vacaciones del trabajo, asi que me parece una genial idea ir a visitarte.

La voz de mama  dice esas palabras y esbozo una sonrisa que no podía contener, extrañaba a mama y la idea de tenerla aquí conmigo me hacia feliz, muy feliz.

-y cuando vienes? –pregunto sin respirar y muy emocionada.-

-como en dos semanas, no puedo esperar para verte.

-yo tampoco. Te extraño mama.

-y yo a ti mi pequeña.

La llamada se corta de golpe, y no pude decir adiós, vuelvo a mi cel y ya Alison corto la llamada, subo a mi habitación y me asomo por la ventana, lo primero que miro es la casa de los vecinos, lo que llama mi atención son unas pequeñas pero muy amarillas flores que están colocadas justo al lado de la casa. Las miro por un momento y un movimiento por el rabillo del ojo llama mi atención, dejo de admirar a las flores y miro a Niall asomado en su ventana y me mira sonriente, me saluda con la mano y le devuelvo el gesto, le regalo una sonrisa.

-lindo dia no? –dice el, tiene que levantar la voz por la distancia que hay entre nosotros.-

-chico sarcasmo.

Niall mi mira y rie, puedo escuchar su risa desde donde estoy, es una risa muy contagiosa, asi que no puedo evitar reirme también.

-bueno Niall tengo que estudiar, así que adiós.

-Adiós igual.

Cierro la ventana pero la abro nuevamente para despedirme con la mano, esta otro chico detrás de Niall, recuerdo que Niall me dijo que su nombre era zayn, el mi mira y lo miro a los ojos, sonrió y el me devuelve la sonrisa, pero ella no se extiende hasta sus ojos, por alguna razón siento escalofríos pero no era por el frio del día.

Cierro la ventana y me giro en dirección contraria a la ventana, mis nervios se calman un poco, y me pecho se alivia. Me meto de nuevo entre la sabana del sillón y miro televisión.

Duermo como por media hora, pues ni siquiera había terminado la película de divergente. Miro a los lados y no se que hacer, miro la pantalla del cel y tengo una llamada perdida de Harry, frunzo mis labios y niego levemente con la cabeza.

La ventana pega de la pared haciendo un fuerte ruido ensordecedor, estaba segura que había cerrado la ventana, pero tal ves no. Así que estiro mis brazos y camino a la puerta, desde allí observo a niall, este camina hasta su auto pero sus mejillas están sumamente rojas es como si hubiera estado llorando. Mi entrecejo se arruga, estoy confundida, por que estaría llorando. Luego me acuerdo de que no es mi problema y cierro la ventana, el sonido del carro de niall ya no se escucha, ha tomado la carretera súper larga por donde caminamos juntos una noche atrás.