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El sonido de las manecillas del reloj que colgaba de la pared, el leve sonido de su respiración acelerada junto con el de su corazón, el temblor de su cuerpo y el sudor deslizándose por su frente.

Nobara se despojó de aquellas sábanas blancas y prendió la lámpara que había a un lado de su cama. Con miedo miró hacia su entrepierna.

No había nada, no había sangre, todo era normal.

Su mandíbula templo y un pequeño quejido salió de su boca. Itadori despertó por la luz que golpeaba su rostro y los temblores que provocaba Nobara, talló sus ojos hasta ajustarse a la luz y la miró, llorando, abrazándose a ella misma con una mano en su vientre. Se incorporó de un solo salto.

—¿Estas bien? ¿Pasa algo? ¿Te duele algo?—interrogo. Poniendo sus manos en ambos hombres de su esposa.—¿Nobara?—Kugisaki alzó la mirada, sus ojos estaban llenos de mar de sal, que recorría sus mejillas hasta caer en aquellas sábanas blancas.

—S-soñe que lo perdía.—murmuro, apretando su pijama.—Soñé que perdía al bebé—finalizó, y lo dejó salir, aquel nudo en su garganta se soltó y lloró en el pecho de su amado.

Yuji abrió los ojos a la par, y miró hacia el colchón. No estaba manchado, todo era normal, Nobara y el bebé estaban bien. Apretó los labios para ahogar un quejido de impotencia. Y la abrazo, dando pequeños besos en su cabeza mientras ella lloraba a mares.

"No pude hacer nada" pensó, el hecho de que él no puede protegerla hasta en sus sueños lo carcomía por dentro. Se sentía inutil.

—Todo esta bien... ya estoy aquí.—Murmuro y deposito un casto beso en sus labios.—Yo los protegeré.—dijo, colocando su frente con la de ella.

4:00 de la mañana, Yuji se encontraba abrazándola, con una mano en su vientre y otra sosteniendo su mano. No podía conciliar el sueño, Nobara estaba dándole la espalda, "durmamos de cucharita" había sugerido Yuji, "tal vez así no tengas pesadillas, ¿sabes por qué? Porque yo te estaré cuidando" fue lo que dijo, y Nobara acepto.

[...]

«Un mal presagio»

El lo único que pensaba la fémina. Su miraba estaba perdida en los huevos con tocino que tenía en el sartén. Mientras revivía la pesadilla que había ocurrido.

—...Or...

—...Mor...

—¡Amor! — Hablo Yuji a sus espaldas.

Nobara salió de su transe y lo volteó a ver.—¿Pasa algo?—pregunto, con una sonrisa en su rostro.

—Mi desayuno... — señaló el sartén—se quemó.—dijo, con un puchero.

Kugisaki reaccionó y lo sacó del fuego, maldiciendo y haciendo diferentes gestos en su rostro. Yuji reía a lo bajo mientras se colocaba su mochila en su hombro.

—Me compraré algo de camino al trabajo.—dijo, y depositó un beso en su frente.

—¿Seguro? Puedo ir a dejarte comida en una hora.

Yuji negó con la cabeza mientras se colocaba sus botas con demasiada flojera. Se acercó a su amada y le depositó un pequeño beso en la mejilla, frente, nariz y labios. La miró a los ojos y sonrió.

—Papi se va bebé. — Murmuró y bajo hasta su vientre para darle un pequeño beso a su pancita.

Nobara sonrió y le depositó un beso en los labios.

Sweet boy || ItaNobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora