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El tiempo pasó, Nobara estaba a nada de ser madre, faltaban unas cuantas semanas. Maki junto con ayuda de Megumi arreglaban el patio de sus amigos, para el baby shower.

Itadori se encontraba en el trabajo y Nobara durmiendo plácidamente en el sofá, reteniendo a Sukuna con sus piernas sobre el, sabía que si lo dejaba ir molestaría a Megumi y no lo dejaría trabajar, su plan solo era tenerlo ahí con ella, pero el comenzó a masajearle sus pies lo que no llevó a un gran resultado.

Nobara había olvidado la pesadilla, se había dicho a ella misma que no era nada y que todo iba a estar bien. Y así sería.

La puerta trasera se abrió y un Megumi cansado entró en escena.

—¿Que se supone qué haces?—interrogo, al ver a su novio atrapado entre las piernas de su amiga.

—Nada, jugando mi amor.—dijo, levantando una ceja y sonriendo de lado.

—¿Quieres que la lleva a su cama?—pregunto, acercándose hacia ellos, con la intención de cargar a Nobara y subir escaleras arriba.

Sukuna lo miro unos segundo, analizándolo, de pies a cabeza. Soltó una leve carcajada y negó con la cabeza.

—¿quieres rodar con ella escaleras abajo?—interrogo, frunciendo el rostro y levantando una ceja. Megumi puso los ojos en blanco y sacó su debo de en medio.

Antes de que Sukuna intentara cargarla y subirla, la risa de su hermano se hizo presente en la sala.

—Oh... no sabía que estaba durmiendo.—murmuro, caminando a paso lento hacia ellos.

—¿Podrías cerrar tu estupida boca?—escupió Sukuna dándole mala cara—dijo que no durmió en toda la noche porque el mocoso no dejaba de patear.—chasqueó la lengua

—Bueno, si, lo sé imbecil, a quien crees que despertó porque «si yo no puedo dormir tú tampoco»—chillo, imitando la voz de Nobara.

—Hermano, esto de ser padre es un asco.—se dio la vuelta, dejando que Itadori cargase a su mujer.

[...]

El baby shower había dado comienzo, tanto amigos cercanos como del trabajo participaban en la reunión.

Nobara llevaba un lindo vestido amarillo floreado e Itadori una camisa negra con las mangas enrolladas hasta los codos.

Múltiples juegos, desde colocarte una cuchara en la boca con un huevo y caminar hasta la meta, hasta el típico de  medir el vientre de la anfitriona con papel higiénico.

—¿Cuando nace?—pregunto Gojo

—Finales de mes, supuestamente.—Itadori tomó un trago de cerveza y lo colocó en la mesilla.

—¿Estas bien?—interrogo Megumi. Se veía cansado y estresado.

—Eh estado pensado últimamente...

—¿tú piensas?—bromeó su gemelo, el cual, recibió un golpe de parte de Megumi.

—... en dejar el trabajo.—todas las miradas de sus amigos se dirigieron hacia el, confundidos.

—Pero tú amas tú trabajo.—recalcó Todou

—Pero amo a mi familia, no quiero estar trabajando y tener miedo de morir y dejar a Nobara y el bebé solos.—silencio. Lo entendían, su trabajo era peligroso, pero el lo amaba, pero amaba más a Nobara y ese pequeño bebé que venía en camino.

—¿Y ya saben si será niña o niño?—interrogó Yuta, con la intención de cambiar de tema.

—No, queremos que sea sorpresa.—sonrió, de oreja a oreja.

—Pero yo quiero una niña—dijo Nobara, abrazando a Yuji por detrás.

—Y tío Sukuna quiere a un niño.—vaciló, tomando el vientre de Nobara con las dos manos y lanzando besitos al aire.

—Estás enfermo—chillo Maki, quien lo veía con asco en su cara.

La fiesta finalizó, todos se habían ido, los regalos eran espectaculares, desde pequeños calcetines hasta dinero que había recibido de Gojo.

Nobara estaba sentada en su cama, con un libro en manos, esperando a que Yuji saliera del baño. Y en cuanto lo hizo lo llamo.

—Ven aquí—dijo, extendiendo sus brazos hacia el—hay algo que tengo que decirte.

—uhm, ¿que es?—se dejó caer en la cama, con su cabeza en las piernas de Nobara.

—Esto,—dijo, y de la mesita de noche sacó un sobre blanco—aquí dice si será niño o niña.—sonrió. Itadori la miro y se levanto de golpe, tomando el pequeño sobre entre sus manos.

—¿en serio? Digo, ¿en serio lo puedo ver?—la emoción lo invadía completamente.

—Pues claro, yo ya se que será.

—¡Oye! Eso es trampa no puedes saberlo antes que yo, tiene que ser al mismo tiempo.—bufo molesto, pero no lo estaba.

—¿A quien van a partir en dos?—cuestiono, levantando una ceja.

Yuji solo musitó algunos quejidos y con desesperación abrió el sobre.

Era una hoja azul.

Y solo eso bastó para que un tsunami de lágrimas saliera de los ojos de Yuji. Su felicidad era incomparable, le rezo a todos los santos para que su primer hijo fueran un hombre, así la segunda fueran una mujer y tener quien la defendiera de los estupidos que andarían tras de ella.

Nobara lo tomó de las mejillas y le dio un suave beso en los labios.

—Te amo Yuji.—murmuró sobre ellos.

—Y yo te amo más.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2021 ⏰

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Sweet boy || ItaNobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora