Episodio 2

30 4 33
                                    

Espere un buen rato hasta que le chica regreso. Traía una bolsa. Yo con algo de reselo me hice hacía atrás un poco.

-Tranquila. Solo fui a traerte ropa...

Como si leyera mis pensamientos me sonrió y finalmente pude observar las prendas en el interior, eran de color aqua Marino con guantes, botas y cinturón café de cuero. Era muy lindo a decir verdad.

-Es...hermoso, gracias

Sonreí leve

-Me alegra que te guste, necesitas algo adecuado para ir con el jefe.

-¿Jefe?

-Si. Así es. El jefe quiere verte y otros miembros del consejo, así que tienes que ir bien vestida.

No muy segura asentía a cada cosa que decía. Pero por dentro estaba nerviosa, es decir, prefirieron dejarme encerrada y morir en lugar de darme atención médica.

No parece ser que la amabilidad sea algo muy común por estas tierras.La chica me dejó sola para que pudiese cambiarme. Pero en realidad lo que más necesitaba era una ducha. Disculpa. Creo que necesito darme un baño antes de ponerme esto...¿Podrías decirme dónde? Prometo No escapar

-Bien... puedes acompañarme pero nada de jueguitos.

-Lo prometo.

Sin rechistar la seguí a unas duchas, entre en una con cuidado. Al sentir el agua pide sentirme mucho mejor, el ardor en mis piernas bajaba pero no se quitaba.

La pelirosa cuidaba la entrada, no se si para que alguien entrara o cuidando que no escapase, supongo que la segunda. Ya debieron haberme visto varios desnuda. Ante esta idea me he vuelto a sonrojar de vergüenza, este pensamiento intrusivo lo tendré en mi cabeza el resto de mi vida. Sin nombre, sin ropa, nada. Espero que el jefe y los miembros del consejo puedan darme ayuda sobre de dónde vengo. Me cambié y vesti, al salir de la ducha ya totalmente vestida la chica sonrió contenta y me encaminó a una enorme sala rodeada de sillas en una mesa pero una en el centro era la que más resaltaba, seguro era la del cabecilla del lugar.

-Espera aquí. Les diré que ya estás aquí

Sin poder responder la vi marcharse. Miraba el lugar con curiosidad toque la mesa y otras cosas que había en esta, me resultaba fascinantes, desde algunos broches que supongo eran de los miembros del consejo hasta plumas de tinta precisamente decoradas. Sostuve uno de los broches con cuidado admirándolo.

-No es precisamente muy educado el tomar cosas que no son tuyas sin permiso Una voz me sacó de lo que estaba haciendo y coloque el broche en su lugar rápidamente algo avergonzada.

-Yo... Solo lo miraba no iba a tomarlo o robarlo

-Hagamos de cuenta como si te creyeraDijo el hombre acercándose y finalmente lo vi de cercas, su cabello era azul. Traía su melena bien peinada a pesar de traer su cabello suelto. Camino a paso firme frente mío.

-Estaba esperando al jefe... Intente inútilmente sacarle algo de platica. -Lo estas viendo Dijo indiferente sin siquiera mirarme.

-Oh...lo lamento. Discúlpeme. -¿Cómo te llamas? -No lo sé...no recuerdo nada. Dije algo sonrojada de vergüenza, no se como llegue aquí ni de dónde soy.

-Vaya, así que tienes amnesia. Esperaba que nos dieras respuesta. Por que he emitido comunicados a las tierras cercanas y nadie parece reconocerte.

Esto lo comento con cierta diversión, parecía divertirse con mi confusión.

-Bueno y ustedes deben de ser reconocidos por su hospitalidad

FanFic AU Eldarya (El canto de una sirena).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora