FanFic AU Eldarya (El canto de una sirena).

Episodio 4

Créditos del hermoso dibujo de Ann a Annaisha_arts
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Camine atrás de Asmodeo algo insegura, pero al mismo tiempo me inspiraba confianza, es decir, de alguna forma el metió las manos al fuego por mi.

-Bien. Esta zona de aquí son las habitaciones donde se hospedan los miembros de la corte. Aquella de allá, la más grande es de Ezarel. Para que evites ir ahí

-Muy bien gracias por el aviso.

-En el piso de abajo están las habitaciones de quienes trabajan dentro del cuartel, tendrás una

Bajamos por las escaleras y había muchos cuartos, me guió hasta el último que estaba a lo largo del corredor, cuando abrió la puerta era un muy pequeño cuarto pero tenía su cama y un pequeño escritorio con una lámpara de cristal que iluminaba el lugar. Tenia una ventana que daba al exterior. Me acerqué posando mis manos sobre el cristal y miré toda la Aldea, era bastante grande.

-Bueno se te explicaran tus funciones una vez que termines de ponerte cómoda. Ven a la sala del consejo de nuevo donde te pondré al tanto de tus nuevas responsabilidades.

-Muy bien
Sonreí contenta y miré a Asmodeo marcharse sin más. Me acomode en la cama individual que ahí había. Era bastante cómoda aunque algo pequeña, no me puedo quejar es más que suficiente y además, quizás tenga que irme luego.

Decidí recostarme cuando mi estómago comenzó a sonar. Tenia mucha hambre. Me levanté para caminar buscando donde podría comer algo.

-Hey ¿Estas perdida?
Una chica me sacó de mis pensamientos, esta era un elfo también  pero tenía su cabello color púrpura y me miraba con una sonrisa, traía en su brazo una enorme saco.

-Hola. Soy nueva, estaba buscando el comedor o algún lugar donde pueda comer...

-¿Eres la que encontraron en la playa verdad?

-La misma
Respondí sonriendo algo avergonzada

-Oh descuida. El comedor está por el pasillo de la derecha, aunque es para quienes trabajamos dentro del castillo ¿Trabajas aquí?

-No, no aún. La verdad no se que es lo que voy a desempeñar. Pero Asmodeo dijo que podía andar por aquí si quería

-Bueno entonces con confianza. A todo esto ¿Cómo te llamas?
La elfo me dijo sonriendo

-Llámame Ann, ¿Tu que tal?

-Soy Selene. Trabajo como guardia y recolectora del castillo. Justo iba a la sala de alquimia central a llevar estos ingredientes.

-¿para que?
Pregunte curiosa

-Cosas de alquimia. No lo sé. Para ser un elfo la Alquimia se me da muy poco. ¿Que tal si me acompañas? Quizás ahie ste el jefe y te asigne tus labores de una vez

-Oh no, no, no. No creo que sea buena idea ir en este momento si ahí está tu líder o jefe, lo que sea
Me negué rápidamente asustada, no quería tener un encuentro de nuevo con el elfo malhumorado.

-No seas tan miedosa, no es tan malo. ¿O es que le has hecho algo?
Me dijo entre risas, yo solo me calle y sonroje leve
-Oh no! ¿Que le dijiste?

-Yo nada...es decir, me agredió y yo respondí igual
Trate nerviosamente de excusarse mirando de un lado a otro.

-No se si  eres muy valiente o si eres tonta. Si el quiere puede echarte no conviene tenerle del lado equivocado.

-Bueno también el no debió insultarme ni molestarme, que sea el jefe no quiere decir que no deba tener algo de respeto, me metió en una celda y me dejo a mi suerte cuando técnicamente estaba inconsciente.

-¿Te dejo en una celda?, debía de haber una razón, quizás pensó que eras peligrosa

-¿Peligrosa? Estaba desnuda y por lo que siento también estaba herida!
Dije indignada recordando cómo mis piernas ardían mucho cuando caminaba.

-¿Te sientes mal?

-No sé cómo me siento si te soy honesta.
Dije sujetándome la cabeza. Me dolía un poco.

-Vamos a llevarte al médico.
Respondió tranquila y me tomo de la muñeca con algo de determinación y camine tras de ella.

Entramos a la sala de alquimia era gigantesca y había varias personas trabajando. Unos me miraban con recelo y otras me miraban indiferente. Al centro quien supervisaba todo, ahí estaba. El Elfo peliazul, desgraciado. Espero no me moleste más.

-Jefe, no se siente bien. Deberías de examinarla. Además dice que la metiste en una celda.

¿Es una broma?, ahora me sale que también es médico, que suerte ¿No?

-Ya la examine. Esta bien al parecer. Debe de ser normal, no ha comido nada
Me miró de reojo pero estaba más centrado en la chica me creerías capaz de aventarla a una celda sin haberle hecho un chequeo?

¿Ahora se hace el digno?, me lo hubiera dicho antes...espera.

Me examino.

Me comencé a sonrojar cuando recordé que estaba desnuda. Y solo more a otro lado.

-A ver tu
Me saco de mis pensamientos tos tomando mi mejilla algo brusco y me examino -¿Que te duele?

-La..La Cabeza y...mis piernas. Me arden...
Dije sonrojada al sentir su tacto

-Suena a agotamiento si ne lo preguntas, además no has ido a comer ¿No es así?, lo que Mery Ann te dio en el calabozo apenas y es un bocado. Eso debe ser lo que te provoca dolor de cabeza y si el dolor en tus piernas sigue ya examinarte mejor de que se trata, aunque puede ser la circulación , llevabas mucho tiempo son moverte quizás

Me explico mirándome indiferente.

-¿Eres médico también?
Le pregunté algo sorprendida

-Aprendi varias cosas de una amiga. Luego estuve 5 o 6 años estudiando al respecto y practicando. Así que en teoría, si. Se puede decir
Dijo sin mirarme volviendo a hacer sus cosas.
-Si eso es todo, vete.

Me hecho y yo accedí. Esta vez no hice reproches.

-Gracias.
Fue lo último que dije antes de irme y caminé a la salida cuando me tropecé con una de las mesas en ella había un enorme vaso cristalino con agua, pero lo alcancé a atrapar no sin antes meter sin querer la punta de mis dedos en este.

-Lo lamento!
Grite avergonzada y mire el gesto de enojo que me lanzaron los presentes pero luego vi como parecían estar sorprendidos acercándose

-¿Que rayos hiciste?
Ezarel se acercó a mi, no se si enfadado o si confundido. Solo me hice chiquita pensando en el regaño. Me arrebató el vaso, el agua se veía más cristalina que cuando la tiré.

-¿Purifico el agua?
Pregunto Selene sorprendida mirándome

-No. Debio ser casualidad. Esta agua estaba destinada a ser purificada, así que quizás solo fue coincidencia. Alguien debió purificarse el proceso culminó cuando ella la tocó.

-Lo siento...lo bueno que no tiene nada.

-Si. Lo bueno. Con mayor razon, debes de irte de aquí. No quiero que rompas nada
Señalo la puerta y yo accedí sin decir nada salí algo cabizbaja y solo suspire al salir de ahí. Espero no haberla cagado.