La Hija de Sylvie Black

Capítulo 2: De camino a casa...

Hermione…

Volví a ver la cara seria del secretario en jefe este me esperaba cerca del auto.

-Señorita Lestrange es un placer para mí escoltarla con su familia-me ofreció una sonrisa forzada.

Yo solo entre en el coche sin decir más, ya dentro del coche y después de un largo recorrido comencé a mirar de manera distraída por la ventanilla del coche.

De repente la puerta fue abierta.

-¿Ya llegamos?

-Sí, baje por favor.

Pero no sentí cuando se detuvo el coche.

En el momento en el que mi pie derecho piso el piso, sentí un gran nerviosismo recorrer mi cuerpo, yo… estaba por conocer a mi verdadera familia.

Al ser ellos sangre pura no sé si les agradaría, ellos…

Tranquilícese señorita Lestrange, yo no debería de decir esto pero… si alguno de ellos menciona a sus padres muggles de manera despectiva, es mejor que se quede callada y no los defiende, sé que en esos momentos ese tema es una herida abierta, pero es mejor que los entienda, su abuelo fue partidario de él-que-no-debe-ser-nombrado, por no decir su mejor amigo.

-¿Mi abuelo?

-Sí, su abuelo. Pero por lo que se su madre estaba en contra… por eso se cree, o al menos hay un rumor de ellos, que la familia de su madre estaba tras de su muerte, dado que de una manera u otra su hija no era una simpatizante y para ellos una desertora.

-Pero no puede ser, ella era su hija.

-Algunos de nosotros aun no entienden la forma de pensar de los extremistas sangre pura, se creen superior a todos, yo… soy hijo de sangre puras pero por suerte mis padres no me criaron bajo esos conceptos, por otro lado su madre es diferente, lo ha sido siempre.

-Usted, ¿usted la conoció?

-Íbamos juntos a Slytherin- se le escapo una pequeña sonrisa.

-Por ello me eligieron para traerla aquí, yo conocía de vista a sus padres pero aun así el ministro quiere que ellos no lo ataquen por su negligencia laboral. Lea el diario que le dio Thomson, lo he estado guardando hasta este momento, es necesario que al menos uno de sus hijos conozca de su historia.

En el momento en el que ya me encontraba parada en frente de la puerta principal, esta se abrió ante nosotros, por ella se asomaba un elfo doméstico, que al verme abrió la puerta al completo.

Ya adentro quede asombrada, la mansión no solo era impresionante por fuera sino que su interior dejaba a cualquiera con una gran impresión.

Había una gran alfombra roja en el centro de la gran estancia, el piso era de mármol blanco y en la parte de los costados diez grandes columnas alzadas, sosteniendo la estructura. En el centro del techo había una gran araña de cristal, cuando centrabas tu atención en las columnas veías que estas eran una combinación de caoba y mármol; el lugar de por si era imponente y precioso.

El elfo domestico cruzaba la sala hasta llegar a una de las puertas de la izquierda.

-Amo, amo, amo… ¡ella ya está aquí!

Luego se escuchó un sonido sordo procedente de la misma habitación para después escuchar un sonido extraño de la misma habitación, unas ruedas de proporción fueron las primeras en hacerse ver, un hombre muy mayor fue el que se acercaba a ellos en una silla de ruedas. (Antigua)